Miriam Ruiz Acosta, de Compromiso Legal abogados.

Miriam Ruiz Acosta, de Compromiso Legal abogados. Cedida

Sociedad

Miriam Ruiz, abogada: "Una enfermedad común que se agrava con el trabajo debe ser considerada baja laboral"

Una nueva sentencia del Supremo redefine qué debe considerarse accidente laboral cuando una enfermedad se agrava en el trabajo.

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En un entorno laboral donde las enfermedades y lesiones son cada vez más comunes, especialmente en empleos de alta exigencia física, se reabre un debate crucial: ¿qué ocurre cuando una patología preexistente se agrava por las condiciones del trabajo?

Este tipo de situaciones plantea importantes interrogantes sobre la responsabilidad del empleador y la protección de la salud del trabajador, especialmente cuando las exigencias del puesto pueden acelerar o intensificar problemas ya existentes.

La respuesta, recientemente ratificada por el Tribunal Supremo, tiene implicaciones significativas tanto para los trabajadores como para el sistema de protección social, marcando un precedente relevante en el ámbito laboral y jurídico.

Miriam Ruiz: una sentencia clara

El fallo se centra en un caso concreto: un trabajador, mecánico de profesión, que venía sufriendo problemas en el brazo derecho desde 2011. El 28 de abril de 2017, se le diagnostica rotura del bíceps, y menos de un mes después inicia una incapacidad temporal tras un tirón sufrido mientras cambiaba una rueda, en pleno ejercicio de sus funciones.

En un primer momento, la Seguridad Social calificó su situación como derivada de una enfermedad común, lo que limitaba sus derechos como trabajador. Sin embargo, la sentencia del Supremo marcó un antes y un después.

Según un reciente vídeo divulgativo de Miriam Ruiz, abogada especializada en derecho laboral, "el Tribunal Supremo reitera que una enfermedad común que se agrava con el trabajo se tiene que considerar accidente laboral". Esta afirmación sintetiza la relevancia del fallo, que pone el acento en dos aspectos clave.

El primero de ellos, tal y como explica Miriam, es que "aunque es cierto que el trabajador venía arrastrando esa patología con anterioridad, esta se vio agravada como consecuencia de una acción que el trabajador había estado realizando mientras trabajaba, en este caso, el cambio de una rueda".

La segunda, según explica, "tiene que ver con la presunción de accidente de trabajo que se aplica a aquellos hechos que ocurren en lugar y tiempo de trabajo".

Esta figura jurídica, conocida como presunción de laboralidad, implica que cualquier incidente ocurrido durante la jornada y en el entorno laboral debe considerarse, por defecto, un accidente de trabajo, salvo que se pruebe lo contrario.

Como explica Miriam, las consecuencias de este enfoque pueden ser determinantes tanto en el plano económico como en el legal para la persona afectada.

"Esto, al final, es muy importante principalmente por dos razones. La primera de ellas es que, si se considera que tu baja deriva de una enfermedad común, puede ocurrir que no tengas derecho al complemento que abona la empresa hasta alcanzar el 100% de las retribuciones", señala.

Todos los detalles cuentan

Tener en cuenta todos los factores es importante, ya que, en muchos convenios colectivos, este complemento solo se aplica si la baja tiene un origen profesional.

Y hay más: "El segundo motivo por el que esto es muy importante es que, si finalmente te conceden una incapacidad permanente, los requisitos para acceder a ella y la forma de cálculo no son los mismos si la contingencia deriva de una enfermedad común que si deriva de un accidente de trabajo", señala.

Esto significa que, además del reconocimiento, hay repercusiones económicas tangibles: pensiones más altas, cobertura mayor, e incluso acceso a beneficios que se restringen cuando se trata de enfermedades comunes.

Este caso no solo representa un triunfo para un trabajador en concreto, sino también un precedente para otros que se encuentren en situaciones similares. El mensaje es claro: una enfermedad que empeora a causa del trabajo, es trabajo. Y, por tanto, debe ser reconocida y protegida como tal.