Israel Adrados, en el centro de la imagen con boina, rodeado por sus alumnos.

Israel Adrados, en el centro de la imagen con boina, rodeado por sus alumnos. Rodrigo Mínguez

Reportajes

Israel Adrados, el 'capitán' que elige a los Ilia Topuria del futuro: "No estamos aprobados en el COI"

El seleccionador nacional da los secretos de la explosión de este deporte sin federación propia en España. "Estamos en el CSD, pero aún nos falta ser olímpicos".

24 febrero, 2024 01:33
Domingo Díaz Rodrigo Mínguez

Israel Adrados viste un chándal gris a cuadros, similar al de Colin Farrel en The Gentlemen, unos botines nike blancos y una boina personalizada. En ella se puede leer Circus Arena nombre de su club, en el que entrena a peladores de Artes Marciales Mixtas (MMA, por sus siglas en inglés). Serio, explica a sus pupilos cómo deben hacer la técnica. "Lo levantas, estiras la pierna derecha y te sientas", dice con voz dura a Víctor Martos, un luchador de 98 kilos de músculo lleno de tatuajes que levanta a otro de medidas similares como si de un peso pluma se tratara.

Mientras, el resto asiente en silencio y escucha la orden de Adrados, entrenador del club y seleccionador nacional de MMA amateur, una y otra vez. Clara, concisa, repetida hasta que Martos cumple al dedillo con lo que le marca Adrados. "¡Más lento!", le insiste en la enésima práctica de los luchadores.

Solo un joven está fuera del tatami mientras Adrados explica. Salió hace un minuto para beber agua. No puede volver a entrar hasta que no le den permiso. Espera pacientemente a que este termine de explicar al compañero. Mira a Adrados en reiteradas ocasiones con intención de hacer la solicitud. Una vez Adrados se lo permite, entra al ring.

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Israel Adrados elige a los futuros Ilia Topuria

Es fácil adivinar las clases que se dan en este gimnasio. Solo hace falta mirar las orejas de los luchadores. Los cartílagos hinchados hasta no dejar hueco para un auricular. "Al principio duele, pero luego haces callo", dice Roberto Jonescu, de 19 años, y quinto del mundo en su categoría. Para desinflamarlas hay que pincharlas con una jeringuilla y vaciarlas. "Lo hace mi madre. Duele... La primera vez me pinchó cuatro veces porque me quejaba, pero iba a tener que hacerlo igual, así que le dije que pinchara".

Este es uno de los motivos que lleva a muchos a pensar que las MMA son una brutalidad. A eso hay que añadirle las imágenes que se ven en el octógono (la jaula en la que se pelea), que a veces dejan sangra a raudales y noqueos espectaculares. 

Roberto Jonescu, quinto del mundo en su categoría en MMA.

Roberto Jonescu, quinto del mundo en su categoría en MMA. Rodrigo Mínguez

A las primeras a los que hay que explicarle esto es, precisamente, a las madres de los peleadores. "Es un deporte donde es muy susceptible de crear un amarillismo. Si ponen en el buscador MMA antes de traer a su hijo, ven imágenes que no deberían ver, porque es un deporte muy controlado y reglado. Está claro que hay cosas prohibidísimas y está muy centrado en lo que necesitamos para la seguridad del deportista".

Sin embargo, esos malos ojos se están convirtiendo en los últimos tiempos en reconocimiento del gran público. En parte, gracias a la victoria a Ilia Topuria el pasado domingo ante Alexander Volkanovskin.

Dos luchadores de Circus Arena.

Dos luchadores de Circus Arena. Rodrigo Mínguez

Solo hay que sacar el nombre del hispano-georgiano delante de los atletas para que les salga una sonrisa. "Es un luchador de 10", dice Martos; "fue la hostia, igual que ganar el Mundial de fútbol", destaca Jonescu; "historia", resume David Arenas, otro de los peleadores que capitanea Adrados.

Historia

La historia de las MMA en España no podría entenderse sin Adrados. Judoca desde pequeño, se rompió los ligamentos de la rodilla. Le tocaba buscar otro tipo de deporte.

Por aquel entonces, principios del siglo XXI, encontró "un deporte que aquí nadie conocía: el jujitsu brasileño. El trabajo era de suelo en su mayoría, por lo que con la lesión podía  hacerlo".

El que impartía las clases era Rubén Greisi, pero era en Barcelona. Adrados levantó el teléfono fijo y llamó para poder ir a hacer algún seminario. Sin embargo, la respuesta de Greisi le sorprendió: "No tienes que subir porque acaba de llegar a Madrid un campeón mundial: Frabricio Werdum". 

Israel Adrados posa antes de la entrevista.

Israel Adrados posa antes de la entrevista. Rodrigo Mínguez

En aquella época, Werdum aún no había peleado en MMA. Lo hizo mientras estaba en Madrid, entrenando con Adrados. Era una época en la que las artes marciales mixtas tenían un nombre que hacía huir a casi cualquiera que se le acercaba: valetudo (vale todo).

Así empezó este deporte en Madrid en la primera década del siglo. Luego, Adrados empezó a dar clases en un gimnasio. En 2013, se formó la primera Selección Española de MMA.

Se hizo para acudir a un campeonato organizado por una federación rusa en San Petersburgo. "Cogimos dos medallas e hicimos cuartos de final con cuatro de los chicos. Pusimos a España muy arriba en el medallero". Sin embargo, la difusión era escasa. 

Sin federación

Una década después todo ha cambiado. Los deportes de contacto son practicados cada vez por más personas en España y el MMA se expande entre jóvenes y no tan jóvenes.

Dos peleadores en el Circus Arena.

Dos peleadores en el Circus Arena. Rodrigo Mínguez

A pesar de ello, el MMA no cuenta con federación propia en España. Se engloban dentro de la Federación Española de Lucha, algo que no es del todo correcto. "Les estamos infinitamente agradecidos porque hacen mucho por nosotros", señala Adrados.

"El tema de las licencias federativas va igual que en todos los deportes. Nosotros solo tenemos un paraguas donde puedan estar nuestras licencias dentro de un marco legal deportivo, la Federación de Lucha Española, pero nosotros no estamos ni aprobados por el COI. En el momento en el que se apruebe, entonces explotará el tema de las licencias federativas", apunta Adrados.

¿En qué momento se han expandido tanto las MMA? "Cuando se convierte en un espectáculo. Es muy sencillo ver solo lo malo dentro de un espacio tan tosco como una jaula, pero es el espacio natural de la lucha. La pelea es argot también, la gente empieza a hablar de pelea. El problema es que todo lo que rodea a las artes marciales es susceptible de llevarse al amarillismo".

De ahí que la victoria de Topuria sea fundamental para su visibilidad. "Vamos a darle al César lo que es del César. Ilia Topuria ha hecho muy bien lo que hacía muy mal antes un campeón como Conor Mcgregor. Es verdad que McGregor dio difusión, pero haciendo cosas como calentar la pelea y determinadas cosas que no nos gusta a quienes queremos que se le dé dignidad a las MMA".

Martos realiza una llave de suelo a un compañero.

Martos realiza una llave de suelo a un compañero. Rodrigo Mínguez

Para Adrados, Topuria "ha sabido tocar todo a lo justo. Calentar las peleas sin faltas de respeto... Eso llama a la gente, incluidas las madres, tiene muy claras determinadas cosas y no le importa sacarlas a la luz. Está hecho muy bien el trabajo de promoción y por eso está el boom. Es todo gracias a eso".

Deporte contra el bullying

—¿Cómo se le explica a una madre que esto es deporte?

—Invitándola a que venga y esté con su hijo. Hay que tener en cuenta que nosotros, y me incluyo yo, sabemos lo que pasa de puertas para adentro en nuestra casa. Nosotros cogemos a muchos chavales problemáticos que nos los traen las madres. Que esté el chico aquí una semana. Aquí hay que hacer un saludo inicial, hay que pedir permiso para entrar y salir del tapiz, hay que saludar al compañero antes y después de una pelea...

—¿Vienen niños a los que le hacen buylling?

—Para los dos, para los que sufren y los que lo hacen. Aquí aprenden a no hacerlo. Si me apuras, a lo mejor le pongo a alguien con quien lo ha sufrido. Es bueno para los dos, es una clase formativa, hay muchos chicos a los que hay que enseñarles a decir buenas tardes. Estamos formando a la gente en base a unos valores. Esto no es una amalgama de golpes y que salga el sol por donde quiera. Hay deportes de base antes. Un chico con 4 años ya puede hacer judo. Entre los 4 y los 10 es muy recomendable que cualquier niño haga judo.

Martos posa tras la entrevista con EL ESPAÑOL.

Martos posa tras la entrevista con EL ESPAÑOL. Rodrigo Mínguez

Israel Adrados mira con ojo crítico a todo el que llega a su gimnasio. "El 90% se queda en el camino", señala. "Si alguien quiere pelear, yo ya lo tengo claro. Empieza a venir al gimnasio. Si no entiendes los preceptos que tenemos (a lo mejor una semana tiene que hacer de tutor de un chaval, otro estar atento a otro...) y piensa que un profesional no debe hacer esto, aquí no tiene cabida. Estate aquí y luego hablamos de qué quieres".

El seleccionador nacional de Artes Marciales Mixtas se lo piensa antes de responder cuál es el secreto de todo buen peleador. "El secreto es todo lo que te rodea", apunta antes de explayarse.

"Porque tú puedes ser un motor v12, pero si no tienes gasolina tu coche igual no arranca. Si la centralita del coche no funciona… La centralita es la cabeza. Todo lo que rodea a un peleador tiene que estar perfectamente calibrado, no solo su físico, su técnica o su táctica", comienza explicando.

A partir de aquí, comenta Adrados que "es importante el club donde trabaje (el luchador), el ambiente, que haya un quiz procuo".

Un compañero trata de levantar a Martos.

Un compañero trata de levantar a Martos. Rodrigo Mínguez

De la misma manera, tiene mucha relevancia "que el ajuste de peso sea óptimo, que la parte nutricional esté bien calibrada".

Por último, "es importante que la esquina tenga un profundo conocimiento tuyo como peleador, que estéis sincronizados, que el trabajo de la esquina te saque de un aprieto. Todos esos aspectos que rodean al peleador, son el secreto del buen peleador".

Martos, Arenas y Jonescu

El club Circus Arena que lleva Israel Adrados cuenta con decenas de luchadores en sus filas. Algunos de ellos son menores de edad y, aunque sea un deporte masculinizado, hay muchas mujeres. "Hoy ha venido solo una, pero hay muchas. Lo que pasa es que vienen por las mañanas", explica Israel.

Entrenan en el polígono industrial de San Fernando de Henares (Madrid), se acaban de mudar. El entrenamiento dura dos horas y media. Se comienza con un entrenamiento, que en esta ocasión lleva David Arenas, de 26 años. Es competidor de MMA desde 2019. Adrados tiene muchas esperanzas puestas en él. "Me lesioné y uelvo al ruedo después de dos años, con muchas ganas e ilusión", cuenta. Empezó haciendo boxeo y jujitsu brasileño hace 9 años, hasta que llegó a las MMA.

Adrados explica a sus luchadores las técnicas.

Adrados explica a sus luchadores las técnicas. Rodrigo Mínguez

Prácticamente mismo camino recorrió Roberto Jonescu, aunque sin pasar por el arte marcial carioca. Es uno de los jóvenes que entrena también en el tatami, de los más finos. "Llevo dos años peleando, he estado en el Mundial de Albania", reconoce. Es el quinto del ránking mundial.

Pronto llegará al entrenamiento Víctor Martos. También hizo boxeo antes de pasarse a las MMA. El proceso es similar para todos. De un deporte de contacto o arte marcial, llegan a las MMA.

Los perfiles son similares, como su entusiasmo con Ilia Topuria. Arenas se pregunta quién no ha visto la pelea de Ilia Topuria. "Es historia. Es historia de las MMA españolas".

Entusiasmado, explica que la victoria es "de valor incalculable, no nos damos cuenta de lo que ha conseguido y cómo nos va a repercutir. Es un hito". Ya ha empezado a llenar la hucha para cuando la UFC llegue a España.

A Martos "le flipan" las MMA e Ilia Topuria: "Es el deporte que está explotando en todo el mundo, porque tiene una gran variedad de movimientos. El tener un solo arte marcial no vale para nada".