Image: Falke Pisano

Image: Falke Pisano

Arte

Falke Pisano

Hollybush Gardens, Londres. Del 22 de abril al 7 de junio

4 mayo, 2009 02:00

Chillida: Forms and Feelings, 2006

Nacida en Ámsterdam en 1978, Falke Pisano forma parte de una generación de artistas que mira a los hitos del pasado para entender su presente.

Es una de las artistas más interesantes de su generación y este 2009 está siendo su confirmación definitiva. A esta exposición londinense debemos unir la celebrada hace un par de meses en la Kunstverein de Graz, Austria, su participación en la colectiva Modern Modern que ha organizado el Chelsea Art Museum y, por supuesto, su inclusión en la Bienal de Venecia de Daniel Birnbaum. Su trabajo pude verse recientemente en la Sala Rekalde de Bilbao, donde formó parte de If I can’t dance I don’t want to be part of your Revolution. Su trabajo reflexiona sobre las posibilidades del lenguaje y no sólo en términos narrativos sino también escultóricos. El objeto y el texto unen así sus fuerzas en una práctica claramente conceptual con la que trata de desgranar algunos momentos álgidos de la Modernidad. En diferentes trabajos se ha referido, por ejemplo a la arquitecta y diseñadora Eileen Gray y sus series de pantallas realizadas a partir de la década de los veinte del siglo pasado (Eileen Gray ya ha sido el gancho de otros trabajos de artistas releyendo la Modernidad como la alemana Susanne M. Winterling que intervino los guardarropías de la Neue Nationalgalerie en la pasada Bienal de Berlín, con un trabajo que hacía referencia a la irlandesa), así el trabajo Not titled yet, en el que un gran panel blanco tiene, en el anverso, un espejo que refleja todo lo que ocurre en la calle.

Buena parte del trabajo de la holandesa tiene que ver, como decíamos, con la naturaleza del texto y cómo éste puede logra convertirse en algo tangible. Su aproximación es eminentemente filosófica y puede resultar compleja. La abstracción escultórica, uno de los fenómenos decisivos en el desarrollo de la Modernidad, es protagonista en la pieza Object and Desintegration: Object of Three. Una estructura creada a partir de la acumulación de cajas de madera blanca sirve de soporte para la proyección de tres vídeos. Uno de ellos muestra la imagen de una de las estructura geométrica de Pisano, esta vez animada; otra de ellas muestra las manos de la propia artista, que sostienen hojas de papel mecanografiadas que, as su vez, se reflejan en un espejo; finalmente, en el tercer video, una leyenda aparece sobre un fondo negro, una frase en la que la artista dice que solo logra comprender las cosas a partir de la experiencia. Cada video tiene su propio audio y los tres dan rienda suelta a narrativas en torno al lugar que ocupa un objeto o cómo su presencia consigue activar un espacio. Otra de las obras en esta pequeña exposición londinense, que tiene en Chillida una referencia de primer orden, nos ayuda a comprender el trabajo de la artista holandesa. Cuenta Pisano que el trabajo (Chillida: Forms & Feelings) parte de una mirada al libro de fotografías de David Finn sobre las esculturas de Eduardo Chillida. Sus propias impresiones al hojear el libro de fotografías, las sensaciones que dimanan de las esculturas, las afirmaciones del fotógrafo o las de la hija de éste contribuyen a crear toda una narrativa que, entreverada con las inquietudes de la propia artista, da forma lógica al trabajo.

En A Sculpture turning into a conversation se hacen visibles muchas de las preocupaciones estéticas de Pisano. Se trata de un trabajo que puede existir en forma de una conferencia en directo o como una doble proyección con audio. Quiere la artista construir un texto que no solo tiene sentido narrativo sino que derive en algo tangible. Del mismo modo, mediante la aproximación conceptual al objeto a través del lenguaje, ambos logran equipararse y retroalimentarse con nuevos y enriquecedores significados. Aunque complejo, el trabajo de Falke Pisano incide en postulados que conforman hoy los debates más activos en torno a la producción contemporánea. La Bienal de Venecia será definitiva a la hora de situar a la holandesa entre los artistas de mayor proyección de su generación.