Las cremas de verduras son muy fáciles de preparar, rápidas, sanas y muy equilibradas nutricionalmente. Admiten todo tipo de combinaciones y especias. Para esta receta, hemos empleado una base donde destaca la calabaza —que es de temporada— y el calabacín. La base que pochamos es el dúo clásico: cebolla y ajos. Vamos a ello.

Ingredientes para la crema de calabaza y calabacín con nueces y queso cheddar:

  • Calabaza, 200 g
  • Calabacín grande, 1/2
  • Zanahorias, 2
  • Cebolla, 1
  • Pimentón ahumado, 1 cdta
  • Popurrí de pimientas
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra, 3 cucharadas
  • Vino blanco, 3 cucharadas
  • Pastillas de caldo vegetal, de pollo o carne (*)
  • Agua

Para decorar la crema de calabaza y calabacín con nueces y queso cheddar:

  • Nueces
  • Perejil
  • Queso cheddar

(*) Recuerda que puedes hacer tus propias pastillas de caldo caseras de una manera muy sencilla siguiendo nuestra receta.

Cómo preparar la crema de calabaza y calabacín con nueces y queso cheddar

1: Sofrito con la base

Cogemos una olla de buen diámetro y profundidad. Añadimos el aceite de oliva virgen extra y esperamos a que se caliente. A partir de aquí, solo tenemos que ir echando en tandas todos los ingredientes de la crema.

Primero, pochamos la cebolla y el medio diente de ajo. Cuando cojan ese color dorado tan característico, añadimos los trocitos de calabaza. Mezclamos. Añadimos los trocitos de zanahoria. Mezclamos. Añadimos el calabacín, repetimos mezcla. Una vez todo se haya rebozado de colores y se haya impregnado de los sabores, añadimos la sal, el pimentón ahumado y la pimienta al gusto.

Volvemos a remover. Añadimos el vino blanco. El vino hará que puedas despegar la fina capa de sabores que habrá quedado adherida en el fondo de la olla. Puedes emplear una espátula de madera para rascar suavemente ese fondo. Dejamos que el vino evapore sus alcoholes durante unos minutos. Mezclamos todo bien y pasamos al siguiente paso.

2: Añadir agua y una pastilla de caldo. Hervir.

Añadido el vino y habiendo removido todo, es hora de cubrir con agua. Hay dos opciones con las cantidades de agua. La primera es dejarlo a ras de las hortalizas, de modo que el agua apenas cubra la parte superior de nuestros ingredientes. Esto garantizará una crema más espesa, voluminosa.

Por otro lado, si añadimos mucha más agua, como hemos decidido en esta receta, podremos reutilizar este exceso para reservar un caldo de verduras. Una vez elijamos la cantidad de agua, añadimos una pastilla de caldo.

Puede ser de pollo, de gallina, de verduras… Va por gustos. Si queremos conservar las propiedades vegetarianas de la receta, elegiremos la pastilla de caldo vegetal. Removemos ligeramente y tapamos la olla. Ahora solo queda esperar 20 minutos mientras nuestros ingredientes se cuecen a fuego alto.

3: Reservar el exceso de caldo. Batir.

Como os hemos indicado en el paso anterior, nosotros hemos añadido una cantidad generosa de agua. Como apreciáis en las fotografías y en el vídeo, usamos este exceso de agua para reservar un caldo con el que prepararemos un arroz con verduras.

Una vez retiramos el exceso de caldo, solo tenemos que verter todas las hortalizas en la batidora de vaso. Si lo que tenéis es una batidora de mano, metéis la propia batidora en la olla y lo trituráis ahí. Durante el proceso de triturado, podemos añadir una pizca de aceite y corregir de sal si lo vemos necesario.

3: Servir

Como siempre, la mejor parte. Desde la propia jarra de la batidora, vertemos la crema sobre un plato hondo. Cubrimos con un generoso manto de queso cheddar, perejil fresco troceado y unas nueces.

Notas

La Península Ibérica es un lugar fantástico por el espectro de hortalizas que ofrece. Dada su riqueza cultural, geográfica y climatológica en cada uno de los cuatro puntos cardinales, hablar de cremas de hortalizas o de cremas de verduras es hablar de un tema infinito. En cada rincón, se hacen de manera ligeramente diferente, echando mano de productos locales y de temporada.

Las cremas son ricas en nutrientes y todo tipo de vitaminas. No hay nada mejor que un plato caliente de crema, con algunos ingredientes de temporada, sanos y aptos para vegetarianos. Si tenemos comensales veganos o si vosotros mismos lo sois, simplemente tenéis que cambiar el queso por una opción vegana a vuestro gusto.

¿El resto? Un plato socorrido y sabroso, dado que el vino siempre ayuda a endulzar la combinación y despegar esos sabores depositados en el fondo de la olla. Para todos los paladares y estómagos, la crema de hortalizas es una preciosa tradición que seguir practicando. Por último, un truco milenario: si queréis espesar todavía más vuestras cremas, añadid siempre media patata a la mezcla de ingredientes. Nunca falla.