A muchos no os descubriré nada, pero para los demás, si aún no habéis probado estas galletas, os estáis perdiendo una parte maravillosa de la vida. 

¿Qué son las Moscovitas?

Originariamente concebidas como unas pastas de té más, pasaron de compartir sitio en el escaparate de alguna pastelería a tener su rinconcito propio, e incluso a ser marca registrada. 

Los que las conocéis, seguro que es por la famosa confitería Rialto de origen asturiano, o por la tienda gourmet Embassy. Son el buque insignia de la primera, tanto que estas galletitas llegan a enviarse desde España a todo el mundo. Y no, nada tienen que ver con otro tipo de galletas de almendra

La receta, según cuentan, es secreta, pero en ambas coincide una base de almendra en granillo con azúcar y nata, terminando con una cobertura de buen chocolate, con leche en la versión clásica de Rialto, y negro en Embassy. Son unas pastas finísimas, delicadas y muy crujientes, y aun siendo imposible replicarlas a la perfección, merece mucho la pena hacerlas en casa. Se hornean en unos minutos y duran en buenas condiciones varios días.

Si os vais a animar a hacerlas en verano, os recomiendo conservarlas en la nevera o, mejor, en algún lugar fresco de casa, pues la cobertura de chocolate se derrite con facilidad y es un pringue. Amantes del chocolate junto con las almendras, esta receta os va a encantar igual que el pastel de chocolate y almendra con kumquats o el brownie con almendras garrapiñadas

La almendra en granillo se puede encontrar fácilmente en la sección de repostería del supermercado, o en tiendas a granel donde vendan frutos secos. Yo la he utilizado en una mezcla de tostada y en crudo desde el principio, pero se puede tostar en su totalidad para lograr un sabor más marcado.

La receta sólo tiene el misterio de poner al fuego, bajo, la almendra con nata, huevo, azúcar glas, ralladura de naranja (opcional) y un poco de harina que nos hará una función espesante. A la hora de meterlas al horno, sobre la bandeja con papel sulfurizado, es importante tener en cuenta que se expanden mucho, por lo que los pequeños montoncitos habrán de ser del tamaño de una nuez y estar bien separados entre sí, haciendo por tanto varias tandas.

Dejaremos enfriar completamente antes de pintar con el chocolate derretido, para lo que nos será útil un pincel de cocina, y si no una espátula o una cucharilla. Yo he utilizado chocolate negro, pero podéis utilizar con leche e incluso blanco. Como tardaremos en cubrir todas, es posible que el chocolate caliente se vaya enfriando y dificulte la tarea, por lo que aconsejo dejarlo al baño maría y ahorrarnos el tener que recalentarlo.

Cómo hacer moscovitas caseras

Moscovitas Clara Villalón

Ingredientes

  • Almendra granillo cruda, 100 g
  • Almendra granillo tostada, 100 g
  • Nata líquida para montar, 140 g
  • Azúcar glas, 100 g
  • Huevo, 1 ud
  • Harina, 1 cucharada
  • Ralladura de pomelo o naranja, al gusto
  • Chocolate negro, 200 g

Paso 1

Mezclar en un cacillo la nata con el azúcar glas y la almendra en granillo. Si queremos, podemos añadir aquí también la ralladura de naranja o de pomelo, aunque no lo haremos si no queremos que todas tengan ese toque. Poner a calentar la mezcla a fuego bajo y dejar cocinar unos 5 - 10 minutos. Veremos que lo primero que sucede es que se queda todo más líquido, luego empezará a hacerse más denso. 

Paso 2

Dejar enfriar ligeramente y, entonces, añadir el huevo y también la cucharada de harina. Revolver muy bien. 

Paso 3

Precalentar el horno a 180 ºC y preparar varias bandejas de horno con papel sulfurizado. Ir poniendo cucharaditas de la mezcla sobre el papel, muy bien separadas ya que luego en el horno coge muchísimo tamaño. Hornear durante 8-10 minutos, dependiendo del color que vayan tomando. Tienen que quedar doradas.

Paso 4

Dejar enfriar completamente antes de manipular las galletas. Cuando ya estén bien frías, derretir el chocolate en el microondas o al baño maría. Lo ideal sería atemperar el chocolate perfectamente, pero no es necesario. 

Paso 5

Añadir un poco de la ralladura de pomelo o naranja si no lo hemos echado a la masa completa y, con la ayuda de un pincel o de una espátula, cubrir la cara más plana de las galletas con chocolate y dejar enfriar completamente. Ya estarán listas para consumir y disfrutar. Guardar en un recipiente hermético para que aguanten bien.