Falta sólo un mes para que se produzca uno de los acontecimientos sociales más importantes del año para la prensa del corazón: el enlace de la marquesa de Griñón. Han sido muchos los contratiempos que han tenido que afrontar, como lo sucedido con el vestido de novia, pero los preparativos ya están ultimados. Se ha dado a conocer incluso la invitación de la boda de Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (33), un diseño clásico que encierra información significativa de la pareja, su personalidad y el papel de cada uno en el esperado "sí, quiero".

La presentadora Sonsoles Ónega (45) la mostraba en directo en su programa. Una tarjeta blanca, de forma cuadrada, con un texto que dice: "Tamara e Íñigo tienen el gusto de invitarte a la ceremonia religiosa y a la celebración de su matrimonio que tendrá lugar (Dios mediante) el sábado 8 de julio de 2023, a las siete de la tarde, en el Palacio El Rincón (Aldea del Fresno, Madrid). Se ruega confirmación".

Llama la atención la tipografía elegida, como si la hubieran escrito de su puño y letra. La grafología es una técnica gracias a la cual se puede conocer la personalidad de alguien valiéndose del análisis de su escritura, pero desde el punto de vista publicitario también sirve como vía de comunicación. Una invitación es, al fin y al cabo, una presentación de marca de los propios contrayentes. 

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Es por este motivo que EL ESPAÑOL ha querido ir más allá del simple aspecto estético de la tarjeta, clásico y minimalista, para profundizar en el mensaje oculto de la misma. Macarena Arnás, grafóloga, escritora y coach, analiza los detalles más llamativos y los compara con las respectivas firmas de los novios, encontrando algunos puntos en común.

"La invitación, aunque no sea escrita de puño y letra, lo parece. Además, se han seguido rasgos propios de la caligrafía de Íñigo, es como un reflejo de su propia marca. Él suele prolongar su letra hacia la derecha y en la invitación eso se ha mantenido. En grafología lo llamamos el rasgo del procurador, que quiere decir que es una persona disfrutona, con cierta rapidez mental, facilidades para los negocios y con bastante creatividad", asegura.

El hecho de que la letra elegida para la invitación se parezca bastante a la de Onieva denotaría que el empresario "ha tenido bastante peso en el diseño. Los trazos del texto evidencian que es una pareja que se lo puede pasar muy bien, pero también hay un cierto grado de desconfianza". 

La invitación y las firmas originales de los novios. Mediaset

Además, se puede observar que es un trazo firme, lo que a juicio de Macarena Arnás "indica cierta cabezonería". Las letras del texto de la invitación son ligadas y desligadas a partes iguales, lo que podría interpretarse como que Tamara e Íñigo son "una pareja que se relaciona con unos y con otros dependiendo de la situación en la que se encuentren, del entorno. La letra es muy estética, lo que quiere decir que la imagen y la apariencia es muy importante para ambos".

Una de las cosas que más llama la atención es la disposición de los nombres en el encabezamiento de la tarjeta. La T de Tamara, grande y con el trazo extendido, igual que sucede con la I de Íñigo: "Esto habla de un exceso de control, indica planificación y necesidad de protegerse, sobre todo en la parte de ella". Además, ambos nombres aparecen muy juntos y unidos por el símbolo and: "Denota necesidad de aparentar unión, no es un rasgo espontáneo en grafología". Para terminar con el análisis, en el texto las mayúsculas de las palabras son grandes, lo que expresa orgullo.

La invitación ha sido cuidada al detalle, la tinta en azul sobre fondo blanco, los nombres de los padres de los contrayentes en las esquinas superiores y el texto centrado. Sin embargo, hay un detalle que la hace especial. En la cara puesta hay un hueco vacío para que los invitados coloquen una foto del enlace y luego puedan guardarla como recuerdo.