Carolina Marín cae contra Yamaguchi, actual número uno del mundo, y dice adiós al Mundial de Tokio

Carolina Marín tenía muchas ilusiones puestas en este Mundial de bádminton. La esperada cita, en la que no había podido competir desde el año 2018, cuando ganó su último entorchado, por culpa de las lesiones, se celebraba en Tokio, un lugar de sensaciones encontradas para ella. De los dos Abiertos de Japón ganados allí, concretamente en el mismo pabellón, al hecho de no haber podido defender el oro olímpico ganado en Río de Janeiro tras haberse destrozado la rodilla en el mes de mayo del 2021. 

La jugadora española llegaba a la cita nipona después de no haberse podido recuperar a tiempo de disputar el Mundial de Huelva. Una competición que estaba grabada en su calendario a fuego junto con esos Juegos Olímpicos. Sin embargo su rodilla había dicho basta. Reapareció en el Europeo de Madrid colgándose el oro y el siguiente gran reto era el Mundial. Pero ahora vuelve a ser otro sueño roto en su carrera después de una dura derrota. 

La onubense ha caído derrotada contra una de las grandes favoritas a llevarse el oro. Se trata de la número uno del mundo y jugadora local Akane Yamaguchi. La española sabía que en los cuartos de final iba a llegar su primera prueba de fuego real y no ha podido superarla. Ya en octavos sufrió de lo lindo este pasado jueves teniendo que levantar hasta cuatro puntos de partido. Sin embargo, contra Yamaguchi la losa ha sido demasiado pesada. 

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Marín ha perdido por la vía rápida, en dos sets, pero muy disputados ambos. Mismo resultado, 21-17 para la japonesa, y malas sensaciones en muchos momentos con su juego. Demasiados para intentar dar la vuelta a un partido que no ha podido dominar a su gusto y en el que ha ido a merced de su rival.

Carolina Marín durante su partido con Yamaguchi en el Mundial de Tokio de bádminton 2022 EFE

Yamaguchi, actual campeona del mundo, iguala así el tanteador particular con la española ya que en sus 14 enfrentamientos, siete han caído de un lado y otros siete del otro. Para muchos era una final anticipada y Carolina, sin suerte eso sí, la afrontó como tal. Salió con mucha determinación y consiguió abrir un parcial de 3-0 a su favor. Era una buena forma de jugar sus bazas. 

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Además, cargó mucha importancia de su juego en los puntos largos. Sin embargo, Yamaguchi consiguió dar la vuelta a la situación aferrándose a la red hasta empatar. En ese momento, Carolina empezó a ver que el vendaval de la nipona ante su público se había desatado. La número uno del mundo tiene el reto de resarcirse tras haber quedado quinta en los Juegos Olímpicos de Tokio. Una victoria ante su gente curaría en cierto modo esa gran herida. 

Ambas llegaron igualadas el ecuador del primer set. Sin embargo, en ese momento fue cuando la local pisó el acelerador de manera progresiva y fue abriendo un pequeño hueco que llevó a Carolina a contrapié y que fue haciendo grande su ventaja. Aparecieron también los errores en el juego de Carolina. Yamaguchi se puso 20-15 y aunque la andaluza salvó dos puntos de set, sucumbió al tercero. 

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Carolina Marín se lanza para salvar un punto en el Mundial de bádminton de Tokio 2022 EFE

Yamaguchi pone la puntilla

Ya en el segundo set, Carolina no se descompuso y consiguió subir su nivel de juego un poquito más. Aún así, seguía sufriendo con los volantes a sus pies enviados por su oponente. Una batalla muy disputada que consumió la primera parte de la segunda manga sin que ni la nipona ni la española pudieran romper el ritmo a su favor. 

No fue hasta el 16-13 cuando Yamaguchi consiguió despegarse un poco de 'Caro' en el marcador, momento en el que rompió el partido de su lado. Con Marín ya a la contra, fue para ella más sencillo manejar la situación a su antojo. Con 19-17, se produjo el momento tenso del partido. Carolina cayó de espaldas al intentar recuperar un volante y se golpeó con fuerza en la cadera. Ahí recibió la española su puntilla. Ya tocada, solo pudo ver como la número uno del mundo certificaba su triunfo y su pase a la lucha por las medallas tras no poder consumar su segundo milagro.