Ana Blanco entrevista al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. / EFE

Ana Blanco entrevista al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. / EFE

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Los diez momentos clave del publirreportaje de RTVE a Rajoy

Preguntas en diferido para un presidente del Gobierno que responde lo que le viene en gana en la televisión pública española que él mismo ve "muy bien".

26 octubre, 2015 23:10

Empezó la legislatura a través de un plasma y la cierra metiendo a los españoles en el televisor. A dos meses de las elecciones, Mariano Rajoy ha respondido a doce preguntas de los ciudadanos en TVE que estaban grabadas de antemano, así que solo ha podido repreguntar Ana Blanco, que le ha llegado a enseñar la fotografía de Luis Bárcenas pero ni siquiera le ha preguntado por el ex tesorero. La presentadora de TVE fue alternando sus preguntas con las de los ciudadanos, Rajoy contestó a lo que le dio la gana y la periodista no atinó en repreguntar. “Yo soy mi rival”, le anunció.

1. AZNAR, SI VA, BIEN 

El presidente del Gobierno ha hablado de asuntos que le podían generar cierta empatía con los espectadores y hasta ha reconocido a dos de sus entrevistadores: una vecina de un pueblo de Lugo y un trabajador de la fábrica de Seat en Martorell. Curiosamente, son dos de los últimos lugares que Rajoy ha visitado. De Aznar dijo que si va a la campaña, "bien", y que si no, también. 

2. EL JUBILADO Y EL TRABAJADOR DE SEAT

La última entrevista que el presidente del Gobierno ofreció a TVE fue en septiembre de 2012 “para que no parezca que juega en casa”. Mariano Rajoy ha vuelto horas después de dejar preguntar solo a ocho periodistas en el Palacio de La Moncloa para someterse al interrogatorio grabado de un agricultor, un jubilado, el trabajador de Seat, una enferma de esclerosis múltiple, un agricultor, una educadora, un ganadero, una parada, un funcionario, un autónomo, una estudiante, una ama de casa viuda. Seis mujeres y seis hombres, de distinta edad. 

3. "FÍJESE, ANA"

Rajoy se sintió tan cómodo en su interrogatorio que reconoció a la periodista que ve “muy bien” la televisión pública española y cada vez que quería resaltar un buen dato, le decía: "Fíjese, Ana". 

4. LA FOTOGRAFÍA DE BÁRCENAS 

El jefe del Ejecutivo respondió a la corrupción en general como un mal que azota a la clase política, pero evitó entonar el mea culpa por los casos que asolan su partido. Por evitar, evitó hasta nombrar a su tesorero, Luis Bárcenas, el supuesto cerebro de la financiación ilegal del partido, cuando la periodista le mostró una decena de fotografías y le invitó a que fuera él quien eligiese el momento más duro de la legislatura. Solo le faltó preguntar quién era ése. “El momento más duro fue el accidente de Germanwings. ¿Por qué hay que ser tan pesimistas?”.

5. MÁS CARRETERAS

El trabajador de Seat y “la paisana” de Lugo le pidieron una razón para seguir confiando en él. “Porque las cosas van a ir mucho mejor en el futuro”, se limitó a responder, que reconoció que le hubiera gustado inaugurar más carreteras pero le tocó bailar con la más fea y “hemos tenido que ayudar a muchas comunidades autónomas”.

6. POR EL PLASMA A TRAVÉS DEL PLASMA

Otra ciudadana, empotrada en un plasma, le preguntó por qué ha concedido tan pocas preguntas en la legislatura y siempre se le veía a través de un plasma. “El plasma puede distanciar”, reconoció, pero defendió las contadas entrevistas que ofreció por la situación económica del país. Después, aseguró que había hecho más de cien comparecencias en los dos últimos años. “No está mal”. Y varias ruedas de prensa, incluida la de este lunes por la mañana, aunque no confesó que solo dio la palabra a periodistas afines y hasta dejó preguntar a dos del mismo medio de comunicación, dejando a más de treinta profesionales de la comunicación con la mano levantada.

7. CATALUÑA "POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS"

Una madrileña muy vinculada a Cataluña le enjabonó con el tema más peliagudo del final de legislatura. La ciudadana le preguntó si se han tendido los puentes necesarios para escuchar a los catalanes, a lo que Rajoy volvió a sacar pecho de que él a lo único que se niega es a romper los límites del diálogo. “Yo haré todo lo que pueda porque España siga siéndolo por los siglos de los siglos”. El amén nunca se llegó a escuchar.

8. "EN LA BUENA DIRECCIÓN"

Sobre la ley de la reforma laboral ante los contratos precarios y abusivos, el jefe del Ejecutivo dijo que “hay muchas cosas que mejorar, pero estamos en el buen camino. En la buena dirección”, como dicta el lema del PP. Cada vez que podía, Rajoy recordaba que España cumplirá el objetivo de déficit porque siempre ha cumplido lo que ha dicho Bruselas, y si Bruselas duda de España, por qué no va a dudar él de lo que dice Bruselas. 

9. EL ACEITE Y LAS GALLETAS DE ESPAÑA

"España no es un país perfecto, pero somos uno de los países del mundo más importantes", regaló Rajoy como posible titular. Y habló de sus viajes por España, de su apoyo al aceite, a los ajos y hasta a las galletas. Pero no solo se saldrá adelante con construcción y turismo. Palabra de presidente.

Incluir a un ganadero y a un agricultor entre los entrevistadores ha servido para que Rajoy sacase su lado más campechano y recordase todos los pueblos que ha visitado vinculados al sector primario. “Yo he estado en Mora (Toledo), en una cooperativa de aceite de oliva. En Badajoz, en Almería, en Cuenca, los ajos, las pedroñeras; en El Espinar con las galletas”.

10. "YO SIEMPRE ME HAGO SELFIES"

Para los autónomos, una simple palmadita en la espalda. “Las pymes han sido una parte muy decisiva de la recuperación económica que se está viviendo en nuestro país”. Y volvió a las pensiones, para dejar otro mensaje a los españoles: “Las pensiones es la única partida de los presupuestos que no hemos tocado. Han subido todos los años”. 

El cierre se lo llevó la nueva política de comunicación del PP. Rajoy saliendo del plasma, por los bares de pueblos haciéndose selfies. "Yo siempre me hago selfies", dijo, aunque ya adelantó que a él no se le va a ver bailando como Miquel Iceta y Soraya Sáenz de Santamaría. Si debatirá con Albert Rivera ni se le preguntó ni respondió.