El Ministerio de Sanidad ha decidido plantar cara a los malos hábitos alimenticios a través del NutriScore. Un gráfico similar a un semáforo en el nuevo etiquetado nutricional que identificará a cada alimento con un color. Los colores verdes serían los más saludables, y naranjas y rojos los de peor calidad nutricional.

La implementación de esta medida pretende mejorar nuestras elecciones para llenar la cesta de la compra e incorporar mejores hábitos alimentarios. No obstante, el nuevo etiquetado nutricional plantea algunas dudas.

El nuevo etiquetado nutricional; bueno, pero no infalible

El gráfico por colores conocido como NutriScore nos permitirá identificar los alimentos más saludables categorizándolos en función de su azúcar, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas. Una clasificación que por otro lado choca, pues pondrá en duda a algunos productos considerados saludables por su alto nivel calórico.

España pretende hacer frente a la problemática nutricional a través de un logotipo que funciona a través de algoritmos. La clasificación dota a cada alimento de una calidad nutricional y premia a verduras, frutas, pescados y productos con poco porcentaje de grasa.

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Por lo tanto, tal y como funciona NutriScore, aquellos alimentos altamente calóricos o excesivamente grasos, pasarían directamente a la categoría D o E, con su distintivo rojo. Y aquellos bajos en grasas o con un valor calórico ínfimo, se calificarían como saludables con su respectivo color verde.

Nuestra cesta de la compra podría mejorar porque el semáforo nutricional es visual y nos permite reconocer fácilmente a algunos alimentos poco saludables, pero desterraría a otros que deben estar presentes como los frutos secos, las aceitunas, semillas diversas o incluso nuestros amados aguacates que en los últimos tiempos se les consideraba el summun de la vida saludable.

Esta herramienta solo excluye a tres grupos alimentarios en sus cálculos universales: bebidas, materias grasas y quesos. Por lo tanto, los anteriormente mencionados pasarían directamente a esa categoría de “poco saludables”.

En el lado contrario del semáforo, podríamos encontrarnos con alimentos altamente procesados y cargados de aditivos que, por ser bajos en calorías, el semáforo los muestre como saludables.

Las advertencias nutricionales podrían ser más efectivas

Aunque la medida aún no se ha puesto en marcha en España, ya existen estudios que hablan de la poca eficacia del NutriScore. La medida ya está implantada en países como Francia y se ha podido estudiar si cumple con su objetivo.

Este estudio dictaminó que el sistema de las advertencias nutricionales tiene mejores resultados para el consumidor. Una herramienta que consiste en poner etiquetas en la parte frontal de los alimentos según su nivel de salubridad. Funcionan con un método parecido al de las cajetillas de tabaco. Siguen siendo visuales pero no dejan lugar a dudas. Si el producto pone en riesgo la salud pública el etiquetado no deja lugar a dudas.

Las advertencias nutricionales hallaron una identificación mucho más directa con aquellos alimentos poco saludables para los compradores. El estudio resuelve que el NutriScore acaba siendo poco práctico por la abundancia excesiva de productos con los que nos encontramos actualmente.

Este código por colores podría confundirnos más que ayudarnos por esa categoría intermedia en color amarillo, o por alimentos altamente calóricos pero muy saludables.

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