Por qué los profesores ya no quieren ser directores en los colegios pese a cobrar 700 € más al mes

Por qué los profesores ya no quieren ser directores en los colegios pese a cobrar 700 € más al mes

Reportajes

Por qué los profesores ya no quieren ser directores en los colegios pese a cobrar 700 € más al mes

La alta carga de trabajo que supone dar el paso del profesorado al equipo directivo ahuyenta a muchos docentes.

20 septiembre, 2023 04:14

Suena la línea de teléfono. "Instituto IES Galileo Galilei, dígame", responde una voz al otro lado del aparato. "Querría hablar con el director o la directora sobre las condiciones laborales, cada vez más precarias, a las que se ven sometidos los equipos directivos. ¿Es posible?". "Un segundo, le derivo", contesta. Pasan unos diez o quince segundos. A veces un minuto. "Lo siento, está muy liado y no se puede poner. Llame mañana. Gracias". Se corta la llamada. Siguiente colegio. "Instituto IES Jane Goodall, dígame [...] Está muy ocupado, dice que prefiere en otro momento". La línea se corta de nuevo. "Llame mañana", de nuevo. Y así, una y otra vez, en Madrid, en Cantabria, en Extremadura, en Asturias, en Valencia.

Uno de los pocos directores de instituto que concede ponerse al teléfono es de Madrid y pide que no se revele su identidad. "Podría meterme en un jardín", confiesa el docente. "Así que, pensándolo mejor, lo dejamos, ¿vale? Ten en cuenta que somos funcionarios", acaba respondiendo ante la ligera insistencia a ser más específicos. El docente emplaza a EL ESPAÑOL a probar suerte en otros centros docentes.

La pregunta incómoda es: ¿por qué cada vez menos profesores quieren ser directores de instituto? ¿Qué impulsa a los equipos directivos de los centros de enseñanza a encontrarse con muy pocos candidatos, profesores, para dedicarse a una tarea que puede suponer un aumento de hasta 700€ mensuales en su salario?

José Madero, director de instituto y presidente de ADIÁN

José Madero, director de instituto y presidente de ADIÁN Cedida

Hace falta irse a Andalucía y dar con José Madero, presidente de la Asociación de Directores y Directoras de Instituto de Andalucía, ADIÁN, y director del IES Arjé de Chauchina desde el 2011, para encontrar una respuesta que comparten prácticamente todas las Comunidades Autónomas de España, aunque muy pocos quieran confesarlo.

"Es raro el colegio donde no nos falte personal no docente", asegura. "Tenemos que hacer el trabajo de administrativos y de conserjes. Si te falta alguien para hacer el trabajo burocrático, lo hace el equipo directivo; si falta un ordenanza porque un padre trae a su hijo, eso lo tiene que gestionar el equipo de dirección. Hacemos de administrativos, de conserjes y de lo que haga falta". Las horas extra, los correos nocturnos, el estrés que supone tener siempre la agenda repleta de cargas de trabajo, la gestión de personal, la logística del centro, los planes de estudio, las inspecciones educativas; todo, al final, acaba haciendo poco suculenta la mejora económica.

[Los 10 profesores que aspiran a ser los mejores de España: dónde dan clase y qué enseñan]

"En 2010, por ejemplo, no existían protocolos de acoso o de enfermedades graves y no había una magnitud tan grande de planes y programas educativos", continúa Madero. "Todo esto nos hace acabar desbordados de trabajo burocrático. Ponte en un caso de acoso escolar: se pueden ir sólo 3 o 4 mañanas en citar a padres y alumnos y levantar acta de todo lo que se hace. Pero seguimos teniendo las mismas horas de reducción [el tiempo que se quita el director o directora de sus horas lectivas para poder dedicarse a la gestión del centro] y las mismas condiciones, que son inabarcables. Ahora mismo, los primeros 15 días de septiembre, echamos jornadas de 14 a 16 horas diarias para organizar el centro. Y la Administración no nos reconoce ni valora nuestro trabajo". 

Aunque los directores admiten que "siempre se acaba encontrando a alguien, porque buscando se encuentra, aunque sea difícil", la tarea, lamenta Madero, es extremadamente complicada. Hay que sentir auténtica vocación. "Eso es lo que nos planteamos muchas veces. Aquí, la mayoría, cuando empieza lo hace con ilusión, por vocación, porque es tu instituto y sientes esa responsabilidad adquirida, quieres que funcione bien, lo sientes algo tuyo. Pero luego es inevitable que te entren dudas".

[Esto es lo que cobra un profesor por comunidad autónoma: las diferencias en la vuelta al cole]

El problema, evidentemente, no es el económico, ya que los profesores que acaban siendo directores de instituto cobran, aparte de su sueldo, un 'módulo fijo' con unas cuantías fijas preestablecidas que varían según cada Comunidad Autónoma.

Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, un profesor de infantil y primaria o de secundaria cobraría, sólo por ser director, 606,95€ además de su sueldo fijo, a los que se suman unas cuantías extra por cada 4 años desempeñando el cargo evaluados positivamente, que al final pueden llegar a sumar unos 700€ y, en el caso de Madrid, dependiendo de la cantidad de alumnos de un colegio, algunos directores suman entre 200 € y 400 € extra a sus salarios. "A veces, en un colegio de 900 alumnos, son unos 500 € de suplemento más el suplemento fijo de 606 €", señala una profesora de un centro madrileño, quien corrobora que, en su centro, es difícil encontrar a un director: "El que se acaba de presentar ya lleva 16 años. Y sólo se prestó él".

Luis Miguel Iglesias, profesor del IES San Antonio

Luis Miguel Iglesias, profesor del IES San Antonio Cedida

Luis Miguel Iglesias, director del IES San Antonio de Bollullos Par del Condado, señala que el foco, efectivamente, no es el móvil económico, sino las condiciones laborales y el 'maltrato' al que muchas veces se sienten sometidos los centros de enseñanza pública. "Estamos en una profesión, la docente, en la que la función de director exige muchas competencias. Y es un trabajo muy complejo. Somos el centro de gravedad sobre el que pivotan familias, el personal docente y las administraciones". Eso implica más carga de trabajo, horarios draconianos y un estrés que "te acaba minando la moral".

Luego, en el caso de los territorios que no tienen lenguas cooficiales, "el currículo, es decir, el programa lectivo, viene en un 60% impuesto por el ministerio, y no tenemos autonomía curricular para elaborar los planes de estudios. Si tienes una realidad en un centro de un nivel socioeconómico determinado deberíamos poder configurar una oferta educativa mejor y más adaptada. Y, luego, como nos está ocurriendo ahora, el 25% de los profesores son nuevos".

[Los 58 mejores profesores de España por regiones: las universidades, coles e institutos donde dan clase]

En la LOE, en el artículo 132, desde la A hasta el aparado N, se pueden leer todas las funciones que tiene un director. "Cuando a mí me nombraron me pregunté si merecía la pena serlo [...] No se puede ser director a tiempo parcial. A veces no llegas a todo ni de lejos y te sientes frustrado. Muchas veces las conversaciones con el equipo acaban siendo monosílabos. ¡No tenemos tiempo! Por ejemplo, en este curso yo tengo 10 horas de reducción lectiva", continúa Iglesias. "Son las únicas que tengo disponibles para gestionar. 

"Yo, particularmente, tuve que dejar de lado un doctorado y una docencia parcial universitaria. Este trabajo lleva un compromiso fuerte con las familias [...] Aquí está todo difuminado, muy pegado. Si yo preparo una clase, debo impartirla en 10 minutos y me viene un problema, debo ejercer primero mi rol como director; y ya voy acelerado, preocupado. Todo esto te acaba minando la moral en el sentido de quedar insatisfecho por dejar a medias una gestión. Llegas a otra cosa y ya no estás a full".

El reto de querer ser competitivos con sus centros educativos; el miedo a padecer la presión de convertirse en hombres y mujeres multitarea; la incertidumbre ante la tarea de crear equipos directivos fuertes y profesionales que sirvan de apoyo para la gestión de cada instituto; y la afectación que el estrés y las cargas de trabajo suponen para la familia: todo ello hace que cada vez menos profesores quieran dar el salto a ser directores de instituto.