Hoy os voy a enseñar una receta que seguramente os deje bastante flipados. Desde luego es la mayor locura que he hecho yo en la cocina, y os advierto que es toda una bomba triglicérida, pero si te llama la atención te aseguro que no te podrás resistir.

La idea la cogí de un vídeo por Internet (no recuerdo cuál, pero seguro que en los comentarios me lo ponéis), y todo fue decidirse a hacerlo un día y arriesgarse a una muerte por saturación de grasa en las arterias. Afortunadamente sigo aquí, y para darse el placer un día merece la pena probarlo.

Preparación

  1. Lo primero es pelar, cortar y freír las patatas. Es decir, hacer unas patatas fritas de toda la vida.
  2. Echamos harina en un bol y añadimos agua mientras batimos hasta que la masa es consistente, ni muy líquida ni muy espesa.
  3. Freímos primero la salchicha para tenerla lista y la escurrimos para quitarle el aceite.
  4. Rebozamos la salchicha en la masa de harina, la pinchamos en un palo de pincho moruno, le ponemos las patatas pegadas con cuidado y lo metemos en aceite bien caliente para que se pegue todo. Esta es la parte más delicada y complicada, pero con un poco de maña y cuidado nos saldrá perfecto.
Y ya está, ya veréis que rico. El último es un poco complicado, pero es cuestión de tener cuidado y no preocuparnos de mancharnos con la masa.

Noticias relacionadas