Casi 30.000 personas mueren cada año en España por causas medioambientales

Las condiciones ambientales afectan a nuestra salud más de lo que podríamos creer. A la contaminación atmosférica se le atribuyen cada año entre 6 y 8 millones de muertes en el mundo y, en España, un estudio realizado por el Instituto de Biodiversidad y Medioambiente BIOMA de la Universidad de Navarra en colaboración con Sanitas, ha cifrado en 28.200 las personas que mueren o enferman cada año a causa del impacto combinado de los principales factores ambientales urbanos.

Este estudio surge de la colaboración entre la Universidad de Navarra y Sanitas, que han impulsado conjuntamente la Cátedra Sanitas Salud y Medio Ambiente para la investigación y la formación acerca de la relación entre salud y medio ambiente. Un vínculo cimentado sobre el concepto One Health (Una sola salud) que impulsan diversos organismos, entre ellos la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que establece la importancia de entender que la salud de las personas, los animales y el medioambiente está estrechamente interrelacionada.

La propia OMS advierte de que la contaminación atmosférica está teniendo un impacto cada vez mayor en la salud humana y se ha convertido en el segundo factor de riesgo de muerte a nivel mundial. En el estudio Influencia del medioambiente urbano en la salud de las personas de la UNAV se señalan algunos de los factores más relevantes y urgentes que se deben tener en cuenta para cambiar las políticas urbanísticas y mejorar con ello la salud de las personas.

Se han analizado ocho parámetros medioambientales que influyen directamente en la salud de las personas. Por un lado, se diferencian los que tienen un impacto más significativo en el contexto español, como son la calidad del aire, las temperaturas, las zonas verdes y la movilidad urbana. Como secundarios en importancia en nuestro país están la calidad del agua, la contaminación acústica, la lumínica y la seguridad urbana.

Principales conclusiones

El estudio concluye que la contaminación del aire es el factor urbano que más impacta en la salud en las ciudades españolas. Se estima que causa la muerte prematura de 37.000 personas cada año en España y, además, potencia la aparición de enfermedades como el cáncer de pulmón, los infartos y los accidentes cerebrovasculares.

En segundo lugar están las altas temperaturas y olas de calor, que también se presentan como un importante factor en la mortalidad. Afectan significativamente a las poblaciones más vulnerables como ancianos, menores y enfermos crónicos y en el verano de 2022 se produjeron en España nada menos que 11.000 fallecimientos.

Asimismo, el informe destaca que la falta de zonas verdes en las ciudades genera problemas como el estrés, la ansiedad y la obesidad, repercutiendo gravemente en la salud mental y física de los habitantes. Ana Sánchez-Ostiz, catedrática de la Universidad de Navarra, participante en el informe de la cátedra de la UNAV y Sanitas señala que aumentar un 30% la presencia de árboles en las áreas urbanas podría prevenir más de 2.600 muertes al año en Europa, además de producir otros beneficios como mejorar la calidad del aire y disminuir los efectos de las altas temperaturas.

En cuanto a la movilidad dentro de las ciudades, se confirma que promover el uso de las bicicletas y caminar reduciría el tráfico y ayudaría disminuir la contaminación y el ruido en las ciudades. Además, se calcula que estas medidas podrían evitar hasta un 11% de las muertes por enfermedades cardiovasculares.

Los resultados del informe buscan impulsar un diseño más sostenible y saludable de las ciudades. “Cualquier factor externo es susceptible de afectar a la salud de las personas en ámbitos tan fundamentales como la salud cardiovascular, pulmonar o mental. Por este motivo es imprescindible llevar a cabo prácticas preventivas no solo a nivel individual, adoptando hábitos saludables, sino también a través de políticas generales de protección del entorno”, indica Sonia Gutiérrez, directora de Gobierno Clínico y Docencia de Sanitas Hospitales y Bupa Perú.

El índice Harmony

El informe revela la importancia de entender el vínculo entre los diversos factores ambientales para poder analizar su influencia en la salud de las personas, pero también pone en evidencia la dificultad de hacer una estimación real de su impacto debido a la disparidad de los datos disponibles. Para subsanar esta pluralidad, el Instituto de Biodiversidad y Medioambiente BIOMA de la Universidad de Navarra ha desarrollado el índice Harmony (Health and Risk Monitoring of Urban Environments) para abordar de forma integrada el impacto de los elementos ambientales en la salud pública.

El nuevo índice permite conocer el impacto ponderado de los cuatro principales factores agregados (calidad del aire, temperaturas extremas, zonas verdes y movilidad urbana). Porque tal como explica, Jesús Miguel Santamaría, director del Instituto BIOMA y catedrático en la Universidad de Navarra, “no se trata de analizar solo la calidad del aire o la presencia de zonas verdes. Lo que hemos identificado es que estos factores se mezclan y afectan a la salud. Por lo tanto, es fundamental trabajar en un contexto integral”.

Entre los factores analizados, la contaminación del aire destaca como el principal contribuyente a los casos de enfermedad y muerte, con un 96% del impacto a nivel europeo y un 89% en nuestro país a la hora de calcular el índice Harmony. En segundo lugar, están las olas de calor, con un impacto en la morbimortalidad del 9,1% en España y del 2,7% en Europa. Estos son los factores más determinantes para la morbimortalidad, lo que subraya la importancia de abordarlos en conjunto en la planificación urbana.

La deducción es clara: es necesario reimaginar el diseño de nuestras ciudades. Yolanda Erburu, Chief Sustainability & Corporate Affairs Officer de Sanitas y Bupa Europa y Latinoamérica, explica que, “como compañía de salud, trabajamos para impulsar una sociedad más saludable. Para lograrlo es imprescindible que el entorno en el que vivimos también esté sano. Por este motivo, llevamos años trabajando para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la gestión de nuestros residuos y promover la salud de las personas y del medioambiente a través de diversas acciones. Las conclusiones de este estudio, que es una revisión bibliográfica en la que se han referenciado y analizado más de 200 investigaciones científicas destacadas nos recuerda por qué es importante seguir avanzando en este camino. El principal hallazgo es comprobar, una vez más, que nos va la salud en ello”.