Wola wola Cocinillas! De vuelta a la cocina, esta semana decidí preparar una receta con ingredientes simples y que pudiesen dar lugar a un plato rico y sabroso. Al mismo tiempo, quiero mostraros que estar entre fogones es una tarea divertida y sencilla. Sobre todo, por el resultado final, nada que envidiar de un restaurante de 3 estrellas de la guía Michelin!!!

Así pues, para este septenario ha tocado un plato con aroma marinero. El pescado escogido es una sencilla merluza, o filetes de merluza para ser más exactos, cocinándolo en salsa de tomate. A continuación, os presento los ingredientes:

Preparación

  1. Cortamos las cebollas a la juliana. ¿Qué quiere decir? Se toma la cebolla y se coloca con la base sobre la tabla. Se realiza un primer corte por la mitad en forma vertical. Teniendo las dos mitades, tomamos una de ellas. Siguiendo la misma idea, tal como se ve en la imagen, se siguen realizando cortes longitudinales. El grosor de cada corte que sea de unos 2mm aproximadamente, pero a ojo, ni muy fino, ni muy grueso.
  2. Ponemos a calentar en una sartén unas 6 cucharadas de aceite de oliva. Seguido echamos la cebolla para que se poche y el ajo picado. Lo tenemos a fuego lento/medio. La vamos moviendo de tanto en tanto para vigilar que la cebolla se emblandezca y no se pegue.
  3. Cuando veamos que la cebolla está como más amarillenta y blanda, echamos el tomate triturado.
  4. Añadimos 2 cucharadas pequeñas de azúcar. Esto básicamente es para disipar la acidez del tomate.
  5. Echamos 1 cucharada pequeña de sal, 1 pequeña de pimienta negra y colocamos encima 5 hojas de laurel. Removemos todo para homogeneizar la mezcla y dejamos que se vaya cocinando a fuego lento/medio. El tiempo:  unos 15-20 minutos.
  6. Mientras se hace el tomate, cortamos los filetes de merluza a trozos. No han de ser ni demasiado pequeños ni tropezones kilométricos! Una medida como la que muestro en la galería. Cortado todo, lo apartamos y reservamos.
  7. Pasados el tiempo estimado, vemos que la salsa se ha espesado y ya no está tan aguada. En este punto, añadimos el tomate frito a la salsa y removemos.
  8. Mezclado todo empezamos a colocar los trozos de merluza. Lo hacemos en dos tandas. En la primera, repartimos lo que nos quepa en la sartén, y luego hundimos los trozos para dar espacio a la segunda tanda que irá encima. De nuevo, colocamos y  hundimos, hasta que todos los trozos estén sumergidos en la salsa. Dejamos unos 10-15 minutos a fuego lento/medio.
  9. Para acompañar, podemos freír patatas cortadas en forma circular. Una vez fritas, las depositamos en un recipiente hondo sobre el cual echaremos la salsa de tomate con la merluza.
  10. Una vez que veamos que la salsa se ha espesado y tiene consistencia, removemos solo una vez y con mucho cuidado (la merluza es muy sensible a despedazarse), y dejamos unos 5 minutos mas y apagamos.
  11. Finalmente, servimos la salsa sobre las patatas de manera uniforme y listo!

Resultado

Como habéis podido observar, el proceso es un poquito largo, a veces hay más palabrería que otra cosa! Pero son unos detalles que me gusta aclarar, ya que normalmente suelen surgir a la práctica. Además, me gustaría hacer un par de puntualizaciones sobre el proceso de elaboración.

Por un lado, está la cantidad de pimienta negra que le queráis echar. A mi me gusta que se note ese punto picante en la comida, y por ello le añadí media cuchara más a la salsa. Si incluso con una cuchara pequeña lo encontráis demasiado picante, reducís, y sin problemas.

No sé si aparecerá la pregunta “¿azúcar en la mezcla?”. Pero aunque parezca un ataque contra la receta en sí misma, es muy importante añadir esa cantidad de azúcar (la razón está explicada en el proceso de elaboración). Y no, no os asustéis, es imperceptible al paladar.

Otro hecho importante que no puedo mostrar en las imágenes es la manera de cocción. Siempre tapar la salsa para que se haga mejor (más en el punto de la merluza, permite que el vapor que no sale cueza mejor el pescado). Y sobre todo para que los fuegos no se conviertan en el tapiz propio de una obra de Miró!

Para finalizar, el detalle que también me gustaría remarcar es el acompañamiento. Ponerle patatas es una elección. Si estáis a dieta o no os apetece ponerle unas patatas fritas, podéis sustituirlas por arroz blanco. Y si no es ni una cosa ni la otra, si os gusta mojar pan, dejáis la salsa tal como está y tenéis a mano una buena barra de pan recién salida del horno, y listo! Ya la combinación estará de rechupete!

Espero que disfrutéis de la receta y que me vayáis contando vuestras experiencias! Hasta la próxima et bon appétit!

 

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