Dora García

Dora García

Arte

Dora García, a Venecia

La artista vallisoletana será la representante española en la Bienal de arte

28 septiembre, 2010 02:00

Pocas noticias se tenían hasta ahora de la representación española en la 54 edición de la Bienal de Venecia, uno de los eventos artísticos más importantes del panorama internacional, que se celebrará entre el 4 de junio y el 27 de noviembre de 2011. Únicamente, como se hizo eco en las páginas de El Cultural, que Katya García-Antón (Londres, 1966), directora del Centro de Arte Contemporáneo de Ginebra, había sido la comisaria escogida para el pabellón español (esta vez, elegida bajo un Comité Asesor y no a dedo, como el “caso Barceló y Enrique Juncosa”).

Pero hoy salimos de dudas. Será la artista Dora García (Valladolid, 1965) la representante española en la Bienal de Venecia. Es una de las artistas españolas más internacionales y que, además, ocupa un importante lugar dentro de los museos y encuentros de arte contemporáneo. Así lo destacó ya, en 2008, María de Corral en su lista de los doce artistas españoles más importantes de la última década. Prueba de ello son los múltiples proyectos que engrosan la trayectoria de la artista, que han formado parte de la programación de muchos de los centros españoles, como el MACBA o el CGAC. En curso tiene cinco proyectos: su participación en el festival Printemps de Septembre, con una muestra en el bbb de Toulouse, su individual en la Kunsthalle de Berna, su trabajo en la actual Bienal de Sao Paulo y en la Fundación Pistoletto, así como su intervención en Antes que todo, la exposición colectiva que acogen las tres plantes del Centro de Arte 2 de Mayo de Móstoles.

Con la performance como modus operandi, la base de su trabajo está la necesidad de reinventar un espacio de autonomía desde le que crear situaciones o contextos que sirvan para alterar la relación tradicional entre artista, obra de arte y espectador. Con una presencia sutil, todas sus obras hablan de la posibilidad, de la idea de control de la misma y de las nociones de éxito o fracaso que a menudo trasladan al espectador a un espacio de indeterminación.

Probablemente, eso mismo encontraremos en Venecia. Como es habitual en su trabajo, ya podemos preveer que convertirá el pabellón de los Giardini es una experiencia sensorial, de la que cada visitante sale con sus percepciones alteradas o, como mínimo, con cierto grado de escepticismo.

El que Dora García siente por las instituciones artísticas lo dejó plasmado en las páginas de El Cultural hace unos meses, cuando imaginaba el museo de arte contemporáneo ideal: “Un museo debe tener una personalidad, un fin, una conversación interesante que nos haga disfrutar como nos hace disfrutar la conversación con ciertas personas: ocurrente, con humor, nunca acartonada, nunca de lugares comunes, sin miedo de ser irreverente, ácida, sarcástica incluso, completamente indiferente al buen gusto y a nociones tan soporíferas como el prestigio”.

Una actitud que, junto a este lema, una de sus frases de oro, deja claro su posicionamiento artístico: “El arte es para todos pero sólo una élite lo sabe”.