En los últimos años la gastronomía española se ha modernizado tanto que nos hemos olvidado de auténticas joyas culinarias como la famosa leche de pantera, un brebaje de la legión española tan típico como las camisas a pecho descubierto o la propia cabra.

Ahora que parece que sólo nos acordamos de los legionarios cuando su sex-appeal les convierte en trending topic o cuando sacan la cabra de paseo el día del desfile del día las fuerzas armadas (o el de la fiesta nacional) es buen momento para recuperar una de sus mayores invenciones culinarias. Os adelanto que no es ninguna maravilla pero su historia desde luego que merece la pena.

El cóctel de los legionarios: barato, “nutritivo” y fácil de hacer

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Una bebida barata, “nutritiva”, rápida de preparar en zonas complicadas y que sacie el apetito de los soldados. Así es como se podría definir a la leche de pantera, el cóctel de los legionarios. O al menos esa es la idea que el general franquista José Millán-Astray, uno de los padres de la legión española, le transmitió al barman Perico Chicote cuando le encargó la creación de este brebaje.

El barman se inspiró en una leyenda que decía que los soldados heridos mezclaban alcohol etílico con la leche que les daban en la enfermería para crear un cóctel que se prepara mezclando leche condensada, ginebra y hielo. También existen variedades en las que se utiliza leche normal, se le añade canela o en las que se cambia la ginebra por ron, whisky o kiffi (un tipo de hachís). Como para levantar a un muerto, vaya. Si no que se lo pregunten al ex-ministro Bono.

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Algunos dicen que los legionarios le añadían pólvora sacada de los cartuchos que usaban en sus operaciones, aunque no son más que habladurías y poco tienen que ver con la realidad.

En cuanto al nombre, si dejamos a un lado la parte obvia de la leche con la que se elabora, le viene de Celia Gámez, una famosa actriz y bailarina que compartía amistad con el general Millán-Astray y el propio Perico Chicote.

Además de por sus espectáculos, Gámez se caracterizaba por tener unos ojos rasgados que muchos comparaban con los de una pantera. Algo que sus amigos usaron para bautizar el mítico cóctel que beben los legionarios.

Una bebida viejuna de otra época

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Pese a que este cóctel ha estado ligado desde su nacimiento con la legión española lo cierto es que hace años que pasó su mejor época. Desde su creación hasta la década de los setenta su popularidad creció de tal forma que incluso se llegó a poner de moda en los bares civiles. Sin embargo, desde entonces ha ido cayendo poco a poco en el olvido.

Hoy ya nadie pide el cóctel de los legionarios cuando sale con sus amigos. Hace tiempo que la gente sólo piensa la cabra (y ahora parece que también en los legionarios) cuando se habla de la legión española. Y si os soy sincero, visto el semejante pelotazo que es casi mejor que siga donde está.

Foto de cabecera por Asier G. Morato / Cocinillas.

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