El chef Dani García, en primer plano, con una imagen de calamares fritos al fondo.

El chef Dani García, en primer plano, con una imagen de calamares fritos al fondo. E.E.

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Dani García, chef Michelin, lo confirma: "Para que los calamares queden crujientes, hay que pasarlos por agua antes"

El chef Dani García reinventa el clásico bocadillo de calamares con un truco sencillo y eficaz que marca la diferencia en cada bocado.

Más información: Dani García, chef Michelin, contundente: "Para que los calamares rebozados tengan más sabor, hay que marinarlos"

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Si hay un bocadillo muy habitual en nuestro país, especialmente en la capital de España, ese es el bocadillo de calamares, todo un clásico que siempre es un placer degustar y que se puede preparar de maneras diferentes, según las preferencias de cada uno.

En este sentido, el chef con dos estrellas Michelin, Dani García, ha dado a conocer su propia versión de este bocadillo clásico, que, aunque no cumple con los requisitos del tradicional bocado madrileño, es perfecto para llevarse a la boca en cualquier momento.

En uno de sus directos para RTVE, a través de los que comparte sus mejores recetas, el cocinero explica la forma en la que se elabora este bocadillo, aunque se disculpa con los madrileños, ya que él lo prepara de una manera un tanto diferente pero realmente sabrosa.

Es suficiente con dar un bocado a su bocadillo de calamares para poder apreciar ese toque de Dani García que lo eleva a otro nivel. El cocinero sabe que la clave está en los ingredientes, y por este motivo no duda a la hora de utilizar aquellos que son de mayor calidad.

Ingredientes del bocadillo gourmet de calamares

  • 600 g de anillas de calamar
  • 100 g de harina
  • 2 huevos
  • 1 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharadita de tinta de calamar
  • Ralladura de limón
  • Aceite de girasol (para freír)
  • Aceite de oliva (para la mayonesa)
  • Sal
  • Pan para bocadillo (tipo mollete o pan crujiente)

Paso 1

Calienta abundante aceite de girasol hasta que alcance los 180 °C, ideal para una fritura crujiente.

Paso 2

Pasa las anillas de calamar primero por agua y luego por harina. Sacude el exceso de harina antes de freírlas.

Paso 3

Usa una mandolina para cortar la cebolla en aros muy finos y regulares. Pásalos por harina y también retira el exceso.

Paso 4

Fríe las anillas y los aros de cebolla por separado en el aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes. Resérvalos sobre papel absorbente.

Paso 5

En un vaso batidor, añade 1 huevo, 1 diente de ajo, sal y aceite de oliva. Emulsiona lentamente hasta obtener una mayonesa espesa. Añade una cucharadita de tinta de calamar y mezcla bien. Opcional: un poco de ralladura de limón para dar frescor.

Paso 6

Una nueva versión de un bocadillo tradicional

Esta versión del delicioso bocadillo de calamares de Dani García ofrece una nueva dimensión de este plato tradicional, que muestra que es posible combinarlo con nuevos sabores e ingredientes para darle un toque final más espectacular.

Si prefieres lo tradicional, solo hay que quitar la cebolla, la tinta de calamar y la ralladura de limón para preparar el clásico de siempre. Este bocadillo está desde hace décadas vinculado con Madrid, curiosamente una ciudad de mar.

Allí llegó en la década de los 50 y los 60, en pleno auge de los bares y las tabernas del centro, sobre todo en torno a la Plaza Mayor, donde nació este bocadillo que rápidamente se convirtió en un éxito por ser rápida, sabrosa, económica y saciante.

El secreto del éxito está muy relacionado con el transporte refrigerado y el auge de los productos de mar congelados en la posguerra, que hicieron posible que los calamares llegaran a Madrid desde el norte del país, siendo una opción barata y fácil de preparar.

La fritura enharinada, al estilo de la cocina importada por los andaluces que llegaban a Madrid, les dio el toque definitivo para conseguir que los calamares fuesen más crujientes y apetitosos.

Esta mezcla de culturas fue la que llevó a que el bocadillo de calamares se haya convertido en una de las preparaciones más clásicas del país y en todo un símbolo de la capital de España, estando incluso al mismo nivel que el cocido o los callos.

Hoy en día, el bocata de calamares ya es un clásico de la visita a la capital, de forma que no puede faltar su degustación en un paso por Madrid, siendo una opción buena, bonita y barata de la gastronomía madrileña, una manera de disfrutar del fast food más castizo.

A pesar de que tuvo años de desprecio y cierta desconsideración por parte de algunos gurús gastronómicos, este bocadillo ha logrado mantenerse con el paso del tiempo y a pesar de sus intentos sigue siendo el plato típico de la ciudad, aunque en algunos casos, como Dani García, hay algunas variantes con respecto a la receta clásica.