
Platos típicos españoles.
Este es el plato vasco que arrasa en el norte y ha conquistado a toda España: listo en 5 minutos y solo necesita 3 ingredientes
Se trata de un bocado fresco, directo y muy sabroso, ideal para abrir el apetito a cualquier hora del día.
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- Total: 5 min
- Comensales: 4
La gastronomía española es muy diversa y está profundamente ligada a las tradiciones de cada región. A lo largo del país, encontramos platos que se han convertido en verdaderos emblemas nacionales, como la paella, originaria de Valencia, hecha con arroz y mariscos o carne; la tortilla de patatas, un clásico que puede llevar cebolla o no, y el jamón ibérico, reconocido mundialmente por su sabor y calidad.
Dentro de esta rica variedad regional, el País Vasco ocupa un lugar destacado, no solo por sus productos locales de gran calidad, sino también por su influencia en la alta cocina. La gastronomía vasca es conocida por platos tradicionales elaborados con técnicas cuidadas y una fuerte identidad cultural.
Algunos ejemplos clásicos son el bacalao al pil-pil, cocinado con ajo, aceite de oliva y guindilla; el txangurro, un crustáceo de sabor intenso y textura delicada; las kokotxas en salsa verde, una exquisitez a base de las partes gelatinosas del bacalao o la merluza; y el chuletón a la brasa, una carne de vaca vieja muy apreciada por su sabor intenso.
No obstante, en el corazón de la gastronomía vasca hay un plato que ha traspasado fronteras y que, sin lugar a dudas, ha conquistado a más de un paladar. Concretamente, estamos hablando de las gildas, una combinación sencilla pero muy sabrosa, compuesta por una aceituna verde, una guindilla en vinagre y una anchoa en salazón.
La gilda se sirve tradicionalmente ensartada en un palillo, como bocado individual que se toma de un solo trago, y es uno de los mejores ejemplos de cómo la cocina vasca sabe extraer el máximo sabor con pocos ingredientes.
La receta original de la Gilda incluye tres elementos clave: una aceituna verde, una guindilla en vinagre (normalmente del tipo piparra, suave y alargada) y una anchoa en salazón.
Estos ingredientes se colocan en un palillo de madera, generalmente en este orden: aceituna, anchoa doblada y guindilla. Hay variantes que añaden otra aceituna para cerrar el pincho por ambos lados, pero lo esencial es mantener el equilibrio entre salado, ácido y ligeramente picante.
Origen de la gilda
El origen de la Gilda se remonta a los años 40, en el bar Casa Vallés de San Sebastián. Se cuenta que un cliente empezó a combinar estos tres ingredientes en un palillo, y el invento gustó tanto que se popularizó rápidamente.
Además, se dice que el nombre proviene de la película Gilda (1946), protagonizada por Rita Hayworth. El personaje de la actriz era provocador, atrevido y sensual, lo que inspiró a los creadores de este pincho a llamarlo así porque era “verde, salado y un poco picante”, como la actriz en la película.
Desde entonces, la Gilda se ha convertido no solo en uno de los pinchos más famosos, sino también en un símbolo del tapeo vasco.
Ha sido reinterpretada en cocinas modernas, con variantes que incluyen boquerones, aceitunas rellenas, queso o incluso versiones gourmet deconstruidas, pero la versión clásica sigue siendo la más valorada.
Ingredientes
- 8 anchoas en salazón (de buena calidad, en aceite de oliva)
- 8 guindillas en vinagre (tipo piparra vasca, suaves o ligeramente picantes)
- 8 aceitunas verdes sin hueso (pueden ser manzanilla o gordal, según el tamaño que prefieras)
- 8 palillos de madera
Paso 1
Una vez que tengas todos los ingredientes listos, prepara la superficie de trabajo. Saca las anchoas del frigorífico y deja que reposen unos minutos a temperatura ambiente para que estén más suaves y sabrosas. Si las guindillas son muy largas, córtalas por la mitad con unas tijeras o cuchillo para que no queden desproporcionadas respecto al resto del pincho. Escurre también un poco el exceso de vinagre de las guindillas y el aceite de las anchoas, para que el resultado no sea demasiado aceitoso ni ácido.
Paso 2
Ahora llega el momento de ensamblar las gildas. Toma un palillo de madera e inserta primero una aceituna. A continuación, dobla una anchoa en forma de U o de lazo y clava el palillo a través de ella. Después, añade una guindilla (entera o en trozos, según su tamaño) y termina con otra aceituna si quieres que el pincho quede simétrico y más completo. Repite este proceso hasta tener todas las gildas preparadas.
Paso 3
Finalmente, presenta las gildas en un plato o bandeja, de forma ordenada. Si lo deseas, puedes darles un toque final con unas gotas de aceite de oliva virgen extra por encima, pero no es imprescindible. Este aperitivo no necesita más: su sabor intenso y equilibrado habla por sí solo. Sírvelas a temperatura ambiente, acompañadas idealmente de un vaso de chacolí, sidra vasca o un vino blanco seco.