Sea cual sea tu dulce favorito, hay un vino con el que combina especialmente bien, y es que no hay por qué pasarse al agua cuando llega el que, para mucha gente, es el momento más esperado del menú. Toma nota, estos son algunos de los mejores vinos para servir con el postre.

Mirto y los postres de chocolate

Mirto es uno de los Riojas más especiales de Ramón Bilbao, el vino de autor de la bodega, elaborado en su totalidad con uvas tempranillo y de color rojo rubí. Un vino muy untuoso en boca y en el que predominan los aromas a cerezas maduras y fruta negra fresca. Es el vino ideal para servir con postres de chocolate como brownies, bizcochos, tartas como la Selva Negra, mousses y cremas de cacao, trufas y turrones de chocolate.

Edición Limitada Lías Verdejo con tartas de queso

La crianza de ocho meses en barricas de roble francés y húngaro sobre sus propias lías le otorga matices únicos a este Verdejo Edición Limitada Lías de Ramón Bilbao, con Denominación de Origen Rueda. Un vino complejo, con cuerpo, fresco e intenso en nariz, con aromas cítricos que preceden a otros matices mentolados. Es el vino perfecto para acompañar una cremosa tarta de queso, ya sean horneada o elaborada en frío.

Viñedos de altura, para postres con manzanas

Las manzanas son unas de las frutas más utilizadas en nuestros postres. Tartas con base de hojaldre como la famosísima Tarta Tatin, los bizcochos con manzana, las compotas, los crumbles, los flanes de manzana o las propias manzanas asadas son solo algunos de los múltiples ejemplos. Para acompañar tantas posibilidades, Viñedos de Altura de Ramón Bilbao se postula como el compañero perfecto. Este vino, fresco y equilibrado en acidez, se elabora con una combinación de garnacha y tempranillo a partes iguales que fermentan por separado para producir un vino joven, de color rubí, con aroma a frutos rojos y notas balsámicas.

Reserva Original para el Roscón de Reyes

El día de Reyes no puede faltar el Roscón, uno de los postres más tradicionales de nuestra Navidad. Una masa de pan dulce en el que destaca el aroma de azahar como seña de identidad y que puede tomarse solo o con diversos rellenos entre los que triunfan la nata y la trufa. Y para brindar con un clásico, nada mejor que otro clásico como el Reserva Original de Ramón Bilbao, un vino creado para armonizar con la tradición. De color rojo rubí con aromas a fruta negra y roja, regaliz, mentolados y caramelos de violeta, acidez media que marida a la perfección con dulces como el popular roscón.

Sauvignon Blanc y las peras al vino

Para los amantes de postres menos contundentes, aunque no por ello menos golosos, también hay opciones como peras al vino, sorbetes de frutas, macedonias,… Con este tipo de postres, light y marcados sabores de frutas diversas, el mejor maridaje lo tendremos con el Sauvignon Blanc de Ramón Bilbao que aportará sus matices de frutos cítricos, flores blancas y frutas exóticas. Sin duda un vino fresco y equilibrado.