Os lo prometimos y aquí está la tarta de fresas ligera y sin horno que hicimos para aprovechar la nata falsa montada con leche con el truco que os enseñamos ayer mismo.

Ingredientes

  • Leche entera, 250 ml
  • Agua, 60 ml
  • Gelatina neutra en polvo, 10 g
  • Azúcar glacè, 3 cucharadas
  • Fresas o fresones, 1 kg
  • Yogures desnatados sin azúcar, 3
  • Sirope de ágave, 30 g
  • Gelatina neutra, 3 hojas
  • Leche entera, 50 ml
  • Nata montada con leche, toda la que se obtiene con las cantidades indicadas más arriba
  • Frambuesas, 150 g (opcional)
  • Mermelada casera de fresas sin azúcar, 6 cucharadas soperas (*)
  • Para la nata montada con leche:
  • Para la tarta de fresas ligera y sin horno:
  • (*) He seguido la receta que podéis ver pinchando este enlace.

Para que fuese una tarta de fresas ligera, no añadimos queso ni nata convencional sino que utilizamos yogures desnatados sin azúcar y un poco más de gelatina, pero por la pinta y por lo buena que estaba nadie diría que se trata de un postre de dieta.

Preparación de la Tarta de fresas ligera y sin horno

  1. Preparamos la nata montada con leche.
  2. Ponemos las hojas de gelatina a remojo en agua fría durante 5 minutos.
  3. En un bol mezclamos los yogures con el sirope de ágave.
  4. Calentamos los 50 ml de leche en el microondas a 800 W de potencia durante 15 segundos y disolvemos las hojas de gelatina hidratadas y bien escurridas. Añadimos la mezcla al yogur y batimos bien.
  5. Incorporamos la falsa “nata” a la mezcla y dejamos reposar mientras empezamos a lavar y a cortar fresas en láminas, lo mejor es ir cortando y colocando en el molde, así nos aseguramos de no cortar de más.
  6. Ponemos una capa de fresas laminadas en la base del molde (yo he usado un molde de emplatar de 10 cm de lado y una fuente de 19×26 cm), luego la mitad de la crema que tenemos reservada, otra capa de fresas laminadas y el resto de la crema.
  7. Tapamos con papel film y dejamos en la nevera al menos 4 horas o de un día para otro.
  8. En el momento de servir, extendemos la mermelada por encima y el resto de las fresas y las frambuesas cortadas en dados pequeñitos.

Resultado

Con muy poco trabajo tenemos una fantástica tarta de fresas ligera muy vistosa y sin necesidad de usar el horno que gustará a todo el mundo y que si estáis a dieta la disfrutaréis aún más, porque os aseguro que está tan buena que uno piensa que no puede ser verdad. Pero al fin y al cabo no es más que un poco de fruta con yogur desnatado y leche que, con un poco de cariño, podemos convertirlos en un postre muy apetecible.

¿Os animáis a probarla?