A finales de mes siempre voy apurado con la comida y los gastos. Por eso procuro aprovechar al máximo toda la comida que dispongo y sacarle partido, ya que el valor que le doy a los alimentos es inconmensurable, nunca tiro nada. Mi objetivo suele consistir en aprovechar lo que queda por la despensa y cocinar un plato equilibrado y saludable. La dicha que uno recibe cocinando con pocas cosas es muy agradable.

Echando imaginación he reparado en que, entre otras cosillas, me quedaba medio saco de patatas, un bote de conserva de espárragos y media docena de huevos. Lo he procesado todo en mi imaginación y me he hecho éste plato tan sencillo. He de confesar que la idea ya me venía de camino a casa, cuando fuí deslumbrado por uno de esos carteles luminosos y manipuladores del Mc Donalds y sus patatas “Deluxe”. Pensé: si ellos pueden, ¿por qué yo no?

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Ingredientes (para una persona):

-1 bote de conserva de espárragos blancos

-1 huevo

-Sésamo (opcional)

-Orégano (opcional)

-3 o 4 patatas

Preparación

Llenamos una olla con agua y la ponemos a hervir. Mientras tanto, pelamos las patatas y las cortamos con la forma deseada. Recomiendo trozos relativamente grandes, para que luego podamos disfrutar de esa textura tan característica: una patata crujiente por fuera y tierna por dentro.

Una vez peladas y troceadas, las echamos al agua hirviendo. Mientras se van cociendo, ponemos una sartén a calentar con un chorrito de aceite. Batimos un huevo en un bol o un tupperware y lo mezclamos con los espárragos y el sésamo. Añadimos la mezcla a las sartén y vamos removiendo para hacer el revuelto. Bastará con freirlo 5 minutos.

Ahora revisamos las patatas, ya que tardan un poco en cocer. La idea es que no se tienen que cocer del todo, es decir, no tienen que deshacerse al cogerlas. Las pinchamos con un cuchillo o un tenedor para comprobar que estén tiernas por dentro y tan sólo un pelín duras por fuera. Ese será el momento de sacarlas y pasarlas por un escurridor. Preparamos otra sartén con otro poquito de aceite y las freímos. En otros 5 minutos, dependiendo de lo echas que nos gusten, estarán listas. Servimos todo en un plato, espolvoreamos un poco de orégano y listos.

Resultado

Patatas y espárragos, así de simple, así de rico. No es que tenga una pinta especialmente opulenta, pero os garantizo que está riquísimo. Los espárragos son una riquísima fuente de proteínas. Si hubiera tenido la opción, hubiera usado espárragos trigueros en vez de blancos. Además, como ando delicado del estómago, las patatas me gustan así, pero si le echáis ganas y os hacéis una lactonesa para mojar, degustaréis un verdadero manjar.

Tiempo: 25 minutos

Dificultad: 2/4

Digestión: 2/4

Precio: 2 euros

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