Otra vez una NO receta que en menos de cinco minutos puede resolver desde un desayuno a una merienda pasando por el mejor de los almuerzos y es que muchas veces preparaciones tan sencillas como esta tostada de higos con mojama son la clave de los momentos más felices. Ahora están en plena temporada en España y los tendremos hasta mediados de septiembre, un tiempo muy cortito para disfrutar de una fruta dulce y carnosa que para platos salados funciona muy bien siempre y cuando le busquemos contrastes salados potentes para que la combinación choque y triunfe a la vez. 

En este caso, la elección ha sido la mojama, ese embutido de lomo de atún (la parte baja, la de la zona denominada como descargamento), curado en sal tan típico en el sur de España (aunque recordemos que la bottarga italiana es lo mismo y también allí es muy consumido) que normalmente se consume como una chacina más pero que puede ser muy versátil jugando con sus puntos de curación, que le otorgan más o menos rigidez y sequedad. También podríamos haber empleado el corazón del atún curado y rallado, las clásicas anchoas, unas sardinas anchoadas o un paté potente de aceitunas negras. 

Propiedades nutricionales de los higos

Según la Fundación Española de la Nutrición "después del agua, el componente mayoritario de los higos frescos lo constituyen los hidratos de carbono (glucosa, fructosa y sacarosa). De hecho, junto al plátano, la chirimoya y las uvas, el higo es una de las frutas con mayor contenido en azúcares.

El contenido proteico no es alto, aunque presenta todos los aminoácidos esenciales. Respecto a la fibra, el higo fresco tiene una cantidad importante y en relación con los minerales no aporta cantidades elevadas (sólo es destacable su contenido en potasio).

En relación a las vitaminas, el higo contiene pequeñas cantidades de vitamina B6 y tiamina".

Cómo hacer una tostada de higos con mojama

Ingredientes

  • Rebanada de pan de cereales y centeno, 4 u
  • Higos, 4 u
  • Mojama de atún, 40 g
  • Ricotta salata, 120 g
  • Reducción de balsámico, unas gotas
  • Sal en escamas, unas briznas
  • Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharaditas
  • Hojas de espinaca baby, 8 u

Paso 1

Os recomiendo utilizar un pan oscuro, con sabor y un deje ácido característico de la masa madre; es ideal uno de cereales con centeno y un poco de algarroba. Sólo tendréis que cortarlo en láminas, no muy finas pero tampoco gruesas y tostarlo bien en la tostadora o en la sartén con unas gotas de aceite de oliva, por los dos lados. 

Paso 2

Mientras se tuesta el pan sólo hay que lavar los higos con cuidado, porque normalmente son frágiles, y cortarlos en cuartos. 

Paso 3

Añadimos sobre el pan unas gotas de aceite de oliva virgen extra y troceamos con los dedos la mojama, aunque también lo podríamos hacer con el cuchillo. 

Paso 4

Ya sólo quedará montar la tostada de higos con una base de ricotta salata cremosa - también podríamos emplear burrata o solamente su stracciatella interior - los trozos de higo por encima, unas gotas de la reducción de balsámico, los trozos de mojama y para rematar unas escamas de sal sobre los higos, un chorrito de aceite de nuevo y las hojas de espinaca baby que también podrían ser sustituidas por unas hojas de rúcula u otros brotes como la acedera, al gusto de cada uno. 

Trucos y sugerencias

Este tipo de tostadas - o tostas - son saludables, naturales y nos acercan al producto de temporada y a los productores locales. Os recomiendo siempre que busquéis en las tiendas pequeñas proveedores cercanos porque el resultado será muchísimo mejor sin duda.