Una imagen de Francisco Javier C., párroco detenido por abusar sexualmente de mujeres.

Una imagen de Francisco Javier C., párroco detenido por abusar sexualmente de mujeres. E. E.

Reportajes

Fran, el cura que sedaba y violaba a las mujeres en viajes de amigos: lo denunció una exnovia

Hijo de una mujer que fue monja de clausura durante más de 30 años, no se perdía un oficio: "No lo esperábamos, esto ha sido una bomba".

26 septiembre, 2023 02:52
Domingo Díaz Alba Rosado

Después del último cura que tuvieron en El Burgo (Málaga), pensaban que Fran, el nuevo párroco, era "una persona normal. Muy normal". La fe le venía de familia, pues su madre fue monja clarisa, y el joven sacerdote encandilaba a sus feligreses, también porque tenía el listón muy bajo. "Este por lo menos acudía a todos los oficios", apuntaban en el pueblo. Lo que no esperaban en esta pequeña localidad era la noticia de este lunes: Fran era detenido después de que una novia le denunciara en agosto por abusar sexualmente de al menos otras cuatro mujeres, a las que sedaba y grababa.

"Después del que tuvimos antes, al que le gustaba el vino, este cura parecía muy normal", insisten los vecinos. El cura dejó hace unos días el pueblo tras aducir motivos personales. Nadie sabía que sería para no volver, la policía estaba tras su pista.

Su exnovia encontró grabaciones de abusos sexuales en la casa que compartían en Melilla. En un disco duro, vio vídeos de contenido explícito donde el párroco mantenía relaciones con mujeres que mostraban signos de estar bajo los efectos de un sedante e, incluso, dormidas. Ella hizo una copia del material y lo llevó a la Policía.

[Detienen a un cura en Málaga por sedar, violar y grabar a 4 mujeres: lo hacía en viajes con amigos]

Tras ser detenido y pasar a disposición judicial, Fran, como le conocían en El Burgo, se encuentra en la prisión de Alhaurín de la Torre de manera preventiva, tal y como ordenó la jueza. Se le atribuyen cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad. La Policía Nacional dispone de más material para analizar. No se descarta, además, que haya más víctimas en Córdoba, Melilla o Málaga.

Ninguna de las mujeres habría sido consciente de que Fran había abusado de ellas. La investigación logró encontrar a cinco víctimas que pertenecían a su círculo de confianza y que fueron agredidas en diferentes años y localidades por las que el sacerdote había pasado. Según se sospecha, los abusos se producían, en gran parte, durante los viajes que organizaba con su grupo de amigos.

No tienen constancia de que haya ocurrido nada igual en El Burgo. En esta pequeña localidad malagueña, no había nadie que no comentara "la bomba" del día. "No era un chaval del que sospechar nada, ni que tuviera nada raro", comentaba un vecino a EL ESPAÑOL.

Quienes trataron con el Padre Francisco estaban bastante contentos con su labor. Sobre todo por el mal sabor de boca que había dejado el anterior párroco, "que nada más que hacía beber y mandar callar a la gente fuera de la iglesia cuando había misa". Don Manuel, el predecesor, incluso se saltó una misa de difuntos. "Por eso lo denunciaron. El nuevo estaba para todo y la gente estaba contenta con él, estuvo en la procesión de San Agustín, aunque llevaba poco, un par de meses como mucho".

El horror y la sorpresa dejaban paso a algunas bromas en el pueblo a lo largo de la tarde. "A partir de ahora vamos a tener que pedir la carta de antecedentes penales a los curas", comentaban en tono jocoso entre los vecinos. Otros, indignados por el mal endémico y el hartazgo, preferían cambiar la iglesia "por una discoteca".

Su madre monja

Francisco Javier C. V. nació en la localidad malagueña de Vélez-Málaga en 1990, en un hogar en el que se respiraba la fe. Su madre había sido monja de clausura durante más de 30 años, hasta poco antes de que él naciera. "Me enseñó la fe desde que era chiquitillo", aseguró en una entrevista a La Opinión de Málaga

Ella fue un "ejemplo" y, quizá por eso, no tardó en seguir sus pasos. Con 18 años, ya se había puesto el hábito de fraile trinitario. A los 23, cruzó el patio del Seminario Mayor de Málaga para comenzar a labrar el proyecto que Dios tenía para él. El 24 de junio de 2017, con 27, fue ordenado sacerdote en la Catedral de Málaga y poco después se puso al frente de las parroquias de Álora, Carratraca y Ardales.

Fue en este último pueblo, según ha podido saber EL ESPAÑOL de Málaga, donde estableció su residencia durante esos años. No tardó en encontrar su grupo de amigos, con los que era muy habitual verlo en las fiestas, cenando cualquier fin de semana, jugando a juegos de mesa (su principal hobby, según decía, junto a coleccionar muñecos de Funko Pop) e incluso planificando viajes en grupo.

Era uno más, "muy implicado" desde el principio. Algunos allí dicen que nunca tuvieron "ninguna sospecha de él", más allá de "algún problema con el alcohol"; otros, en cambio, apuntan a ciertos detalles que les hacían desconfiar, como el derroche de dinero del que hacía gala o la relación con alguna chica del pueblo.

Se definía como un sacerdote “obediente, pero no dócil”, porque, según explicaba, es una persona a la que le cuesta aceptar lo que no comprende o lo que ve contradictorio.

Fran era de los que pensaba que la Iglesia está muy alejada de los creyentes y quería cambiarlo; lo que su entorno no imaginaba era que lo llevaría de la forma más violenta al extremo. "No podemos ser sacerdotes de forma aislada", defendía en una entrevista publicada en la web de la Diócesis de Málaga en 2019, ya como sacerdote. "[Hacen falta] Momentos de encuentros los unos con los otros; si somos una familia, tenemos que dedicarnos tiempos donde compartir la vida”, añadía un párroco que había dejado claro en ocasiones anteriores que “tenemos que llegar a la gente, ser cercanos”.

Al mismo tiempo, sin titubear, censuraba los escándalos de pederastia. “Son una vergüenza”, afirmaba, defendiendo que los acusados “no deben ser juzgados de forma pública”, sino por la Justicia. “Y a continuación que la Iglesia tome una decisión. (...) No puedes reivindicar hacia fuera lo que no haces de puertas adentro. Atajar los problemas es algo muy importante para la Iglesia de hoy”, apuntaba.

Defensor del "buen sentido del humor para tener un buen sentido de la vida", aseguraba que estamos en el mundo "para amar y ser amados" y reconocía que le gustaba "bastante" complicarse la vida. 

En Álora, Carratraca y Ardales, pero sobre todo en este último municipio, Fran estuvo hasta 2021, cuando lo designaron capellán de la cárcel y párroco de Santa María Micaela, en Melilla. Allí, quienes lo conocieron, destacan igualmente que era frecuente verlo en fiestas y “abusando” del alcohol. Algunos afirman que hubo motivos de peso en su marcha, previa al verano de 2023, pero no especifican más.

El cambio trajo de nuevo al sacerdote a Málaga, a los pequeños municipios de Yunquera y El Burgo, en el corazón de la Sierra de las Nieves. Los vecinos lo recibieron como una bocanada fresca y tenían muchas expectativas puestas en él, pero hace unas semanas anunció que por motivos personales se tenía que ausentar y dejaría de oficiar la misa. No se supo más de él hasta este lunes, cuando trascendió la noticia de que a principios de mes fue detenido por, presuntamente, sedar a varias mujeres para abusar sexualmente de ellas mientras las grababa.

Reacciones

Mientras su rostro comenzaba a aparecer en los telediarios de mediodía, dejando en shock a muchos de los que lo conocían y no sospecharon "jamás" nada y levantando una oleada de indignación, su rastro desapareció automáticamente de la web y las redes sociales de la Diócesis de Málaga, que no obstante ha emitido un comunicado condenando los hechos presuntamente cometidos por el cura y ofreciendo su colaboración a la Justicia.

En resumen, la Diócesis de Málaga sentía "profundamente el daño que esta situación implica", reiteraba su condena, se acogía a su colaboración y pedía "a Dios que seamos capaces de erradicar cualquier violencia en nuestra sociedad y a los fieles que se unan en la oración por el fin de la lacra del abuso contra la mujer".

A través de sus redes sociales, el Ayuntamiento de El Burgo emitía un comunicado condenando enérgicamente los hechos. Insistía en ello, Juan Manuel, edil de este consistorio, en conversación con EL ESPAÑOL. Apuntaba que en la localidad no se conocía, por el momento, ninguna víctima de estos abusos. No obstante, tendían la mano para proporcionar su ayuda a cualquier mujer que lo necesitara.

En el pueblo ya se preguntan quién será el nuevo párroco. Sobre todo, quién oficiará la misa de difuntos que está programada para este martes, a las 10 horas. Un vecino contesta a otro en la calle, medio resignado, este lunes: "Un sustituto habrá, seguramente, pero a ver quién es".