Anoche quería hacer algo especial para cenar porque Paolo llegaba a casa después de tres días de trabajo malcomiendo fuera. Así que recordé que había comprado calamares que tuve que congelar y unos sobres de tinta de calamar perfecto para un arroz negro. Para cenar a lo mejor es un plato algo pesado, pero un día es un día.

Preparación

Lo primero que tenemos que hacer es sofreír con una cucharada de aceite el ajo y el pimiento picados. Podéis echar también cebolla, pero yo no la he usado porque en casa solo me gusta a mí. Cuando las verduras estén tiernas ( no dejéis que se doren mucho) añadís los calamares limpios y troceados para que se doren un poco. Cuando veáis que los calamares están medio hechos añadir el agua, el vino y el caldo de pescado y dejarlo cocer a fuego fuerte los primeros 5 minutos, luego bajáis el fuego a la mitad. Antes de añadir el arroz echar en el caldo una cucharada de tomate frito y un sobre de tinta de calamar. Podéis utilizar sin problema la tinta natural de los calamares que uséis, pero los que yo había comprado eran muy pequeños y apenas pude sacar nada. Dejáis el caldo otros 5 min a fuego lento para que todos los ingredientes cojan sabor y le dais el punto de sal. Ya por ultimo echáis el arroz y lo dejáis unos 20 min a fuego medio bajo. Tenéis dos opciones: podéis no mover el arroz y se os quedará como una paella, con algo de arroz quemadito, o si os gusta mas el arroz meloso echar medio vasito más de caldo y no paréis de remover hasta que esté listo el arroz.

Resultado
El plato esta muy bueno, pero creo que no todo lo que debería porque no lo he hecho con el tiempo necesario y el sofrito y el arroz me han quedado un poco duros. Así que os aconsejo que lo hagáis con tiempo y dejéis el caldo con el sofrito y los calamares un rato largo a fuego lento, aunque luego tengáis que añadir un poco mas de caldo.

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Tiempo: 40 minutos

Dificultad: 3/5

Digestión: 3/5

Precio: 5 euros para 2 personas