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Paula Casado, chef especializada en cocina contemporánea y en el servicio de private chef (es decir, cenas privadas y experiencias gastronómicas personalizadas), comparte en redes sociales recetas de sus platos creativos que cautivan a sus más de 100.000 seguidores.
Entre las elaboraciones más destacadas se encuentra su versión de los guisantes con jamón, facilísima de hacer. Puedes usar guisantes frescos como ella o unos congelados o en conserva, aunque si quieres obtener unos mejores resultados, se recomienda que sean frescos."Vais a ver que con buenos ingredientes no hace falta mucho más y están brutales", asegura.
Para la receta sólo vamos a necesitar guisantes, jamón, yema de huevo, salsa de soja y pimienta negra. Como veis, ingredientes muy básicos que podemos encontrar fácilmente en el mercado o supermercado.
El truco de la sal
Vamos a compartir el paso a paso de la receta, pero antes conviene tener en cuenta un detalle relevante que Paula Casado remarca para conseguir unos guisantes más sabrosos.
La clave, según ella, es hervir los guisantes en un agua "muy bien salada". Tal y como afirma, "ese es el truco para que no necesiten nada más". De esta forma, se realza el sabor natural de los guisantes.
Sin embargo, cabe señalar que la mayoría de la sal se queda en el agua, no en el interior del guisante, por lo que si para nuestro gusto el sabor no está lo suficientemente concentrado, se recomienda agregar más sal después al saltearlos o al aliñarlos. También se les puede echar especias que les proporcionen más sabor.
Ingredientes
- Guisantes congelados o frescos, 300 g
- Jamón (a poder ser ibérico), 100 g
- Yema de huevo (mejor si es de corral), 2
- Salsa de soja (mejor si es baja en sal), uno o dos chorritos
- Pimienta negra molida, al gusto
- Aceite de oliva virgen extra, al gusto
- Sal, al gusto
Paso 1
Empieza curando las yemas de huevo en un bol con salsa de soja durante una hora o dos.
Paso 2
Hierve los guisantes en una olla con mucha sal unos 2-5 minutos (un poco más si son congelados). Después, escúrrelos.
Paso 3
Ahora saltéalos con aceite en la sartén a fuego alto un par de minutos y distribúyelos en dos platos.
Paso 4
Agrega unas cuatro o cinco lonchas de jamón ibérico por encima de los guisantes en cada ración e incorpora las yemas curadas en el centro.
Paso 5
Para terminar, salpimenta al gusto y listo.
Beneficios de los guisantes
Los guisantes son un alimento pequeño, pero lleno de nutrientes y beneficios para la salud. De hecho, aportan una buena cantidad de proteínas vegetales, lo que los convierte en una excelente opción para quienes reducen el consumo de carne o siguen una dieta vegetariana.
Además, son ricos en fibra, que ayuda a mantener una buena digestión, controlar el apetito y regular los niveles de azúcar en sangre, algo especialmente útil para prevenir o manejar la diabetes tipo 2.
Estos pequeños granos verdes también aportan vitaminas del grupo B, especialmente ácido fólico, que contribuye a la formación de células y al correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Su contenido en vitamina C y antioxidantes como los polifenoles ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a proteger las células frente al envejecimiento.
En cuanto a los minerales, los guisantes contienen hierro, magnesio, fósforo y potasio, todos esenciales para mantener la energía, cuidar los huesos y favorecer una buena salud cardiovascular.
Además, al ser bajos en grasa y calorías, pero muy saciantes, son ideales para mantener un peso equilibrado.
Ideas de recetas con guisantes
Los guisantes son muy versátiles y se adaptan a casi cualquier plato. A continuación, ofrecemos algunas ideas fáciles y rápidas para aprovecharlos (ya sea frescos, congelados o en conserva).
Una opción ligera y sencilla puede ser una ensalada templada de guisantes. Para elaborarla sólo tienes que mezclar los guisantes con espinacas frescas, queso feta o de cabra, y unas nueces. Aliña con aceite de oliva y un chorrito de limón. Es fresca, nutritiva y se prepara en un momento.
Otra alternativa estupenda es una crema de guisantes. Solo tienes que cocerlos con un poco de cebolla y caldo de verduras, triturarlo todo y añadir un toque de aceite o yogur natural antes de servir. Queda muy suave y reconfortante, ideal tanto caliente como fría.
También puedes preparar una tortilla de guisantes, similar a una tortilla francesa o de patata, pero con guisantes salteados mezclados con los huevos batidos. Es una receta muy rápida y perfecta para una cena ligera.
Por último, si te apetece un plato con un toque más exótico, prueba un salteado de guisantes con arroz y curry. Solo tienes que mezclar arroz cocido con guisantes, un poco de cebolla, cúrcuma o curry, y saltear todo junto unos minutos. El resultado es un plato aromático, colorido y muy completo.
