Queda muy poquito para que los Reyes Magos lleguen a nuestras casas a llenarlas de ilusión por lo que tenemos que ir pensando que les preparamos para que puedan pasar una noche dura de trabajo lo mejor posible. Lo malo es que claro, con tanto dulce en todas las casas se pueden poner malitos, así que tenemos que pensar algo fresquito, que nada más verlo les apetezca probarlo y quedarse en nuestra casa un ratito. ¿Os apetece hacerles algo nuevo? Pues vamos a ello…

Preparación

Pelamos las manzanas, quitamos el corazón y troceamos. Cuando lo tengamos, las ponemos en un cuenco con agua, cubriendo la mitad de las manzanas (menos de un vaso de agua) y lo metemos en el microondas unos 10 minutos.

Por otra parte, batimos los huevos y los mezclamos con la leche condensada. Y vamos poniendo el horno a calentar a 180º.

Sacamos las manzanas y comprobamos que estén blanditas, sino, metemos en el micro unos minutos más. Aplastamos la manzana hasta hacer un puré y añadimos a los huevos y a la leche condensada. Si os han quedado trozos de manzana grandes podéis pasar la batidora un poco, pero como luego vamos a meter en el horno se acabará de deshacer.

Caramelizamos la flanera con la ayuda de una cuchara o una espátula de silicona (tipo lengua de gato), que es lo que he usado yo. Cuando el horno esté bien caliente echamos la mezcla en la flanera y al baño María, es decir la flanera debe estar dentro de un recipiente con un poco de agua, metemos en el horno una hora. Es importante vigilar que la parte de arriba no se tueste en exceso, si veis que esto ocurre bajad un poco el horno y tenerlo un poco más de tiempo.

Sacamos del horno y cuando se enfríe desmoldamos y se lo dejamos a los Reyes Magos en un sitio bien visible para que disfruten de este postre echo con un gran cariño de los más peques de la casa!

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