Image: Un estuario para el arte

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Arte

Un estuario para el arte

Arranca Sentido y sostenibilidad, una singular reflexión sobre el arte y la naturaleza en un deslumbrante paraje vizcaíno.

20 julio, 2012 02:00

Intervención de Lara Almarcegui en los antiguos hornos de cal del barrio de Atxondoa, en Urdaibai


Auspiciada por el Gobierno Vasco, la exposición Sentido y sostenibilidad, comisariada por Alberto Sánchez Balmisa, arranca con 10 intervenciones de otros tantos artistas nacionales e internacionales en diferentes sedes en torno al estuario de Urdaibai y la ciudad de Guernica, en la comarca vizcaína de Busturia. El proyecto huye de la pompa y de la parafernalia festivalera y seduce por la relación que engarza el arte con los diferentes marcos en los que se inscribe, contextos que deslumbran cuando son estrictamente naturales y que retan al intelecto cuando se infieren en un espectro más social.

Birds, de Óscar Tuazón en la subida a San Pedro Atxarre

Calificado en 1984 Reserva de la Biosfera, el estuario de Urdaibai es sede y leitmotif del proyecto. El planteamiento del comisario ha resultado decisivo, dando libertad a los artistas, que en ningún momento han sufrido la presión discursiva (o presión a secas) que generalmente imponen los comisarios en este tipo de citas. Aquí, comisario y artistas se han ceñido a una experiencia compartida del lugar, bellísimo y rico en multitud de matices que hacen de él un escenario extraordinario para la reflexión.

Los 10 proyectos de Lara Almarcegui, LIam Gillick, Carlos Irijalba, Gunilla Klingberg, Maider López, Rafael Lozano-Hemmer, Renata Lucas, Oscar Tuazón, Pieter Vermeersch y Haegue Yang se sitúan en diferentes emplazamientos, desde canteras en el caso de Almarcegui y Yang hasta entornos urbanos en el de Maider López o Renata Lucas, naturales como el de Klingberg o Tuazón, industriales como el de Vermeersch o Gillick… Otros, como el de Irijalba, se hallan en escenarios con fuerte carga histórica, una antigua escuela republicana. Buena parte del éxito del proyecto se basa en el certero trabajo de campo que ha deparado esta selección de localizaciones.

Sin título, de Pieter Vermeersch en el Polígono Industrial Beko Ibarra

No esperen grandes intervenciones ni propuestas ruidosas y confíen en la capacidad de seducción de lo íntimo y de lo inesperado. Uno recuerda otras propuestas de esta naturaleza en otros países, como la que se realiza en el estuario del Loira en Nantes, con sus infladas instalaciones de Anish Kapoor o Huang Yong Ping. Este proyecto se sitúa en su exacto reverso, en la paciente y meditada reflexión sobre lo natural que trasciende sentimentalismos y lugares comunes.