Karlos Arguiñano con sardinas a la plancha en sartén.
Karlos Arguiñano (76), chef, lo confirma: "El truco para unas sardinas sabrosas no es el limón ni la sal"
El chef Karlos Arguiñano explica el truco para que las sardinas a la plancha queden jugosas y sabrosas con un sencillo detalle en la cocción.
Más información: Karlos Arguiñano, chef, lo tiene claro: "Este pescado lo como cada semana: es sabroso, fácil de cocinar y muy barato"
- Total: 30 min
- Comensales: 4
Hablar de cocina en España es hablar de Karlos Arguiñano. A sus 76 años, el chef vasco continúa marcando tendencia con consejos sencillos y directos que conquistan a cualquier amante de la gastronomía. En esta ocasión, lo ha hecho con uno de los pescados más consumidos del verano: las sardinas.
El cocinero insiste en que el éxito de este plato no reside en los aderezos ni en complicadas elaboraciones, sino en el punto exacto de cocinado. "Si no las haces un minuto por cada lado, pierden todo el sabor", sentencia Arguiñano, que sigue apostando por la sencillez y la tradición como sus mejores armas en los fogones.
El secreto está en el tiempo
Las sardinas son un pescado azul con un sabor intenso, pero también muy delicado. Un exceso de calor puede resecar su carne y arruinar la experiencia. Por eso, el chef recomienda tener siempre el reloj en mente: un minuto por lado en la plancha es suficiente para que queden jugosas, tiernas y con toda su esencia.
La clave está en calentar bien la plancha antes de colocar el pescado. Así se consigue un sellado rápido que mantiene los jugos en el interior y potencia el sabor característico de este pescado tan ligado a la cultura mediterránea.
Un plato de verano con historia
En España, las sardinas se asocian al verano, a las reuniones familiares y a las fiestas populares como la noche de San Juan o las verbenas en la costa. Su precio accesible y su abundancia las han convertido en un símbolo de la cocina popular, aunque en manos de chefs como Arguiñano pueden convertirse en un bocado de alta categoría.
"Son platos sencillos, pero si están bien hechos, valen más que cualquier invento raro", suele recordar el cocinero. Y es que, con pan y sardinas a la plancha, pocas mesas no se sienten celebradas.
El truco contra el olor
Uno de los principales inconvenientes de cocinar sardinas es el fuerte olor que dejan, especialmente en las manos. Para esto, Arguiñano también aporta una solución práctica: frotarse los dedos con un trozo de limón antes de lavarlos con agua y jabón. Según el chef, este gesto neutraliza el aroma persistente mejor que cualquier otro método.
De hecho, recomienda tener siempre un limón a mano cuando se preparan pescados azules, no solo para aderezar, sino también como aliado en la limpieza. Es un consejo simple, pero tremendamente útil para quienes disfrutan del pescado en casa.
El error de congelarlas
Otro de los avisos de Arguiñano es evitar la congelación. El elevado contenido en grasa de las sardinas hace que, al descongelarlas, pierdan sabor y textura. "No tiene sentido comprarlas frescas y luego estropearlas en el congelador", señala el cocinero, que siempre apuesta por el producto de temporada.
La frescura es, por tanto, un valor indispensable en esta receta. Y si se compran sardinas recién llegadas a la lonja, el resultado será mucho más sabroso que cualquier pescado guardado semanas en la nevera.
Una receta fácil para todos
El atractivo de esta propuesta no está solo en su sabor, sino también en su sencillez. Con apenas tres pasos y unos pocos ingredientes, cualquiera puede preparar unas sardinas a la plancha perfectas. No hace falta ser un experto ni tener equipo profesional: basta con una plancha bien caliente, un poco de aceite y ganas de disfrutar.
Este es, precisamente, uno de los grandes méritos de Arguiñano: hacer que la cocina sea accesible para todos. Sus recetas no intimidan, sino que invitan a probar. Y en un tiempo en el que abundan preparaciones sofisticadas, su defensa de lo básico sigue conquistando al público.
Beneficios para la salud
Más allá del sabor, las sardinas son uno de los pescados más saludables. Ricas en ácidos grasos omega-3, ayudan a reducir el colesterol y cuidan la salud cardiovascular. También son una fuente importante de proteínas, calcio y vitamina D, nutrientes esenciales para mantener huesos fuertes y prevenir enfermedades.
Por eso, nutricionistas y cardiólogos recomiendan incorporarlas a la dieta de forma habitual, especialmente en verano, cuando están en plena temporada y alcanzan su mejor punto de calidad.
Cómo acompañarlas
Aunque la receta de Arguiñano es muy básica, admite acompañamientos que realzan aún más el plato. Una ensalada fresca de lechuga, unas rebanadas de pan tostado o unas patatas al pimentón son opciones sencillas que combinan perfectamente con el sabor del pescado.
El chef también aconseja servirlas con limón partido en cuartos, de forma que cada comensal pueda añadir un toque cítrico según su gusto. Este detalle, aunque opcional, aporta frescor y equilibra la intensidad de la sardina.
La vigencia de un clásico
En tiempos en los que los chefs más jóvenes apuestan por fusiones internacionales y técnicas vanguardistas, Arguiñano sigue reivindicando la fuerza de los clásicos. Las sardinas a la plancha son la prueba de que lo más simple puede ser también lo más memorable.
Su receta no solo es fácil, rápida y barata, sino que conecta con la memoria colectiva de los españoles. Es un plato que sabe a mar, a verano y a tradición. Y como recuerda el propio cocinero, "si se hace bien, no necesita nada más".
Ingredientes de las sardinas a la plancha por Karlos Arguiñano
- 24 sardinas frescas
- 8 rebanadas de pan
- 1 lechuga
- 1 limón
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre
- Sal
- Perejil fresco
Paso 1
Lava y seca bien las hojas de lechuga. Córtalas en juliana fina y resérvalas.
Paso 2
Limpia las sardinas, retirándoles la cabeza y las tripas. Sazónalas y riégalas con un par de cucharadas de aceite.
Paso 3
Calienta bien la plancha y coloca las sardinas en dos tandas. Cocínalas 1 minuto por cada lado, ni más ni menos.
Paso 4
Aliña la lechuga con aceite, vinagre y sal al gusto.
Paso 5
Corta el limón en 4 porciones y adorna con perejil fresco.
Paso 6
Sirve 6 sardinas por persona, acompañadas de la ensalada y dos rebanadas de pan.