Vista de la exposición de Mateo Maté en la galería Selz de Barcelona. Foto: Estudio Mateo Maté

Vista de la exposición de Mateo Maté en la galería Selz de Barcelona. Foto: Estudio Mateo Maté

Arte

Los paisajes de guerra del artista Mateo Maté: del impresionismo al camuflaje

La recién estrenada galería Seltz de Barcelona presenta una reflexión sobre el impresionismo y la invención del estampado de camuflaje como herramienta bélica. 

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Julia Ramírez-Blanco
Publicada
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Existe una palabra japonesa para describir la temblorosa luz solar filtrándose a través de los árboles: komorebi es el término que nombra esta imagen que muchas asociamos al tiempo lento de la infancia.

Mateo Maté. Timeless Landscapes

Galería Seltz. Barcelona. Comisario: José Luis Pérez Pont. Hasta el 12 de septiembre. De 20.000 a 45.000 €

Hay algo que nos atrapa en fenómenos visuales como este: precisamente una parte de los pintores impresionistas franceses dedicaron sus esfuerzos a captar la sutil luminosidad cambiante de la naturaleza.

Para muchos estos cuadros suponen una experiencia estética pacificadora. Y, sin embargo, el artista español Mateo Maté (Madrid, 1964) vincula los hallazgos cromáticos de esa generación de paisajistas a la organización de la guerra.

Maté lo explica así: “Yo sospechaba que el camuflaje, que es un arma, es un invento derivado del impresionismo y de los pintores de paisaje del siglo XIX y de cómo decodificaron la naturaleza a base de manchitas de luz y color. Digamos que el impresionismo es la aplicación civil, y luego hay una aplicación militar de ese descubrimiento con el camuflaje, que es literalmente aplicar esas manchitas a los uniformes para que los soldados se conviertan en armas ofensivas para colonizar o conquistar un territorio. Todas las potencias coloniales lo aplican y han dominado la totalidad del planeta con esas manchitas”.

Buscando “devolver al arte lo que la guerra le había robado”, Mateo Maté comenzó a realizar recreaciones de cuadros bucólicos utilizando el estampado de uniformes militares. Si bien inicialmente ejecutó esta serie como collage digital, ahora esta ha tomado un formato material a partir de un patchwork de fragmentos textiles que reproduce obras de artistas tan conocidos como Claude Monet.

Mateo Maté, 'Timeless Landscape 18' (Alexandre Calame: ‘Lac Leman’, 1849), 2024. Foto: Estudio Mateo Maté

Mateo Maté, 'Timeless Landscape 18' (Alexandre Calame: ‘Lac Leman’, 1849), 2024. Foto: Estudio Mateo Maté

Gracias a las plataformas de venta por internet, Maté pudo comprar unos mil uniformes y lonas militares que van desde la segunda Guerra Mundial (incluyendo uniformes nazis) hasta la actualidad. El numeroso elenco le permitió contar con una “paleta amplia” ya que el camuflaje describe todas las texturas del planeta: vegetales, acuáticas e incluso atmosféricas.

La elección de la temática hoy tiene un deliberado sentido diagnóstico. El inicio de la guerra de Ucrania para el artista marcó un punto de inflexión por el retorno de la guerra a Europa. Maté lo ve como el vía de entrada de una nueva ola de militarización, camuflaje de la verdad y populismo. Seguiría también el genocidio en Gaza. “Volvía la ley del más fuerte”, en palabras del creador.

Detalle de una de las piezas de Mateo Maté. Foto: Estudio Mateo Maté

Detalle de una de las piezas de Mateo Maté. Foto: Estudio Mateo Maté

La galería Seltz, situada en el local de la antigua galería Joan Prats, recoge los cuadros de camuflaje en una muestra que toma el título de Timeless Landscapes. Pero no solo están los lienzos: los visitantes encuentran también una zona con uniformes arrugados en el suelo, como formando una maqueta de accidentes geográficos.

Esta configuración nos sitúa como espectadores dentro mismo de los paisajes de militarización. No se trata de un mero artificio: esta instalación sirve para evidenciar el hecho de que, más allá del espacio artístico, ya vivimos en territorio de guerra