Luis Rubiales, presidente de la RFEF

Luis Rubiales, presidente de la RFEF

Fútbol CORONAVIRUS

El fútbol no profesional y la factura del protocolo contra la Covid: sin dinero de la RFEF es imposible

Las categorías dependientes de la Federación reclaman volver a competir cuanto antes para sobrevivir a la crisis. Sin embargo, la situación económica hace imposible afrontar la inversión del protocolo sin ayudas.

4 septiembre, 2020 00:15

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El fútbol no profesional sigue esperando la aprobación del protocolo sanitario elaborado por el Consejo Superior de Deportes. Se espera que en las próximas horas sea refrendado tras el visto bueno de las Comunidades Autónomas. Estas, desde un primer momento, vieron con buenos ojos el documento compartido por el organismo liderado por Irene Lozano. Una vez se publique el protocolo contra la Covid-19 definitivo, el reloj para el inicio del fútbol no profesional comenzará su cuenta atrás.

Estas próximas semanas hasta el inicio de las competiciones, pese a haber cerrado el capítulo de la incógnita sobre el calendario y el plan contra el coronavirus, no estarán libres de polémicas y dudas. Sobre todo en lo que respecta a abordar económicamente el protocolo obligatorio. Ligas como la Primera División de fútbol sala, la Liga Iberdrola o categorías como la Segunda División B o Tercera, que se reunirán con el CSD tras sus desencuentros con la RFEF, han manifestado tanto en público como en privado la necesidad de contar con apoyos económicos. Sin ellos, será imposible para la mayoría afrontar el protocolo. Y estos tienen que venir desde la Federación.

Según transmiten a EL ESPAÑOL algunos de los afectados, no tienen confirmación de que la Real Federación Española de Fútbol presidida por Luis Rubiales vaya a apoyarles económicamente. En las últimas reuniones se dio a entender que serían los clubes quienes financiaran la inversión en su totalidad, aunque se ha evitado dar cualquier detalle sobre el tema hasta que el protocolo no sea oficial.

Ellos reclaman que, como organizadora, es la Federación la que tiene que sufragar todos los gastos sanitarios. En caso de que no sea en su totalidad, sí que deben hacerlo en parte. La situación económica no es fácil y los clubes de las diferentes categorías, tras meses de parálisis por la Covid-19 y semanas de entrenamientos inútiles por el retraso de la competición, no pueden soportar una inversión de última hora como esta.

Amanda Sampedro, Atlético de Madrid, y Kheira Hamraoui, Barcelona, durante los cuartos de final de la Woman's Champions League

Amanda Sampedro, Atlético de Madrid, y Kheira Hamraoui, Barcelona, durante los cuartos de final de la Woman's Champions League EFE

Es por ello que, a falta de que el protocolo se cierre y sea definitivo, las diferentes categorías reclaman a la Federación un soporte económico para hacer frente al cumplimiento de este documento. Señalan los fondos que recibe la RFEF y no los clubes y, principalmente, su condición de organizadora.

La inversión más arriesgada

Una de las grandes dudas con las que cuenta el protocolo es el tema de las pruebas PCR. Según pudo saber EL ESPAÑOL, y así se publicó desde un primer momento, es que el CSD apuntó en su protocolo la obligación de realizar estas pruebas antes de cada competición y no de cada partido. Sin embargo, la mala redacción de esta parte del texto sembró dudas en clubes y jugadores en una situación lo suficientemente tensa.

Cuando el protocolo sea refrendado, esta incógnita se despejará. Por el momento, el sindicato mayoritario entre jugadores y jugadoras de fútbol como AFE ha espetado que es necesaria que las pruebas PCR se realicen 72 horas antes de cada encuentro para no poner en riesgo la salud de los deportistas. Y esta inversión no podrá ser asumida por los clubes en solitario. De ahí la importancia y necesidad de que intervenga la Federación.

Según los cálculos de las directivas, y que ha podido conocer este periódico, las cifras para afrontar el protocolo únicamente en suministro de PCR podría superar los 100.000 euros por equipo, ya sea en Segunda B, Tercera, Liga Iberdrola o la máxima del fútbol sala. El precio de las PCR supera los 100 euros por unidad. Si a eso se le suman las plantillas y cuerpo técnico, y todas las jornadas que se tengan que disputar, la cifra que todos barajan es la de los 100.000 euros por equipo.

Una cantidad que es imposible de asimilar en el mes de septiembre. No se puede sacar una partida de ese calibre a estas alturas, según trasladan a EL ESPAÑOL, y menos teniendo en cuenta que los ingresos por abonados y entradas están en el aire por la incógnita sobre si podrá acudir el público.

El ejemplo más claro: la Liga Iberdrola, que ha sufrido un duro golpe estos últimos meses y que se enfrenta a un futuro repleto de altibajos a nivel económico y deportivo. Serían algo más de dos millones de euros en PCR para toda la temporada e incluyendo a todos los equipos. Una cifra que la mayoría de los clubes no podrían asumir, pero que es más asequible para la Federación.

Estadio Romano de Mérida

Estadio Romano de Mérida AD Mérida

Más allá de las PCR

La duda de los PCR es la que marcará si el protocolo es más o menos asequible. Queda claro que, en caso de que se acabe modificando la versión inicial y sea obligatoria su realización antes de cada partido, los clubes no podrán hacer la inversión necesaria para cumplir el protocolo. Sin embargo, los problemas económicos no quedan reducidos a estas pruebas, sino que también se extienden a otras recomendaciones y reglas del protocolo para velar por las seguridad de los deportistas. Sin la Federación, también será difícil de afrontar.

El CSD creó tres puestos para controlar el cumplimiento del protocolo. Dos de ellos dependerán de los clubes y pueden ser trabajadores que ya estén en la entidad. Es lo que se ocurrirá en la mayoría de equipos, pues la delicada situación económica complica y mucho incorporar a nuevos trabajadores que se hagan cargo del protocolo. Pero esos dos cargos, el Delegado del Cumplimiento del Protocolo, que tendrá que tener un prestigio en el club, y el Responsable Higiénico.

A ello se suman una serie de recomendaciones a la hora de los desplazamientos. En el protocolo se habla de procurar que haya habitaciones individuales para cada jugador y evitar contactos en los desplazamientos. Igualmente, habrá que sumar la inversión del control sanitario que debe haber en los pabellones, donde la desinfección y controles a todo aquel que acceda a las instalaciones deberá ser revisado por el Responsable de Higiene.

En definitiva, el mundo del fútbol no profesional espera con cautela la publicación del protocolo sanitario contra la Covid-19. Una vez sea el texto final que haya que cumplir, los clubes analizarán su viabilidad y, en cualquier caso, pedirán que la organizadora de la competición asuma los costes. En los cuatro casos la señalada es la RFEF.

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