Las albóndigas son un estandarte en la gastronomía española. Podemos discutir sobre arquetipos y tópicos, pero todo individuo nacido en España ha empleado alguna vez la frase «las albóndigas de mi abuela son…». Luego, le sigue una pausa dramática para imaginarnos el sabor.

Ingredientes para hacer albóndigas de berenjena al horno

  • Berenjena, 1
  •  Lentejas cocidas, 1/2 bote
  • Ajo, 1/2 diente
  • Comino, 1 cdta
  • Pimentón ahumado, 1 cdta
  • Nuez moscada, 1 cdta
  • Sal
  • Aceite de oliva, 2 cdas
  • Perejil, 1 manojo
  • Huevo, 1 (opcional)
  • Pan rallado
  • Copos de avena

Para la salsa que recubre las albóndigas:

Preparación de albóndigas de berenjena al horno

1: Preparación de la masa para las albóndigas de berenjena al horno

El procedimiento es tan cómodo como ir colocando en la jarra de la picadora todos los ingredientes y repartirlos bien con una cuchara: las berenjenas, las lentejas cocidas, las especias, sal, aceite, un huevo —que es opcional, luego os contamos qué sustitutos veganos pueden valeros—, y el perejil. Trituramos todo.

Abrimos el recipiente y espolvoreamos generosamente un poco de pan rallado y otro poco de copos de avena para crear una masa consistente que podamos manipular. Trituramos otra vez y comprobamos la textura. La idea es que podamos clavar una cuchara y no se caiga. Debe quedarse fija, como un poste. Si cumple estos requisitos, reservamos en la nevera una hora para facilitar el trabajo en el siguiente paso: hacer las bolas.

2: Dar forma a las albóndigas de berenjena

Precalentamos el horno a 220ºC. Cogemos una bandeja apta para hornear. Cortamos a medida una lámina de papel vegetal y la colocamos sobre el fondo de la bandeja. Sacamos de la nevera el recipiente con la masa de las albóndigas y comenzamos a darles forma. Una buena cucharada sopera por albóndiga es una buena referencia. Nos las colocamos en las palmas y les damos la forma deseada con movimientos circulares.

Como si diéramos palmadas en diferentes ángulos. Repetimos tantas veces como albóndigas queramos en nuestra vida. A nosotros nos gustan en menor cantidad, pero mayor tamaño. Una vez colocadas sobre el papel de horno, las horneamos durante 20-25 minutos a 180ºC. Los primeros 15 minutos, con calor solo abajo. Los últimos 5-10 minutos, con calor arriba y abajo.

3: Servir las albóndigas de berenjena al horno

Sacamos la bandeja del horno con mucho cuidado para no quemarnos. Regamos las albóndigas con esta deliciosa crema de hortalizas. Opcionalmente, espolvoreamos nuestro queso favorito.

Notas

Hoy en día, vemos como prolifera la abundante bibliografía sobre nutrición, ecologismo, filosofía vegana, intolerancias digestivas, etc. A rasgos muy generales, las albóndigas o hamburguesas vegetarianas habituan a repetir tofu o seitán como soportes fundamentales. Estas opciones son muy recomendables, pero hoy queríamos probar algo todavía más accesible que podáis encontrar en cualquier supermercado o en una tienda a la vuelta de la esquina.

Además, estamos en temporada de berenjenas y calabaza, por lo que hemos aprovechado esta otra receta de crema de verduras como salsa para nuestras albóndigas de berenjena al horno. Es imprescindible que utilicemos una picadora para esta receta. Las hay desde 20-30 euros hasta gamas mucho más caras, de mayor potencia y diversas prestaciones. Es un utensilio que ayuda muchísimo en este tipo de preparados.

Esta receta podría ser enteramente vegana, con la salvedad del huevo. Por ello, nos gustaría recomendaros algún sustitutivo que no comprometa vuestros hábitos alimenticios. Hay muchas opciones, por lo que os daremos dos.

La primera, es añadir tofu. Su consistencia de “requesón” ayuda a hidratar de la misma manera que lo hace hace un huevo. La segunda opción consiste en mezclar cerveza con harina de trigo u otro tipo de harina de vuestra preferencia. Batís bien y empleáis la mezcla.

En cuanto a la receta tal y como la hemos preparado, solo añadir que es una excelente opción para aprovechar sobras, así como reutilizar una crema que os haya sobrado u hortalizas que se vayan a echar a perder pronto. También podéis alterar, sustituir o combinar los ingredientes en función de vuestras ganas de experimentar, sobre todo con el interminable mundo de las especias. La soja texturizada es una muy buena alternativa a las lentejas, así como el ya mencionado seitán o unas setas previamente salteadas con aceite de oliva y ajos. Ya no tenemos excusa para inflarnos a albóndigas caseras sin el permanente terror a engordar o a tener digestiones de caballo. Prueba esta opción de la santa tríada: barata, vegetariana y casera.