
Si usas así el papel de horno, lo estás haciendo mal iStock
Estás usando mal el papel de horno en la freidora de aire y es un peligro, pero, con este truco, es una maravilla
Usar bien el papel de horno en la freidora de aire facilita su limpieza, pero hay que hacerlo bien para no correr riesgos
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Una de las grandes ventajas que tiene la freidora de aire frente al horno es lo fácil que resulta limpiarla, aun así somos muchos los que buscamos accesorios o trucos para que se ensucie menos y la limpieza sea aún más sencilla. Esto nos lleva directos al uso de papel de horno o papel de aluminio, a pesar de que hay personas, incluso algunos fabricantes que lo desaconsejan.
Es cierto que, mal utilizados, pueden afectar al correcto funcionamiento de la freidora o, incluso, ser un peligro, pero bien utilizados, en algunas circunstancias, son una verdadera maravilla y permiten realizar mejor determinadas cocciones.
Lo que puede pasar si se usa mal
Las freidoras de aire funcionan gracias a un sistema de convección que requiere una circulación libre del aire para que los alimentos se cocinen de manera uniforme. Si se coloca el papel de tal manera que bloquea esta circulación, por ejemplo, sobre la rejilla, tal como se ve en la imagen que abre este artículo, el resultado puede ser un cocinado irregular o deficiente.
Otro riesgo asociado al uso de papel de horno es que, al igual que puede suceder con otros alimentos ligeros como aros de cebolla o rebanadas de pan de molde, por efecto del aire circulante, pueden levantarse y volar hasta la resistencia donde podrían quemarse y, en una situación extrema, podrían llegar a arder.
Con el papel de aluminio sucede exactamente lo mismo, con el añadido de que, al igual que en un horno convencional, si se usa en contacto con ingredientes ácidos podrían liberarse trazas que podrían migrar a la comida. Aun así, tanto el papel de horno como el de aluminio resultan muy útiles en la freidora de aire por diversos motivos. Lo veremos a continuación.
Así gana la freidora de aire con papel de horno y el de aluminio
Utilizar ambos materiales en la freidora de aire puede ser seguro y beneficioso si se hace correctamente, respetando ciertas precauciones básicas. Para empezar, es fundamental asegurarse de que cualquiera de estos papeles esté bien fijado y no vuele dentro de la cesta. Esto se logra colocándolos debajo de alimentos con cierto peso, de manera que éstos impidan que se levante con la corriente de aire. Además, nunca se debe precalentar la freidora con el papel dentro si no hay comida encima, ya que eso supone mucho riesgo de que se desplace y entre en contacto con la resistencia.
Otro paso que debemos hacer es perforar el papel de horno para permitir el paso del aire caliente. Esto mantendrá una buena circulación la cocción y hará que los alimentos se cocinen de manera uniforme. Existen incluso papeles de horno que ya vienen perforados, diseñados especialmente para freidoras de aire, que optimizan el flujo de aire y facilitan la limpieza de la rejilla. Si se opta por cortar el papel manualmente, conviene recortarlo justo al tamaño de la rejilla evitando que sobresalga por los bordes.
El papel de aluminio se puede colocar en el fondo de la cesta, debajo de la rejilla, o para envolver alimentos específicos, como pescados, hortalizas o piezas de carne que se quieran cocinar en su propio jugo. En estos casos, el papel de aluminio ayuda a conservar la humedad, realzar los sabores y facilitar la limpieza posterior del aparato, pero hemos de asegurarnos de que los "paquetes" que hagamos estén bien cerrados y no se abrirán por efecto del aire. Yo lo que suelo hacer es envolver con suficiente cantidad de papel para que sobre una buena cantidad por los lados para poder doblar hacia abajo de manera que el cierre quede bajo el alimento.
¿Por qué merece la pena utilizarlos? Porque hay varios platos que se benefician del uso de estos materiales. Por ejemplo, el salmón en papillote queda especialmente jugoso cuando se envuelve en papel de horno con algunas verduras y un chorrito de limón. Las empanadillas o croquetas, por otro lado, pueden colocarse sobre papel de horno perforado para evitar que se peguen o se manche excesivamente la rejilla. También es muy útil el papel de horno para hornear galletas o pequeños bizcochos individuales sin que se desparramen ni se peguen. En definitiva, utilizar papel de horno o papel de aluminio en la freidora de aire no es peligroso si se hace de forma consciente y responsable. De hecho, puede mejorar el resultado de algunos platos y simplificar la limpieza.
Alternativas reutilizables
Uno de los inconvenientes insalvables tanto del papel de horno como del papel de aluminio es que no son reutilizables, ya que se desechan después de su uso. Como alternativa, existen cestas y tapetes de silicona que son bastante populares entre los usuarios de freidoras de aire.
Con este tipo de productos hay que tener en cuenta una cosa y es que hay que tomar el mismo tipo de precauciones que con los papeles: deben permitir el flujo de aire y no deben utilizarse sin suficiente peso encima para evitar accidentes. En mi modesta opinión, su uso no supone ninguna ventaja, puesto que la limpieza de la silicona que ha estado en contacto con grasa es más engorrosa que la limpieza del metal, quiere esto decir que nos va a costar más esfuerzo limpiar todo si usamos un accesorio de silicona que si no usamos nada. Eso, sin contar con que tendremos que buscarle sitio en la cocina a otro cacharro más.
Sí me gusta, para determinadas preparaciones, utilizar pequeñas fuentes de gres, de vidrio o de metal. Por ejemplo, para hornear o gratinar una lasaña o unos canelones, me parece muchísimo más cómodo hacerlo en una fuente que hacerlo directamente en la cesta sin la rejilla, o para asar una pequeña cantidad de tomates cherry cuyos jugos quiero aprovechar.