En las últimas semanas el precio de los productos básicos no para de copar titulares. Primero fue la luz, después llegaron las hortalizas y ahora parece que toca hablar del precio del aceite de oliva. Un producto que se ha encarecido un 40% en los últimos 5 años. Puede parecer que la culpa es de los distribuidores pero, al igual que con las hortalizas, la subida está condicionada por otros motivos que poco tienen que ver con la especulación.

La tormenta perfecta

Producción de aceite de oliva

Como todos los mercados modernos, el precio del aceite de oliva se rige en base a la oferta y la demanda. Si crece la oferta el precio baja y si por el contrario lo hace la demanda sube. El problema con el aceite de oliva es que no sólo ha crecido la demanda si no que además la oferta ha caído de forma considerable, lo que ha disparado el precio. Así lo indica POOLred, el principal sistema de precios en origen de aceite de oliva en España.

Solo en España, primer productor mundial, la cosecha cayó un 40%. Mientras que en Italia una plaga de Xylella fastidiosa ha arrasado más de un millón de olivos y de la que se han detectado casos aislados en Islas Baleares.

En el pasado, muchos distribuidores amortiguaban la subida de precio de cara al consumidor aprovisionándose de aceite cuando se preveían malas cosechas. Sin embargo, se han acumulado tantos malos años que muchas de estas reservas se están agotando.

Si el aumento de la demanda, la caída de la producción y el fin de las reservas de aceite no fueran poco, a esta tormenta perfecta hay que sumarle la llegada de empresas especuladoras que buscan hacer negocio.

El precio del aceite de oliva también afecta a los productores

aceitunas

Los consumidores no somos los únicos afectados, puesto que pese a la subida de precios muchos agricultores siguen viéndose obligados a vender su producto por debajo de coste. Según un estudio realizado en 2015 por el Consejo Oleícola Internacional, el coste medio de producción de un kilo de aceite de oliva en España se sitúa entre los 2,19€ y los 3,56€ por lo que, según Directo del Olivar, el precio medio de venta a granel debería estar entre los 2,73€ y los 4,45€. Una situación que, pese a a las subvenciones, todavía no se cumple y hace que la venta a granel de aceite de oliva de cultivo tradicional no sea rentable.

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