Se acerca mi cumpleaños y quiero hacer la típica fiesta para unos cuantos amigos en casa, cenita a base de picoteo y copas. Un clásico. El caso es que quería un plato para picar que a todos gustara y que llamara la atención. Total, que pensé que unas patatas con queso cheddar y bacon serían una estupenda opción.

Está claro que un plato equilibrado no es, pero bueno, no es que se cumplan años todos los días ;). Es un plato que a mi y a mi gente nos gusta mucho, y que cuando vamos a un sitio en el que sirvan comida típica americana, caen seguro. Muchos lo habréis probado en un Foster Hollywood (Cheese fries) o directamente los habréis podido pedir a casa, pues también os informamos que este plato en concreto se ha quitado de la carta a domicilio, por lo que si sois unos yonkis de esto como yo, aquí tenéis una buena salida.

El caso es que cualquiera les dice que no, con la pinta que tienen…

PatatasCheddarBacon6

Lo que tiene de graso este plato lo tiene de fácil, eso que lo tengáis claro. Yo he optado por la vía rápida en cuanto a las patatas porque tenía una bolsa de patatas gajo en el congelador (considero que queda mejor con éstas, aunque de cualquier otro tipo irían perfectamente), pero lo ideal es que pelemos unas patatas, las cortemos y las friamos, en abundante aceite.

En freír las patatas no deberías de tardar más de 5 minutos, sean de una modalidad o de otra. Podemos aprovechar el tiempo para empezar a calentar la nata en una sartén más pequeño, pero con el fuego bajo y os recomiendo que no echéis toda la nata, sólo un 80%. Apartamos las patatas una vez fritas, y seguimos con la salsa. Echamos trozos pequeños de cheddar en la sartén con la nata, no es que sea mejor de una forma o de otra, pues la cosa es que se derrita, cuanto más pequeño y más fino, menos tardará en mezclarse adecuadamente.

Aprovechamos para freír el bacon. No utilizaremos ni aceite siquiera, pues queremos que suelte grasa y que se haga en ésta. Dejadlo hacer mucho, sin llegar a que se queme, por dos motivos, menos grasa tendrá y más crujiente quedará.

Removemos la salsa, que debería haber alcanzado cierta solidificación. Si nos parece excesiva vertemos la nata restante que antes habíamos reservado, pero lo suyo es que sea consistente y no líquida, pero para gustos los colores. Una vez tenga el color que debe tener y hayamos terminado con la salsa, nos disponemos a emplatar.

Primero las patatas, luego repartimos el queso sobre ellas y por último esparcimos el bacon frito por encima de la mezcla. No tiene más complicación, y os habrá llevado un rato mínimo.

Para maridar este plato os recomiendo… Coca-Cola principalmente, o batidos si estáis estupendos ese día, pero podéis acabar como una bola, así que cuidado ;). Para los amantes de las salsas, servid un cuenco con salsa barbacoa y otra con una salsa de vuestra elección, para acompañar y dar más opciones a tus invitados. Espero que la disfrutéis.

Tiempo: 15 minutos

Dificultad: 1/4

Digestión: 3/4

Precio: 4,5 euros

Noticias relacionadas