Microondas

La receta de croquetas más fácil que existe

Esta no es solo la receta de croquetas más fácil que existe en el mundo, sino que también es una con la que consigues unas de las croquetas más cremosas.

16 enero, 2019 14:55

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Hoy se celebra el Día de la Croqueta, probablemente una de las preparaciones culinarias que gustan a más número de personas, especialmente entre la población infantil. Para celebrarlo, os traemos la receta de croquetas más fácil que existe, sin ensuciar, sin remover durante un rato largo la bechamel y deliciosas.

Ingredientes para preparar la receta de croquetas más fácil que existe

Para la bechamel

  • Harina de trigo, 65 g
  • Aceite de oliva virgen extra, 65 g
  • Cebolla, 1 pequeña (opcional)
  • Leche, 500 ml
  • Jamón serrano, 75 g (*)
  • Queso manchego tierno, 75 g (*)
  • Sal
  • Pimienta
  • Nuez moscada (opcional)

Para el rebozado y la fritura

  • Pan rallado
  • Huevo batido
  • Aceite para freír

(*) O vuestro relleno favorito.

Cómo se prepara la receta de croquetas más fácil que existe

01: Preparar la masa de croquetas más fácil que existe

El truco para conseguir una masa de croquetas perfectas de forma rápida, limpia y sin estar media hora removiendo de pie, está, ¡tachán! en el microondas, que nos permitirá tener la bechamel lista en pocos minutos. Como el proceso es muy rápido lo mejor es ponerse a trabajar con todos los ingredientes ya preparados para tenerlos a mano a medida que los vamos necesitando.

En un bol apto para microondas que no sea de plástico y que tenga al menos 3 litros de capacidad ponemos el aceite de oliva virgen extra, la cebolla picada y una pizca de sal, mezclamos todo y calentamos durante 3 minutos a 800 W sin tapar hasta que la cebolla esté transparente.

Añadimos la harina de trigo, mezclamos bien con el tenedor y calentamos 1 minuto y 30 segundos a 800W. Sacamos, añadimos la leche -no pasa nada si está de la nevera- y salpimentamos al gusto. No hay que remover, simplemente echar la leche por encima y calentar en dos tandas de 3 minutos a 800 W. En esta ocasión yo he dejado la sal para el final porque el jamón y el queso ya sueltan parte de la suya.

Pasado este tiempo, la nuestra bechamel habra espesado pero es posible que aún queden algunos grumos grandes, así que trituramos con la batidora de brazo y desaparecen con facilidad. Los grumos grandes se deshacen muy fácilmente con la batidora, en cambio si hubiésemos mezclado justo al echar la leche, tendríamos grumitos pequeños mucho más difíciles de deshacer.

Una vez tengamos nuestra bechamel lisa y sin grumos es el momento de añadir el jamón bien picado y el queso rallado.

02: Enfriar la masa y dar forma a las croquetas

Mezclamos todo muy bien para que el relleno quede uniformente repartido y calentamos 2 minutos a 800 W, sacamos, probamos, rectificamos de sal si es necesario y calentamos otros 2 minutos a 800 W. Si os gustan las croquetas menos cremosas y más compactas, se pueden calentar otros dos minutos más.

Dejamos enfriar la masa en el mismo bol o en una fuente y cuando esté completamente fría ya podemos dar forma a las croquetas pasándolas por pan rallado, huevo batido y pan rallado.

03: Freír las croquetas

Freímos nuestras croquetas siguiendo las instrucciones para freír croquetas que no están congeladas y las servimos inmediatamente. Ojo, que hay gente que prefiere las croquetas frías, pero yo creo que están mejor recién hechas, cuando al morder se nota el crujido y sale la bechamel para fundirse en la boca.

¿Y es que quién puede resistirse a esos pequeños bocados crujientes por fuera y tan cremosos por dentro? ¿Lo veis? Ya estáis empezando a salivar solo con imaginarlo. Si es que no se puede. Todos tenemos en la memoria unas croquetas que nos abren el apetito solo con el simple hecho de pensar en ellas, pueden ser las de tu madre, las de tu abuela, las de un restaurante en el que estuviste cuando eras pequeño y al que nunca te volvieron a llevar.

Tal es el poder de las croquetas que, como os cuenta Danny y no puedo estar más de acuerdo con él, la calidad de las croquetas de un bar o un restaurante es una de las pistas más importantes sobre la calidad de todo el restaurante. Desconfía de los bares con croquetas congeladas industriales o cuya bechamel parezca hormigón ya fraguado, o peor aún, cemento… que eso será señal de que no tienen ni un triste tropezón de relleno.

Sé que todo esto puede llevar a pensar que hacer croquetas es algo que conlleva una gran responsabilidad y que hay que tener mucha mano para que salgan bien, pero lo cierto es que se pueden conseguir muy buenos resultados simplemente siguiendo al pie de la letra los pasos y las recomendaciones de una buena receta como esta que os hemos enseñado hoy que es, sin lugar a dudas, la receta de croquetas más fácil que existe en el mundo, esa con la que vais a triunfar siempre que os pongáis y con la que nunca más os va a dar pereza hacer croquetas caseras.