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Santander, los mejores restaurantes para disfrutar de la gastronomía cántabra

¿Viajas próximamente a Santander? La capital cántabra se postula como un destino gastronómico en sí mismo. Estas son las direcciones imprescindibles para hincarle el diente. 

19 octubre, 2021 16:41

Todavía no he conocido a nadie a quien no le guste Santander. Cómo para no quedar prendado de la capital cántabra. Ha sabido conjugar a la perfección un pasado señorial, que mira al mar, con la modernidad que le otorgan espacios como el Centro Botín de Renzo Piano.

Resulta imposible no abrumarse con la playa del Sardinero, el paseo Pereda o el Palacio de la Magdalena, donde Alfonso XIII pasaba sus veranos con Victoria Eugenia. A nivel cultural y de ocio, Santander es todo un portento. Pero hoy vamos a hablar de otro de sus grandes reclamos, la gastronomía y cómo, en los últimos años, la ciudad se ha posicionado como indispensable para los viajeros en busca del buen comer.

Y lo tenía todo para triunfar. Excelente producto venido del Cantábrico, carnes, sobaos pasiegos, anchoas o uno de los platos míticos en la ciudad, las rabas de calamar. Estas son las direcciones para un viaje gastronómico inolvidable.

Los clásicos de siempre

¿Una primera visita a la ciudad? Entonces hay que iniciar por el principio, por esos lugares que llevan décadas haciendo felices a los comensales que pasan por allí. El más conocido, Cañadío. El de Santander es la casa madre, un restaurante que abrió sus puertas en 1981 y que supuso la semilla de todo el grupo que vino después, con diferentes sedes en Madrid y un homónimo en el barrio de Salamanca, capitaneados por Paco Quirós.

Cañadío Santander

Cañadío Santander

En Cañadío, dirigido desde 1991 por Teresa Monteoliva, se propusieron poner en valor a la casa de comidas de siempre, con platos sencillos, reconocibles y ajenos a modas. Su buen hacer y el excelente producto con el que trabajaban, pronto les dieron resultados y Cañadío se convirtió en uno de los restaurantes más demandados de la ciudad. 

Tortilla de patatas - Cañadío

Tortilla de patatas - Cañadío

Hoy todo el que les visita sigue alucinando con sus rabas, sus bocartes frescos, con un pudin de cabracho de roca que homenajea a Juan Mari Arzak, con el pincho de merluza o con su tortilla, que además acaba de ser reconocida como la Mejor Tortilla de patatas de España en el XIV Campeonato de España de Tortilla de Patatas Trofeo Tescoma. Y por supuesto, de postre, su célebre tarta de queso, reconocida por muchos como la mejor del país. 

Tarta de queso - Cañadío

Tarta de queso - Cañadío Macarena Escrivá

Otro de los más longevos es La Bodega del Riojano. Abrió sus puertas en nada menos que 1940 y tantos años después, ahora en manos del hostelero Carlos Crespo y el Grupo El Riojano, sigue siendo un lugar de referencia en la ciudad. Y uno sigue disfrutando igual tanto en su sala, donde se encuentra el famoso Museo Redondo, repleto de cubas de vino pintadas por artistas, como en su zona de barra.

Sala Bodega del Riojano

Sala Bodega del Riojano

¿Qué no perderse en esta casa? Los caracoles guisados a la riojana, las rabas de calamar, su ensaladilla rusa con anchoas, rabanitos, aceitunas, huevas de salmón y unas piparras o una suculenta tortilla con salsa de callos, chorizo ibérico y alioli. Y eso solo por citar algunos, porque ningún plato de su carta tiene desperdicio.

Ensaladilla rusa - Bodega del Riojano

Ensaladilla rusa - Bodega del Riojano

En una ruta por los clásicos de Santander, no puede faltar una visita a la Bodega La Cigaleña, el sitio perfecto para los amantes del mundo del vino. Desde 1949, la familia Conde ha hecho de esta una sede del buen beber y comer. Entrar allí es hacerlo a un mundo de reliquias vinícolas, recortes de periódicos y souvenirs de viajes que han ido haciendo de La Cigaleña lo que es hoy en día.

Bodega La Cigaleña

Bodega La Cigaleña

Ahora en manos de los hermanos Conde Laya, han sido éstos los que han cuidado la tradición del lugar. Lo mejor de todo es que han apostado por abastecerse de vinos naturales, añadiéndolos a las reliquias de vinos viejos y difíciles de encontrar en otros establecimientos que atesoran en sus bodegas.

Y no todo iba a ser beber, porque también se preocupan por tener una propuesta gastronómica a la altura en la que apuestan tanto por el producto, como anchoas de Cantabria, morcilla de Cigales, torreznos de Soria o un paté de campaña, como por platos elaborados que van desde unas verdinas con almejas, hasta pato azulón a la naranja, pasando por platos como su ramen lebaniego. 

Verdinas con almejas - Bodega La Cigaleña

Verdinas con almejas - Bodega La Cigaleña Macarena Escrivá

Vale que no está en Santander, sino a apenas unos minutos en coche o en un trayecto en la barca-taxi que lleva hasta Pedreña. No podía hablar de la zona sin poner el acento en otro imprescindible, el Asador el Tronky, toda una institución en la zona. Pedro Guevara e Isabel Peña llevan más de 20 años aquí, preparando con maestría pescados y carnes en brasas de carbón.

Sardinas - El Tronky

Sardinas - El Tronky Macarena Escrivá

Y doy fe de que aquí me he comido las mejores sardinas asadas de mi vida. Pero también pescados espectaculares, como besugo, dorada o bonito en temporada y marisco fresco con ejemplares de navaja morguera, percebes o almejas al ajillo. 

Santander de barra en barra

Con la vuelta del consumo en barras, vuelve la emoción. Recuperamos una de esas cosas que la pandemia dejó de lado y una de las más divertidas. Y en Santander hay unas cuantas de lo más apetecible.

Las que no pueden faltar en un viaje a la capital cántabra son algunas como la del restaurante Del Puerto, donde disfrutar viendo -y comiendo- los ejemplares de marisco que presentan en su vitrina o unas gambas gabardina sin rival en la ciudad, que justifican la visita.

Gambas gabardina - Del Puerto

Gambas gabardina - Del Puerto Macarena Escrivá

No le queda a la zaga la barra de La Mayor, donde preparan unas de las rabas más preciadas de todo Santander. Tiene las clásicas de magano fresco, pero si pides las de la casa, verás su particularidad, ya que aquí las hacen de chipirón, crujientes y con un rebozado perfecto.

Rabas - La Mayor

Rabas - La Mayor Macarena Escrivá

Y si hablamos de rabas, La barra de la Bombi es otra institución. Desde 1934, Antonio del Ojo y su mujer Bernardina, abrieron esta taberna que se hizo famosa por sus anchoas en aceite y sus sardinas recién traídas del puerto. Hoy no te puedes ir de allí sin probar unas rabas, sus célebres almejas a la sartén, bocartes a la plancha o maganos encebollados

Lo más novedosos y modernos

Santander también tiene esa vena moderna que tan estimulante es muchas veces. Y una de las cocinas con mayor proyección de la ciudad, es la de Sergio Bastard en La Casona del Judío. En la que fuera una antigua casa indiana, ostenta dos soles Repsol y muchos lo ven como candidato a estrella Michelin en la próxima edición de la guía. De hecho, se coronó como el restaurante número 1 de España en 2020 según TheFork.

La Casona del Judío

La Casona del Judío

Bastard coge los ingredientes de la zona y los reinterpreta en clave moderna y de autor. La propuesta va cambiando según la temporada y ya sea a la carta o pidiendo uno de sus tres menús degustación, este restaurante merece un alto en el camino.

La Casona del Judío

La Casona del Judío

En 2007 abría sus puertas Días Desur y fue hace dos años, en 2019, cuando Carlos Crespo recogió el testigo y se puso al frente de este restaurante cosmopolita e informal. ¿La idea? Un espacio donde sirven 'comida confortable' tal y como ellos la llaman. Se trata de una comida casera, que preparan con productos de alta calidad y de proximidad y todo ello a precios razonables. 

Días Desur

Días Desur

El jefe de cocina del grupo El Riojano, Álex Ortiz, replica aquí algunos de los platos que los han hecho famosos, como su tortilla de patata con bonito, la ensaladilla rusa, las croquetas de jamón y un genial pastel de cabracho que acompañan de salsa tártara y pan crujiente. ¿De postre? Un flan de huevo y caramelo imbatible, de esos que no se olvidan fácilmente.

Café Centro Botín

Café Centro Botín

Del mismo grupo también vale la pena pasar a tomar un vermú en Vermutería Solórzano o por el recién abierto Café del Centro Botín, donde se puede desde desayunar, hasta tomar la primera copa de la noche. 

Descansar como un rey en el Eurostars Hotel Real

Patearse y comerse la ciudad deja a cualquiera con ganas de descansar y reponer fuerzas para lo próximo. ¿El lugar elegido en este caso? El Eurostars Hotel Real. Conocido popularmente como la 'dama blanca', este hotel puede presumir de ser uno de los mejores de la ciudad y uno de los que más historia tiene.

Ubicado frente a la playa de los Peligros, fue mandado construir por el mismísimo Alfonso XIII, que tras recibir como regalo el Palacio de la Magdalena, necesitaba un lugar donde alojar a su corte. Fue el arquitecto González de Riancho, el que tras proyectar el Palacio de la Magdalena, propuso un edificio que seguía el estilo del hotel Palace de Madrid y el María Cristina de San Sebastián, de una arquitectura imponente 

Así, el 12 de julio de 1917 abría sus puertas este hotel, venido a convertirse en emblema de Santander. Pasaron los años y fue testigo de fiestas, banquetes, eventos y veraneo de reyes, aristócratas y nobleza. Más de un siglo después, el hotel sigue manteniendo ese carácter regio, de lujo y exclusividad que lo hace único. 

Y esos lugares que antaño acogieron a tan magnos visitantes, hoy disponen de todas las comodidades para alojar al viajero moderno. ¿Qué nos ofrece en este caso? Amplias habitaciones, muchas de ellas con balcones y vistas al mar, perfectas para garantizar nuestro descanso y un centro de talasoterapia con circuito de aguas, sauna y baño turco. 

Tras un sueño reparador, desayunar con vistas a su jardín que atesora más de 80 tipos diferentes de rosas, es la mejor forma de empezar el día. Además, su desayuno es uno de esos de los que merece la pena probar, con embutidos, quesos, fruta fresca y bollería, además de productos de la zona, como sobaos de Joselin o quesada pasiega.