La sal es uno de los condimentos más populares y tradicionales para realzar el sabor de los alimentos, y actúa también como conservante. Procede de la extracción del agua del mar o de yacimientos subterráneos, y se compone de cloro y sodio, minerales que tienen una gran importancia en nuestro organismo. El problema llega cuando su consumo es excesivo ya que entre otros problemas serios puede producir hipertensión arterial.

Se recomienda consumir unos 4 gramos de sal por día. Los estudios realizados por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) señalan que los españoles tomamos el doble de sal de la recomendada. A veces no nos tomamos en serio reducir la sal en nuestros alimentos pero para que os hagáis una idea de la importancia en la reducción de este condimento es que si la consumimos en niveles recomendados se podría evitar cada año 20.000 accidentes cerebrovasculares y 30.000 eventos cardíacos. Sorprendido, ¿verdad?

El principal cambio que tenemos que hacer es bajar el consumo de alimentos procesados ya que según los nutricionistas aseguran que el 75% de la sal que consumimos proviene de este tipo de alimentos como salsas, sopas, cubitos de caldo o pan. Fuentes de la industria alimentaria insisten que se trata de un proceso complejo ya que la sal es un conservante y da sabor.

El caso del pan es una historia de éxito. Este producto fue el único para el que se establecieron límites legales de contenido en sal en España, medidos en gramos de sal por kilogramo de harina. Se propuso pasar de 22 a 18 en cuatro años. El resultado fue incluso mejor: se bajó a 16,3 gramos en ese tiempo. Se redujo el porcentaje de sal paulatinamente y pasó a ser un gramo de sal por kilo de harina menos por año. Pese a ese acuerdo la OCU ha demostrado en este último año ha habido un incremento de sal en el pan, ha crecido en un 16% respecto a 2006. Es un producto de consumo a diario y que nos aporta casi la mitad de la ingesta diaria de sal recomendada.

Consejos para reducir el consumo de sal:

  • Limitar el consumo de alimentos procesados con un alto contenido en sal como caldos, cremas y sopas.
  • Cocinar la pasta sin sal.
  • Si vas a comprar comida preparada y congelada fíjate que su contenido en sodio sea reducido o compre las versiones de los productos preparados que no tengan sal agregada.
  • Algunos productos enlatados los puede enjuagar antes de usarlos.
  • Cocinar al vapor ya que se conserva mejor el sodio natural del alimento.
  • Utilice hierbas y especias para condimentar eso ayuda a usar menos sal.
  • Emplear sal de bajo contenido en sodio o la sal marina, esta última su sabor es más fuerte.

¿Tenéis algún truco para reducir la cantidad de sal en vuestras recetas?

Fuente: ABC

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