Que levante la mano quien tenga una triste lata de melocotón en almíbar esperando impacientemente desde las navidades pasadas en la alacena de casa. No te preocupes, ¡tu lata de melocotón y tú estáis de suerte! Hoy te traigo una receta fácil, rica, con pocos ingredientes y perfecta para cualquier ocasión este verano. Un crumble de melocotón y frambuesas.

Ingredientes 

  • 1 lata grande de melocotón en almíbar
  • 175 g de frambuesas
  • 30 ml de agua
  • 50 g de azúcar
  •  200 g de harina común de todo uso
  • 100 g de mantequilla (tiene que estar bien fría)
  • 125 g de azúcar moreno
  • 50 g de almendra molida
  • 50 g de copos de avena (opcional)
  • Helado de vainilla, natillas o similar, para acompañar

Una vez que pruebas este postre de origen inglés (allí nadie dice no a un buen Apple Crumble) solo necesitas un poco de imaginación para crear múltiples variantes y descubrir cuál de todas se convertirá en tu preferida.

Para que empieces a experimentar te invito a que prepares mi sugerencia.

Para una fuente de horno redonda de 30 cm de diámetro:

Preparación del Crumble de melocotón y frambuesas

01: Preparar la fruta

Antes de empezar precalienta el horno a 190ºC, después lava las frambuesas y seca bien los melocotones. Corta el melocotón en trozos de unos 2 cm.

Colócalos en la fuente de horno junto con las frambuesas, el azúcar y el agua. Reserva mientras preparas la masa.

02: Preparar la masa para el crumble

En un robot de cocina, mezcla la harina con el azúcar moreno y la almendra molida. Añade la mantequilla fría y tritura hasta obtener una textura de migas. Espolvorea esta mezcla por encima de la fruta. Como sugerencia, puedes finalizar añadiendo una capa de copos de avena por encima para que el acabado sea aún más crujiente y al contrastar con la cremosidad de la fruta tu crumble sea un auténtico ¡supercrumble!

03: Hornear

Hornea unos 30-40 minutos en el horno precalentado a 190ºC, hasta que la costra de arriba esté doradita y la fruta burbujee por los laterales como si intentara salirse por los laterales. Como cada horno es un mundo, si tú aún no conoces bien el tuyo, la primera vez empieza a vigilar pasados los primeros 20 minutos para ver cómo va y, si ves que antes de los 30 ya está listo apaga el horno y saca el crumble con cuidado de no quemarte.

04: Servir

Servimos nuestro delicioso crumble de melocotón y frambuesas estando aún caliente y acompañado de una buena bola de helado de vainilla, nata líquida, crema inglesa o con unas ricas natillas ¡al gusto!

Resultado

La clave del éxito de este crumble de melocotón y frambuesas reside en el contraste de temperaturas y de texturas que hacen que, pese a ser una receta facilísima de preparar, resulte absolutamente deliciosa. Un regalo para nuestro paladar que, a buen seguro, gustará a todos los miembros de la familia.

Al servirse caliente y la masa no necesitar ningún tipo de reposo, este crumble de melocotón es una de esas recetas geniales cuando hay que hacer un postre en el último momento, por ejemplo en el momento en el que te anuncian una visita para merendar en ese mismo día, pues este dulce en menos de una hora lo tienes en la mesa listo para comer.  ¿Lo mejor? Que puedes aprovechar casi cualquier pieza de fruta que tengas en el frutero o cualquier lata de fruta en almíbar que lleve tiempo dando vueltas por las alacenas. ¡Yummy!