Reducir las calorías en la dieta en la mayoría de los casos es algo que podemos hacer casi sin darnos cuenta y sin necesidad de hacer grandes cambios en nuestras recetas ni en nuestra economía. Hacerlo es tan fácil como cambiar algunos hábitos que ahora en verano siempre resulta más sencillo.

No se trata de comer solo verduras, que sé que a muchos os cuesta bastante, sino de ir aplicando pequeños cambios con los que sin darnos cuenta podemos ahorrar unas cuantas calorías vacías de nuestra dieta, esas que no alimentan y en cuanto llegan a nuestro cuerpo le cogen tanto cariño que se instalan en él y ahí se quedan.

Y no, los milagros no existen, pero sí unos cuantos trucos para cocinar con menos calorías adaptando casi cualquier receta para que siga estando igual de rica y nos siente mucho mejor.

Trucos para cocinar con menos calorías

No se trata ni de no comer dulces, ni de declararle la guerra al aceite ni de convertirse en una acelga con piernas, ni de deprimirse delante de un plato insípido.

Reduce el azúcar, pero no renuncies al dulce

A estas alturas todos sabemos que el azúcar blanco no nos aporta beneficios, pero todos sabemos que el cerebro necesita azúcar para funcionar como es debido, pues es de ahí de donde obtiene la energía. Para reducir calorías en los dulces se puede hacer lo siguiente:

Reduce las grasas, pero no renuncies al sabor

Reducir calorías tampoco implica eliminar grasas, pues nuestro organismo necesita grasas, pero de las buenas, eso sí, en cantidad moderada.

  • Evita los fritos y poco a poco ve optando por alternativas más ligeras, como preparar las patatas fritas en el horno o en el microondas. Y cuando te apetezca picotear algo elige estos snacks saludables de vegetales, estos garbanzos crujientes con especias o estos nachos caseros bajos en grasas en vez de snacks comerciales fritos de bolsa.
  • Cambia la mayonesa tradicional por salsas de yogur, mayonesa casera baja en grasa o cualquier receta de hummus.
  • Cambia la nata por yogur griego o queso batido 0% de grasa, y si quieres nata montada para un postre, utiliza el truco para montar leche como si fuera nata o aligera la nata montada tradicional incorporando algunas claras montadas a punto de nieve, sumarás proteínas y restarás grasas y calorías.
  • Procura añadir el aceite al final cuando cocines verduras a la plancha, pues algunas como el calabacín o la berenjena absorben bastante y resultan pesadas, en cambio, si se cocinan en una buena sartén antiadherente y se rocían con un poco de aceite de oliva virgen extra una vez asadas estarán aún más ricas.
  • Para conseguir hamburguesas jugosas y con menos calorías, un truco que funciona muy bien es hacerlas con carne magra y cambiar toda la grasa por algunos vegetales, como cebolla o pimiento pochados o champiñones salteados.
  • Sustituye el bacon y la panceta por otros ingredientes con menos grasa y más proteínas como el jamón serrano, el lomo, o fiambres cocidos bajos en grasa como el jamón cocido, el jamón y la pechuga de pavo o, incluso, por el bacon de pavo que se comercializa desde hace algún tiempo y que ya nos habéis visto usar en alguna receta como estos Rollitos de salmón, bacon y gulas. Como sé que me vais a preguntar dónde se compra este invento, os cuento que yo solo he probado el de ElPozo que ahora se puede encontrar en casi cualquier supermercado y teniendo en cuenta que contiene un 70% menos de grasa que el bacon original, tiene más proteínas y el sabor está bien conseguido, aunque al principio me resistí a probarlo, ahora más de una vez se viene a casa.
  • Elige las piezas de carne más magras, retira los trozos de grasa visibles y a la hora de cocinar opta por preparar los alimentos en la plancha o cocinarlos en caldos sin grasas o en zumos que aportarán un extra de sabor como en esta receta de pollo asado sin grasas.

¿Carbohidratos? Sí, pero más lentos

Cocinar con menos calorías y, de paso, de forma más saludable, tampoco significa declararle la guerra al pan y a las patatas, ni al arroz ni a un buen plato de pasta. De hecho, son geniales para darle alegría a platos de verduras.

  • Añade vegetales como el calabacín, la calabaza o la coliflor a los purés de patata y añade un trozo de aguacate para que queden más cremosos en vez de usar mantequilla.
  • Entre un plato de lechuga y tomate que a muchos os parece triste y un plato de patatas fritas con filete empanado o una pasta con salsa de nata y mantequilla hay deliciosos términos medios como este guiso de pescado a la gallega, este arroz con verduras al pimentón o esta pasta con verduras que podría aligerarse aún más cambiando el chorizo por atún.
  • Cambia los cereales refinados por integrales, añadirás más fibra y cambiarás carbohidratos rápidos por otros más lentos que no se convertirán rápidamente en grasa y te mantendrán sin hambre durante más tiempo.

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