Estamos seguros de que ya tenéis una receta de potaje de Cuaresma, Vigilia o Semana Santa heredada de la familia que sale de lujo, pero también sabemos que muchos vais con prisa y que no disponéis de tanto tiempo para dedicárselo a un solo plato de comida. Pensando en vosotros os traemos esta receta de potaje de bacalao, que se hace en un periquete y que nos garantiza el éxito.

Ingredientes

  • Garbanzos cocidos de buena calidad, 1 bote de 400 g
  • Cebolla, 150 g
  • Recortes o migas de bacalao, 200 g
  • Espinacas frescas, 100 g
  • Caldo de pescado o de verduras, 300 ml
  • Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
  • Comino molido, 1 cucharadita
  • Azafrán molido (1 sobre), pimentón o cúrcuma (1 cucharadita)
  • Sal

(Pincha sobre la imagen para seguir la receta de potaje de bacalao paso a paso)

Algunos pensarán que es echarle mucho morro a la hora de hacer la receta, pero hay que ser prácticos y si uno elige unos garbanzos en conserva de buena calidad, unas espinacas frescas y se utiliza un buen caldo casero, el resultado es un potaje de bacalao muy muy rico, fácil y barato.

Barato porque aunque el bacalao en salazón si es bueno, no es un producto económico, como en esta receta lo vamos a cocinar ya troceado no hace falta que nos vayamos a los cortes más nobles como los lomos o los filetes. Obtendremos muy buenos resultados si elegimos recortes, migas o un trozo de la parte de la ventresca, que tendrá una carne muy jugosa y será perfecta para nuestro potaje.

En el tiempo que se va haciendo el potaje de bacalao en el microondas nos da tiempo a cocer unos huevos, que podemos trocear y servir sobre el potaje cuando lo saquemos a la mesa, como es costumbre en muchos sitios.

Y lo mejor de todo es que ahora no vas a tener excusa para no preparar este plato cada vez que se te antoje, porque con esta versión tan fácil y rápida ni siquiera da pereza preparar solo un par de raciones.

Trucos para un potaje de bacalao de lujo

Si queréis un extra de sabor, cuando añadáis el caldo, añadid un tomate seco troceado e hidratado en aceite de oliva virgen extra.

Las especias más habituales son el comino y el azafrán o el pimentón para darle color, pero la cúrcuma también le va fenomenal. Ahora bien, si lo único que tienes a mano es un colorante amarillo comestible, es totalmente prescindible así que deja que tu potaje sea más pálido, pues los químicos del colorante no le aportan nada.