
Yamila Curi y su nuevo coche Ebro.
Yamila tiene un Ebro, el SUV chino-español más codiciado: "La gente me pregunta, ¿estos no hacían antes camiones?"
Según datos del sector, la importación de coches chinos llegó en 2024 a 41.531 vehículos, lo que supone un 4,5 % de la cuota de mercado.
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Ebro ha regresado y no en forma de chapa. Los vehículos de esta legendaria marca patria que transportaban material arriba y abajo por la península no mucho tiempo atrás han dejado paso -gracias a una ayuda que viene desde China- a un nuevo SUV que promete meterse de lleno en la lista de los más vendidos en nuestro país. Vuelven para plantarle cara a nuevos gigantes de origen asiático como Omoda, MG o BYD.
De momento, no es sólo afortunado el que tenga uno los nuevos Ebro S700 o S800, sino también el que los vea en la carretera, dado que pocos coches han salido del horno tan recientemente. Ahora se están entregando los primeros 28 que se vendieron antes de que finalizase el 2024 y, entre esos afortunados dueños, se encuentra Yamila Curi.
Con el año tocando a su fin, Yamila decidió que era hora de decir adiós a su Peugeot 5008 y se acercó a su concesionario de confianza de Alicante. En la cabeza tenía una idea muy clara: “Fui porque me interesaba el Jaecoo, pero al ver su interior no me convenció del todo. Era como de plástico de mala calidad, como de todo a 100”. Por suerte, su viaje no fue en vano, pues como hacen en los buenos concesionarios, el vendedor que se ocupaba de Yamila le dio otra opción: el Ebro S700.

Yamila, posando con su Ebro.
Para aquellos que no estén familiarizados con que Ebro haya vuelto, y sin hacer camiones esta vez, lo importante es esto: la compañía fundada en 1954 y que se dedicaba a fabricar vehículos industriales durante el franquismo fue comprada por Nissan y posteriormente cerrada en los años 80.
Un grupo de emprendedores vio ahí su oportunidad para lanzarse a la aventura del motor y relanzar la marca con una pick up que nunca llegó a nacer. Por suerte, una alianza con el gigante automovilístico chino Chery Automobile (propietarios de la mitad de Jaguar-Land Rover, así como de Omoda y Jaecoo) prometió salvar el día: China les envía coches que sólo hay que terminar de montar y ellos los acaban y venden bajo la marca Ebro.
Hoy por hoy, esa es una demostrada receta para el éxito, pues se reutiliza una marca europea más o menos conocida para introducir un vehículo 100% chino. Otros ejemplos son MG o Benelli.
Un SUV espacioso
El resultado es un SUV espacioso que sólo dispone de opción gasolina (motor de 147 CV) y transmisión automática, pero que, como es habitual con los coches que vienen del gigante asiático, está plagado de tecnología. Tiene un diseño capaz de competir de tú a tú con cualquier gigante europeo, coreano o japonés. Su precio (el real, el que acaba pagando el comprador, no el que sale en webs y catálogos) lo pone cara a cara con los MG: “Yo he cogido el paquete luxury porque eran sólo 1.500 euros más, con lo que se pasaba sólo un poquito de los 30.000 euros”.
Tras el chasco que se llevó Yamila con la calidad de los materiales de Jaecoo, ver por dentro el Ebro fue una bienvenida sorpresa: “Lo que más me llamó la atención fue su interior”. Al preguntar por el precio, la sorpresa pasó a convertirse en incredulidad: “Todo el equipamiento que tiene este coche, en otro de las marcas más típicas, es muchísimo más caro”. Al ser una de los 28 afortunados que compraron el coche en el mes de diciembre, el sábado pasado al fin llegó su oportunidad de sacarlo por el garaje del concesionario y empezar a hacerse con el vehículo: “Llevo menos de una semana con él. Ahora estamos conociéndonos mutuamente”.
Automovilísticamente, hay muchos cambios que pueden resultar hostiles, pero uno de los mayores es el que está experimentando Yamila ahora mismo: “Yo estaba acostumbrada a uno manual, me gustaban las marchas. Ahora, con el cambio a un automático, me cuesta un poco en el arranque, pero eso es acostumbrarte”.
Por suerte, esos pequeños peros, quedan contrarrestados inmediatamente por el uso diario: “Desde un punto de vista familiar es perfecto. Sobre todo la parte de atrás, que es superespaciosa. El maletero también”. Del mismo modo, Yamila destaca su conducción en carretera: “Desde donde vivo yo al concesionario son 40 minutos y fue allí donde lo probé. La verdad es que, en autovía está muy bien, porque es muy estable y no se nota su altura”.
Aunque cada día son más comunes en nuestras carreteras, lanzarse de lleno a la oferta automovilística china puede dar, en algunos casos, algo de vértigo. A Yamila no, ella lo buscaba: “En ningún momento me dio ningún tipo de desconfianza que fuese un coche chino. Están muy avanzados tecnológicamente. Ya te digo que en un primer momento fui a mirar el Jaecoo”.
Hay que tener en cuenta que, según datos del sector, la importación de coches chinos en España llegó en 2024 a 41.531 vehículos, lo que supone un 4,5 % de la cuota de mercado, mientras que las estimaciones actuales predicen que en 2025 esta cifra podría aumentar hasta colocarse en el 10 %. Ebro bien podría ser uno de los responsables de este exponencial crecimiento.
Opiniones sobre el Ebro
Hay ocasiones en las que la introducción de algo nuevo en nuestras carreteras llama la atención de todos. En 1998, cuando el Volkswagen New Beetle comenzó a venderse en España, no pasaba desapercibido (ni por amantes ni por detractores) en ningún lugar. Del mismo modo, cuando los SUV se empezaron a popularizar, los haters (entre los cuales se encontraba el autor de estas líneas, que ahora posee uno) no podían evitar mirar de reojo a esas aberraciones.
Ahora, Yamila está experimentando algo similar. Tiene dos tipos de conocidos: “Algunos, cuando les he dicho que mi coche nuevo es un Ebro me han dicho: “Pero eso ¿no era de camiones?”, pero después se han quedado flipando porque la verdad es que es un coche muy bonito”.
Por otro lado, están sus amigas: “Una cosa que me hizo mucha gracia y la verdad es que es cierto, es que cuando le enseñé el coche a mis amigas, una de ellas me dijo: “Este coche es total para mujer [sic]”. Porque dice que, aparte de que es muy bonito, la palanca de cambios tiene forma de diamante, los dos espejos de los parasoles tienen un círculo de iluminación, al puro estilo de un camerino, para que te maquilles, etc.”.
Este punto de vista puede resultar más significativo de lo que resulta a simple vista, pues las otras marcas chinas que desembarcan en nuestras fronteras, entre las que destacan BYD y Omoda tienen, en toda su gama, ya sean cupés o SUV, un claro aspecto deportivo y futurista, intencionalmente diseñado por sus fabricantes. En el caso de Ebro, el estilo es mucho menos veloz, y más elegante, como en un salón de una casa de diseño. Tal vez el mercado femenino sea el nicho que Ebro está buscando.
Yamila y sus hijos están encantados con su nuevo coche. Cierto es que, sea cual sea la marca o modelo que alguien elija, las primeras semanas casi siempre son una luna de miel. Sin embargo, si la historia que hemos vivido en España con las otras marcas de Chery se repite, Ebro puede convertirse en un habitual de nuestras carreteras 45 años después. Pero en esta ocasión no con camiones y tractores, sino con los más modernos SUV. Quien se lo contase a nuestros abuelos…