Vinos

El Concurso de Cambados y los mejores albariños 2020

Hablamos de los tres mejores albariños 2020, flamantes vencedores de la trigésimo tercera edición del Concurso-Cata del Albariño de Cambados.

23 agosto, 2021 12:38

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Cambados es una preciosa localidad considerada la capital del Salnés, el valle en el interior de Pontevedra que da a la ría de Arousa, y donde existe la mayor concentración de viñedos de la variedad “albariño”. Justo cuando se funda la denominación de origen Rías Baixas en 1988, hace 33 años, se inauguraba el Primer Concurso-Cata del Albariño en Cambados. No han parado en todo este tiempo y en los últimos dos días de julio se ha celebrado su XXXIII concurso en que un grupo de catadores, del panel de cata del Consejo Regulador de la D.O. y de especialistas que fuimos de fuera, catamos más de 60 muestras de diferentes bodegas que concluyeron en los tres premios otorgados por este jurado. El primer premio fue para Noelia Bebelia, de la bodega del mismo nombre. El segundo fue para Gran Bazán Verde, de bodegas Agro de Bazán y el tercero para Bouza do Rei, de bodegas Bouza do Rei.

La cata fue sobre vinos jóvenes del año, es decir, de la cosecha 2020, y monovarietales de “albariño”. Una cata realmente difícil, porque bien hechos se parecen muchísimo unos a otros. En vista aparece el típico amarillo pajizo con ribetes o bordes verdosos, el color habitual de los vinos blanco jóvenes. En nariz dominan los recuerdos de frutas blancas, manzana, pera, herbáceos, heno recién cortado, cítricos; y en boca suelen ser sabrosos, potentes, con una marcada acidez que les da frescura. Pues así eran la mayoría; de modo que hubo que afinar mucho.

Estos vinos que nacieron así en 1988, fueron los que emocionaron y abrieron la puerta a la que hoy es una potencia vinícola. En estos 33 años se han hecho muchas cosas. En primer lugar, hay dentro de la D.O. cinco subzonas: O Rosal y Condado de Tea, ambas al sur, a orillas del Miño, donde además de la “albariño” utilizan otras variedades como la “treixadura", “loureira” y “caíño blanco” que le dan otros toques distintos. La tercera es O Salnés que junto con otras dos más pequeñas y recientes: Soutomaior y Ribera del Ulla, trabajan la “albariño” únicamente.

Desde el principio las bodegas se pusieron a hacer pruebas, para no quedarse en los vinos jóvenes, nada más, por muy fragantes y frescos que sean. Se empezó fermentando en barrica o criando en madera, y los vinos salían dominados por los aromas del roble, que se lo comía todo. Se llegó a decir que “albariño” y barrica se odian. Ahora han hecho más las paces y la madera muy sutil y muy usada de mejores resultados. Lo que sí dio resultado enseguida fue el “envejecimiento” con sus lías, que son desechos de la fermentación, de las cuales se quitan las más gruesas y el resto, las finas, se dejan con el vino meses, incluso años para darle untuosidad, grasa y volumen en boca. También se seleccionan las uvas más maduras y de calidad, se mantienen un tiempo en lías, y luego van a botella donde se les deja evolucionar durante años. En resumen, que ahora hay un abanico de vinos de Rías Baixas realmente para todos los gustos con diferencias muy marcadas; y en conjunto una línea de muchísima calidad.

Noelia Bebelia

Volviendo al reciente concurso vamos a valorar los tres ganadores. El primer premio ha sido para la bodega Noelia Bebelia. Simón y Noelia son un matrimonio de viticultores que cuentan con tres hectáreas en la subzona de Soutomaior. Una bodega muy pequeñita y bien cuidada. El año pasado en el concurso de Cambados consiguieron la plata, y este año ya el oro. No es de extrañar. Su vino destaca por su intensidad en nariz, es limpio, directo, fragante, frutal y floral a la vez, ligeros cítricos. Llama bien a boca, donde cumple de sobra: es potente, sabroso, salino, muy fresco. Está en 17 euros.   

Agro de Bazán

La plata ha recaído en el más sencillito de una firma muy prestigiosa llamada Agro de Bazán. Fundadora de la D.O. en 1988, con una gran finca en pleno Salnés, parecía que se descolgaba del pelotón de cabeza hasta que la compró Pedro Martínez, cartagenero, farmacéutico y químico, profesor de bioquímica en la Universidad de Murcia y durante 30 años jefe del servicio de laboratorio del hospital Virgen de la Arrixaca, que la ha hecho remontar y ponerla de nuevo en el sitio que se merece. Martínez es propietario, también, de Baigorri, una de las más destacadas bodegas de Rioja Alavesa. El Gran Bazán Verde 2020 es muy reconocible con todos los matices de la variedad en nariz, como manzanas, herbáceos y cítricos. En boca es potente con mucho brío, con una acidez afilada, y muy agradable. Su precio es de 10,30 euros.

Bouza do Rei

Cierra el podium. Bouza do Rei 2020. Es otra de las firmas pioneras, también ubicada en el Salnés y ha ido creciendo hasta controlar unas 100 hectáreas de viñedo, lo que es mucho para el minifundismo loca. Este albariño joven tiene la virtud de la sutileza, aunque aparecen recuerdos de melocotón, florales y una boca con clara intensidad, robusta, potente y a la vez fresca. Está en unos 10 euros.