Falta menos de un mes para que periodistas y expertos degusten los mejores panes de Madrid y decidan cuál es la mejor hogaza de la capital española. Será el primer certamen, organizado por el Club Matador, que otorgue el Premio al Mejor Pan el próximo 23 de noviembre.

Matador es un club madrileño que se ha convertido en uno de los entornos más selectos de la capital. Su intención es la de prolongar la filosofía de la revista con el mismo nombre. Unos ideales que promueven revivir la artesanía y la cultura a través de actividades como la del presente concurso.

Cómo optar al Premio al Mejor Pan

Las interesados en participar deberán hacerlo antes del 22 de noviembre a través de la web del Club Matador o enviando un correo a info@clubmatador.com

El certamen se celebrará el 23 de noviembre en el Club Matador (C./ Jorge Juan, 5)  donde los expertos, que forman el jurado escogerán la hogaza ganadora en base a cinco criterios: aspecto, cocción, miga, olor y gusto. Y es que cuando hablamos de pan incluso el olfato es un factor decisivo.

El sector panadero contará por fin con su propia gratificación. Para la panadería ganadora el reconocimiento supondrá convertirse en un enclave gastronómico para cualquier apasionado del pan. Representará además, los valores tradicionales del oficio panadero.

El obrador vencedor no solo contará con el reconocimiento al mejor pan, recibirá dos privilegios más; ser a la vez proveedor y miembro oficial de El Club Matador.

El Mejor pan de Madrid deberá partir de la sencillez de la hogaza

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El premio defiende la calidad de un producto cultural que ha visto mermadas sus características clásicas, por eso los participantes solo podrán presentar una hogaza de kilo elaborada únicamente con harina de trigo, levadura, agua y sal.

Hacer hincapié en los componentes tradicionales del pan es importante para recordar que la excelencia reside, precisamente, en la sencillez de sus componentes. Y ahí estará la dificultad principal para todos los concursantes, diferenciarse en sabor por encima del resto usando los mismos ingredientes. Aquí no hay trampa ni cartón. La magia dependerá de otros muchos factores: horneado, manipulación de la masa y estamos seguros que rutinas propias de cada panadería.

Valorando la artesanía en un producto esencial de nuestra gastronomía

Cocinillas

El Club Matador brinda esta oportunidad con la intención de valorar la artesanía y defender el papel de los oficios tradicionales en nuestra sociedad actual. No es de extrañar que se haya erigido como encargado de amparar este concurso.

Los aspirantes no solo se jugarán el premio, sino que también recibirán un reconocimiento que premiará la vuelta a las raíces del oficio. Esto supondrá un atractivo turístico y para la comunidad gastronómica.

Es sin duda algo positivo para el sector. Y es que la panadería triunfadora podrá incrementar su clientela y por consiguiente sus beneficios. Más aún cuando hablamos de un premio que no cuenta con hermanos mayores en otras ciudades españolas.

El antecedente no podía ser otro: París y su mejor baguette

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El premio a la mejor baguette de París cuenta con 24 años de historia a sus espaldas, empezando su periplo en 1994. El premio para la vencedora es realmente suculento. Al autor de la barra de pan ganadora se le cede el honor de convertirse en el proveedor oficial de la sede de la presidencia francesa durante un año.

No obstante, el premio al Mejor pan de Madrid cuenta con ciertas modificaciones. En el jurado francés se sientan personas escogidas al azar, cosa que por el momento no se hará en nuestro certamen. Se ha optado porque los jueces que visiten El Club Matador el próximo 23 de noviembre sean seis socios del Club y otros seis periodistas y expertos. 

Desde luego el éxito del evento en la ciudad francesa es indiscutible, y es que en su última jornada participaron más de 180 panaderías.

El ejemplo de París sirve a los aspirantes para comprobar la popularidad con la que cuenta la ceremonia y lo que puede suponer para el afortunado ganador.

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