Marco Asensio, señalándose el escudo del Real Madrid.

Marco Asensio, señalándose el escudo del Real Madrid. REUTERS

Fútbol EL CLÁSICO

El Clásico de la Copa del Rey, la penúltima vía de escape para el Real Madrid antes de la Champions

Los blancos tienen la necesidad de conseguir el pase a la final para no fiar toda su temporada a la baza de la competición europea.

5 abril, 2023 02:15

Al Real Madrid se le ha ido complicando la temporada con el paso de los meses. Se las prometía muy felices cuando comenzó levantando la Supercopa de Europa ante el Eintracht de Frankfurt. También cuando enlazó en el arranque del curso nueve victorias consecutivas entre Supercopa, Liga y Champions League, o cuando estuvo sin perder 16 partidos y dos meses de competición.

Aquel equipo de Carlo Ancelotti volaba, no encontraba rival y parecía imposible encontrar a alguien que se interpusiera en su camino. Ni siquiera el Fútbol Club Barcelona, ya que en el primer Clásico del curso la victoria cayó del lado blanco por 3-1 en el Santiago Bernabéu. Eran tiempos de felicidad desatada en el madridismo, pero poco a poco todo fue torciéndose con el paso de las semanas.

El Real Madrid dejó de brillar, su juego entró en barrena y comenzó a acumular pinchazos inesperados. En Champions League, esa competición con la que tiene una relación inexplicable, nada de ello afectó, pero los puntos de ventaja que tenían los blancos en Liga sobre el Barcelona se esfumaron y no sólo eso, sino que los culés se marcharon en la clasificación de una forma escandalosa. Además, los de Xavi también ganaron en la final de la Supercopa de España.

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En el lado positivo, los blancos se hicieron con el Mundial de Clubes, pero es una de esas competiciones que suman poco en el caso de ganarlas y restan mucho más si no se consiguen. Con la Liga perdida y todavía en cuartos de final de Champions League, el título más cercano para el Real Madrid es la Copa del Rey. Está a las puertas de una final, y aunque no sea el premio gordo de la temporada sí que puede servir para, en el caso de que no lleguen más entorchados, maquillar el curso porque la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes suponen un bagaje demasiado discreto.

No va más

Al Real Madrid le quedan dos balas para salvar la temporada y en el madridismo son conscientes de ello. Una de ellas la gastará irremediablemente este mismo miércoles en las semifinales de la Copa del Rey, mientras que la otra tiene algo más de recorrido todavía porque es la de Champions League. 

La Copa suele ocupar un lugar secundario habitualmente en el escalafón del Real Madrid al inicio de la temporada, aunque el tiempo reubica los objetivos y ahora mismo pasa a ser una prioridad para el equipo blanco. Lo es no sólo por estar en unas semifinales al borde de llegar a la final, sino porque el pase implicaría dejar en la cuneta al Barça y devolverle la moneda de los últimos tres Clásicos.

Luka Modric se lamenta con Koundé al fondo y ante la mirada de De Burgos Bengoetxea.

Luka Modric se lamenta con Koundé al fondo y ante la mirada de De Burgos Bengoetxea. EFE

Además, si los de Carlo Ancelotti consiguen el billete para jugar en el Estadio de La Cartuja son conscientes de que partirían como favoritos, por lo que el pase a la final cobra todavía más importancia si cabe. No en vano, hace ya 9 temporadas que el Real Madrid no sabe lo que es meter este trofeo en sus vitrinas. Ha llovido ya bastante desde que en 2014 venciera precisamente al Barça en la final de Mestalla, y desde entonces los blancos ni siquiera han vuelto a pisar una final.

La misión es complicada, porque el Real Madrid tiene que remontar en un escenario como el Camp Nou un resultado desfavorable, pero el premio es doble por dejar fuera al Barça y por dar un paso hacia uno de los tres grandes títulos de la temporada. Si los blancos no consiguen ganar nada más pero sí que se hacen con la Copa, conseguirían al menos aprobar el curso. 

La duda de Ancelotti

La mejor bala que todavía tiene guardada el Real Madrid en la recámara es la de la Champions League. Aún está vivo en su competición predilecta, aunque es consciente de que todavía está en los cuartos de final y que tiene un camino muy largo por delante como para pensar en el título.

Dejó con solvencia al Liverpool en el camino y ahora tiene por delante a otro equipo inglés como el Chelsea. No está siendo tampoco la temporada más brillante de los de Stamford Bridge porque en la Premier League se arrastran por la zona media de la tabla con más pena que gloria y además acaban de cambiar de entrenador, pero en Europa cambian la cara y muestran su mejor versión.

Por supuesto, ganar la Decimoquinta justificaría cualquier error cometido a lo largo de la temporada. El desliz de la Supercopa de España o el declive en Liga ante el máximo rival quedaría en un segundo plano si en la sala de trofeos del Santiago Bernabéu hay que hacer sitio para una Copa de Europa más.

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Seguramente quien más se esté jugando en todo este tramo final de la temporada sea Carlo Ancelotti. Se suele decir que en el Real Madrid el entrenador que no gana ninguno de los tres grandes títulos no sigue la temporada que viene, y en ese sentido el técnico italiano ya comienza a moverse en el alambre.

La Liga ya está completamente descartada. Los 12 puntos de ventaja que tiene el FC Barcelona con el último Clásico ya jugado hacen que sea prácticamente imposible pensar en reducir esa diferencia. La Champions todavía se ve lejos así que estas semifinales de la Copa del Rey resultan capitales porque también pueden marcar el estado de ánimo de los blancos de cara a la competición europea.

Si Ancelotti consigue la Copa del Rey y no llega después nada más, sería más fácil justificar su continuidad de cara a la temporada que viene para cumplir su contrato. De lo contrario, los rumores sobre su posible salida, con Brasil profundamente interesada, serían más fuertes que nunca.