
Un plato de coliflor iStock
Ni bechamel ni jamón: el ingrediente que le añado a la coliflor para que esté deliciosa
Una receta con coliflor saludable, fácil y muy rápida de hacer.
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- Total: 20 min
- Comensales: 3-4
Hay verduras que son grandes incomprendidas. Es lo que le pasa a la coliflor, nuestras abuelas y nuestras madres siempre la solían cocinar igual, insípida y aburrida. De ahí a ganarse mala fama, pese a ser un alimento muy saludable, hay un camino muy corto.
Yo no es que la odiase mucho, aunque nunca la habría considerado una primera opción hasta que descubrí a Ottolenghi. Las recetas de este cocinero hacen magia con las verduras y siempre son inspiración cuando toca improvisar platos con lo que hay por la nevera. Jugando con especias y formas de cocinar esta verdura más allá del simple hervido ahora amo fuertemente la coliflor y esta de hoy es una de mis recetas favoritas.
Una receta ligera y nutritiva
Con muy pocos ingredientes, algunos de los cuales solo se usan como condimentos, esta receta de coliflor es una opción nutritiva y equilibrada, ideal para quienes buscan una alimentación saludable sin renunciar al sabor. La coliflor es una verdura de bajo aporte calórico y rica en fibra, lo que favorece la digestión y la sensación de saciedad. Además, contiene compuestos antioxidantes como los glucosinolatos, que han sido estudiados por sus posibles beneficios en la prevención de ciertas enfermedades.
Los pimientos del piquillo son una excelente fuente de vitamina C, que contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico y a la absorción del hierro. Por otro lado, el ajo no solo potencia el sabor del plato, sino que también ofrece propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, ayudando a mejorar la circulación sanguínea y el sistema cardiovascular.
El queso curado, aunque en pequeñas cantidades, aporta proteínas de alto valor biológico y calcio, esencial para la salud ósea. La presencia de semillas de sésamo añade grasas saludables, en especial ácidos grasos insaturados, así como minerales como el magnesio y el zinc, que desempeñan un importante papel en el metabolismo y la función inmunológica.
En conjunto, esta receta es una alternativa deliciosa y saludable, perfecta como guarnición o incluso como plato principal si se complementa con una fuente de proteína adicional. Su combinación de ingredientes favorece un perfil nutricional completo y equilibrado, proporcionando energía de calidad y beneficios para la salud en cada bocado.
Para tener un menú completo, podríamos acompañarla con una fuente de proteína, como un filete de pollo a la plancha, pescado al horno o incluso unos huevos poché o a la plancha, que complementarían el plato de coliflor con aminoácidos esenciales y aumentarían la sensación de saciedad. También podríamos optar por una legumbre ligera, como un hummus de garbanzos o unas lentejas de bote aliñadas, para añadir fibra y proteínas vegetales.
Para terminar de equilibrar el menú, se podría incluir un entrante que consistiese en una ensalada fresca con hojas verdes, tomate y frutos secos, aliñada con un poco de limón y aceite de oliva virgen extra, así se aumentaría la cantidad de vitaminas, minerales y grasas insaturadas cardiosaludables. De postre, una pieza de fruta o un yogur natural serían opciones saludables, saciantes y fáciles de preparar.
Mucho sabor sin olor a coliflor
Una de las razones que más echan para atrás a mucha gente a la hora de cocinar coliflor es el olor que desprende durante la cocción. Para evitarlo, un truco eficaz es añadir un chorrito de vinagre o zumo de limón al agua de cocción, pues el ácido ayudará a neutralizar los compuestos azufrados responsables del olor. Si, además, añadimos alguna especia con propiedades carminativas como el comino, conseguiremos que la coliflor sea más fácil de digerir, evitando la formación de gases.
Una vez resuelto el asunto del olor, para que la coliflor quede deliciosa y acabe siendo mucho más apetecible podemos cocinarla con otros ingredientes ricos en umami. En este caso, el queso curado aporta un toque intenso y salado que contrasta con la textura tierna de la coliflor, además de añadir cremosidad cuando se funde con el resto de los ingredientes. Su umami natural hace que todos los platos en los que se utiliza resulten más sabrosos. Otros ingredientes ricos en umami que ayudan a que la coliflor quede mucho más rica pueden ser, por ejemplo, las anchoas o la pasta de tomate concentrado si lo que se busca es una opción vegetariana.
Los pimientos del piquillo tienen un sabor ligeramente dulce y, cuando están asados en leña, tiene un toque ahumado que combina fenomenal tanto con la coliflor como el queso. Además, sirven para dar color y hacer que el plato sea visualmente más atractivo, algo que, sin duda, nos abre el apetito. Un efecto similar podemos conseguirlo condimentando la coliflor con pimentón ahumado.
Ingredientes para hacer una coliflor riquísima
- Coliflor pequeña, 1 ud
- Pimientos del piquillo asados, 3 ud
- Ajo, 3 dientes
- Queso curado rallado, 2 cucharadas soperas
- Cayena molida, 1/4 de cucharadita (opcional, solo si nos gusta el picante)
- Pan rallado, 1 cucharada
- Semillas de sésamo tostadas, 1 cucharada
- Sal, al gusto
- Pimienta recién molida, al gusto
- Aceite de oliva virgen extra, 2 o 3 cucharadas
- Vinagre, 2 cucharadas
- Comino, 1/2 cucharadita (mejor si es en grano, aunque puede ser en polvo)
Paso 1
Retiramos las hojas exteriores de la coliflor y la separamos en ramitos, descartando los tallos gruesos. No debemos tirarlos ya que podemos utilizarlos en otra preparación, como una sopa o crema.
Paso 2
Ponemos a hervir unos dos litros de agua con el vinagre y el comino y escaldamos la coliflor durante 5 minutos. Pasado este tiempo, la pasamos por agua fría y la escurrimos bien. Reservamos.
Paso 3
En una sartén amplia, calentamos dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra a fuego medio-alto (nivel 8 de 12). Cuando el aceite esté caliente, añadimos la coliflor y la sazonamos con sal y pimienta al gusto. Bajamos el fuego a un nivel medio (6 de 12) y cocinamos la coliflor, removiéndola de vez en cuando para que se haga de manera uniforme. Es importante que la sartén sea lo suficientemente grande para evitar que la coliflor quede amontonada y se cocine de manera desigual.
Paso 4
Mientras la coliflor se cocina, preparamos el sofrito. En una sartén más pequeña, calentamos la cucharada restante de aceite de oliva virgen extra a fuego medio-bajo (4 de 12). Añadimos los dientes de ajo pelados y cortados en láminas finas y los cocinamos lentamente, permitiendo que liberen su aroma sin quemarse.
Paso 5
Continuamos removiendo la coliflor de vez en cuando hasta que adquiera un tono ligeramente dorado y, al pinchar con un tenedor, esté tierna al gusto. Si preferimos una textura al dente, la cocinaremos durante unos 15 minutos; si la queremos más blanda, prolongamos la cocción unos minutos más.
Paso 6
Cuando las láminas de ajo comiencen a dorarse, agregamos los pimientos del Piquillo cortados en trozos pequeños. Cocinamos todo junto durante un par de minutos, removiendo ocasionalmente para que los sabores se integren.
Paso 7
Vertemos la mezcla de ajo y pimientos en un bol y añadimos el queso rallado. Si deseamos un toque picante, incorporamos la cayena molida. Trituramos con una batidora hasta obtener una pasta homogénea.
Paso 8
Cuando la coliflor esté lista, la incorporamos a la sartén con la mezcla triturada. Mezclamos bien para que la coliflor se impregne de los sabores y subimos el fuego a nivel alto (9 de 12). Removemos durante un minuto para ayudar a que el queso termine de fundirse y se integre con el resto de los ingredientes.
Paso 9
Añadimos el pan rallado y las semillas de sésamo tostadas. Mezclamos bien y salteamos durante un minuto más, asegurándonos de que la coliflor quede uniformemente cubierta con la mezcla. Este paso le dará una textura ligeramente crujiente a la capa exterior.
Paso 10
Retiramos del fuego y servimos inmediatamente para disfrutar de su sabor y textura en su punto óptimo.
Algunas ideas para utilizar la coliflor en recetas sencillas
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Coliflor al ajillo con pimentón. Cocemos "arbolitos" de coliflor en agua con sal y un poco de vinagre hasta que estén 'al dente', escurrimos y salteamos en aceite de oliva con ajo laminado y una pizca de pimentón ahumado dulce o picante. Cocinamos hasta que esté dorada y servimos caliente.
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Coliflor gratinada con queso. Un clásico que no falla nunca. Cocemos la coliflor 'al dente', la colocamos en una fuente, cubrimos con queso rallado y gratinamos en el horno hasta que se dore. Opcionalmente, añadimos nata o bechamel para más cremosidad.
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Coliflor rebozada crujiente. Sumergimos los floretes en una mezcla de harina, agua y especias, los freímos en aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes. Acompañamos con una salsa de yogur o mayonesa.
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Coliflor asada con especias. Mezclamos la coliflor con aceite de oliva, curry en polvo, comino y sal y la horneamos a 200 °C durante unos 25 minutos hasta que esté tierna y dorada.
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Arroz de coliflor salteado. Rallamos la coliflor hasta obtener una textura de arroz y la salteamos con ajo, cebolla, huevo y salsa de soja, como si fuera un arroz frito estilo asiático.
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Puré cremoso de coliflor. Es un básico que siempre resulta agradable. Cocemos la coliflor con un poco de leche o caldo y la trituramos hasta obtener un puré suave. Podemos añadir alguna patata si queremos una textura más densa. Añadimos mantequilla, sal y pimienta para potenciar el sabor.
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Tortitas de coliflor y queso. Mezclamos coliflor cocida y triturada con huevo, queso rallado y un poco de pan rallado. Formamos tortitas y las doramos en una sartén con aceite. Pueden tomarse solas o como base de canapés para preparar un aperitivo.
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Pizza con base de coliflor. Un clásico de la cocina saludable de internet. Trituramos la coliflor, la mezclamos con huevo y queso rallado, formamos una base y la horneamos. Luego, añadimos salsa de tomate, mozzarella y los ingredientes deseados.