Bueno, bueno, bueno… Hoy os vais a chupar los dedos (literalmente) con la receta que os traemos. Siempre quise saber cómo se hacen unas buenas Buffalo Wings, que habréis visto en más de un restaurante de carne americano, y pensando, pensando, me puse a hacer mi versión propia de lo que querría para unas alitas perfectas. Estas son mis alitas barbacoa picantes, una maravilla increíble.

Preparación

Es tan sencillo que no os lo vais a creer. Para empezar, una buena noticia: no se utiliza sartén en ningún momento, así que mejor para todos, ¿verdad? No hay que freir por tanto, todo en horno.

Empecemos. Lo primero de todo va a ser cortar las puntas a las alas de pollo, pues nos las queremos en este caso (en pocos sitios americanos habréis visto alitas con punta), pues quería que se parecieran lo más posible a las de un restaurante.

Después, tenemos que meter las alas en el horno, a 250º durante unos 20 minutos (que veáis que están doradas), sueltan mucha grasa, así que no hagáis como yo, y en vez de ponerlo sobre el grill directamente, mejor sobre una bandeja, se van a hacer igual y así no se quema la grasa debajo cuando caiga al piso del horno.

Durante ese período de tiempo, tenemos que hacer la marinada. Básicamente: cogemos 100 gramos de mantequilla y los derretimos, mejor en un cazo, claro. Después, echamos la salsa barbacoa y la salsa de Sriracha (si no tenéis, que es lo más normal, utilizad tabasco u otra salsa picante), mezclamos bien hasta que sea una mezcla homogénea.

Una vez hemos sacado las alitas del horno, sólo habrá que embadurnarlas bien del potingue. Las sumergimos dentro y cuando las saquemos, las agitamos un poco para que se caiga lo sobrante. En una bandeja con papel de plata las colocamos y metemos otra vez al horno. Con 15 minutos a 140º bastará, se van a quedar en su punto, ya veréis. Para chuparse los dedos.

Resultado