El don de Cristina Anquela: así logra controlar sus sueños y elegir qué hacer mientras duerme

El don de Cristina Anquela: así logra controlar sus sueños y elegir qué hacer mientras duerme E.E

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El don de Cristina Anquela: así logra controlar sus sueños y elegir qué hacer mientras duerme

Se basan en la consciencia de estar soñando. A unos les encantan, a otros les aterrorizan. Existen técnicas para inducirlos. "Tú decides como terminan".

19 febrero, 2023 01:33
Madrid

"La primera vez que me di cuenta de que sufría la parálisis del sueño y de que tenía sueños lúcidos fue con seis años. En el sueño, yo veía a una persona fuera de la ventana de mi habitación, algo que no me cuadraba porque yo vivo en un sexto piso. Entonces me asusté muchísimo y sólo quería llamar a mis padres. Ahí me di cuenta de que no podía ni moverme, ni hablar. Mi único recurso era cerrar los ojos y esperar a que esa persona desapareciera, y cuando pensé en despertarme, lo hice. En ese momento tienes la sensación de estar despierta y de estar plenamente consciente de lo que está pasando, pero como tu cuerpo está, por así decirlo, en vela, no es capaz de reaccionar".

Cristina Anquela es de Talavera de la Reina (Toledo), tiene 23 años y padece la parálisis del sueño desde los seis. También tiene sueños lúcidos y, después de mucha angustia y práctica, es capaz de controlarlos. Dice que ahora le están gustando. "Le he cogido el truco. Claro, como empecé tan pequeña con estas cosas…".

Los sueños lúcidos son aquellos que se caracterizan por la consciencia plena del soñador. Es decir, que sabe que está soñando. Que no es real. Eso le da a la persona la capacidad de controlar el sueño, como algo parecido a lo que ocurría en la película Origen protagonizada por Leonardo DiCaprio.

Se estima que más de la mitad de la población ha experimentado al menos un sueño lúcido, y que el 10% lo tiene de forma recurrente. Pero requiere cierta práctica, ya que se arriesga a sufrir la temida parálisis del sueño. El 7-8% de la población ha presentado al menos una vez en su vida un episodio de parálisis del sueño, según la Sociedad Española del Sueño (SES). Esto ocurre cuando los elementos del sueño REM (movimiento ocular rápido) se introducen en un estado de vigilia en el que, encontrándose el sujeto despierto, persiste la debilidad muscular característica de la fase REM. Es decir, que mientras la parálisis del sueño se da antes de la fase REM, los sueños lúcidos se dan durante ese periodo.

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Brian Moncada, médico especialista del Instituto del Sueño, afirma que hay siete aspectos claves que conforman los sueños lúcidos y que se condensan en la claridad del sueño: "La claridad sobre el estado de conciencia, de la libertad de elección, de la conciencia, de la vida en vigilia, de la percepción, del significado del sueño, y para recordar el sueño".

¿Los amas o los odias?

A priori, querer controlar los sueños puede parecer una estupidez. Nada más allá de la realidad. Ahora es la nueva moda de las redes sociales, concretamente de TikTok, donde los usuarios se encuentran divididos ante este enigmático suceso: ¿los controlo o los evito? Pues bien, hay algunos que proporcionan los tips básicos para inducir este tipo de sueños -donde hacen referencia a la relajación muscular- y otros que cuentan su experiencia como algo "terrorífico y demoníaco" para rehuir al resto. Y se ha extendido esta teoría: que son un portal para los demonios.

"Es un fenómeno anómalo, pero es inocuo y no deberíamos asustarnos por ello. Las sensaciones de no conseguir mover los músculos y la dificultosa respiración nos pueden crear una reacción de pánico intenso ante el desconocimiento de qué nos está pasando. En realidad lo que nos ha ocurrido es que nos hemos despertado en un tránsito entre fases del sueño, y tenemos la relajación muscular de la fase REM, unidas a la vigilia que se nos puede producir al salir de la fase ligera de sueño. Es como si nuestro cerebro se hubiera despertado, pero nuestro cuerpo todavía no", aclara Iván Eguzquiza Solís, psicólogo especialista en sueño. "Esto ha generado en ocasiones pensamientos supersticiosos, como el que tenemos un demonio sentado encima del pecho. Pero realmente en la parálisis del sueño y en lo sueños lúcidos no vemos demonio alguno más allá de los temores que nos surjan debidos a la falta de información sobre lo que nos está pasando".

En el mundo de los sueños.

En el mundo de los sueños. E.E

Pero claro, el miedo es una sensación que no se puede evitar. Está ahí, aparece de repente y es difícil de gobernar. "Cuando era más pequeña, sí que me iba a dormir con miedo porque no quería que me volviera a pasar. Me acuerdo de otro sueño que tenía muy repetitivo en el que veía a una persona en la puerta de mi habitación, cerraba los ojos para que se fuese, y poco a poco se iba acercando cada vez más hasta que le tenía tan cerca que notaba su respiración. Seguía sin verle la cara, como a aquel hombre de la ventana. Era muy angustiante porque pensaba: pero quién es esta persona. Entonces ahí sí que me daba miedo. Lo pasaba muy mal", lamenta Anquela.

Con el paso del tiempo, y con la experiencia, Anquela ha aprendido a controlar los sueños. E incluso confiesa que le divierte. "Poco a poco me he ido acostumbrando.  Ahora le he cogido el truco a controlarlos y me gusta. Cuando me voy a dormir pienso: venga, a ver qué voy a soñar hoy. Me dedico a jugar y a decir: pues ahora voy a hacer esto y a ver qué pasa si lo hago, y luego esto otro", explica la joven.

Ella lleva entrenando, sin darse cuenta, desde los seis años en este campo. Incluso puede cambiar el final de sus sueños según lo que ella decida, como en el siguiente que tiene tan repetitivo y que es "muy curioso": "Yo estoy en un monte y de repente hay dos caminos, y tengo que elegir por cual ir. La primera vez fui por el de la izquierda. Era un camino súper bonito. Y había un señor, le saludé y me fui. Luego volví a tener ese sueño, pero esa vez me puse a hablar con el señor y el sueño se transformaba, y yo pasaba a estar en una ciudad con mis amigos. Otro día me fui por el camino de la derecha. Era muy sombrío y siniestro. Ahí me encontré con un perro y me puse a jugar con él, cuando vinieron varios señores, me metieron en una furgoneta y ahí me despertaba. Cuando lo volví a tener me puse en alerta y me quedé hablando con estos hombres para que no me raptaran. Eran como unos mafiosos y al final me secuestraban para trabajar con ellos. Luego seguía con ellos por voluntad propia, hasta que la policía me pilló, y me mató. Volví a tener ese sueño y claro, yo ya sabía que la policía me iba a matar, entonces reaccioné antes y me moví de sitio, por lo que acabaron matando a otro en vez de a mí".

Cristina Anquela.

Cristina Anquela. E.E

A aquellos que son capaces de dominarlos con suma facilidad, como Anquela, se les denomina onironautas o "viajeros de los sueños". Algunos son capaces de introducir la conciencia dentro del sueño de una manera espontánea y sin ningún tipo de aprendizaje. Otros consiguen adquirir dicha capacidad mediante el entrenamiento y técnicas psicológicas.

PREGUNTA. Eguzquiza, ¿Por qué una persona es capaz de reaccionar y de saber que está soñando?

RESPUESTA. Durante la vigila hay numerosos estímulos sensoriales que envuelven al individuo, mientras que al dormir se apaga la gran mayoría. Esto hace más sencillo estudiar ciertos aspectos del cerebro. Asimismo, cuando una persona entra en un sueño lúcido, nada cambia en su estado de conciencia, salvo esa lucidez. Pero la comprensión de las razones por las que se introduce la lucidez en el sueño es compleja, ya que es posible que podamos aislar las regiones cerebrales que están involucradas con la subjetividad consciente y la inconsciencia. Pero hallar una correlación entre las zonas del cerebro activas y la sensación de ser consciente no necesariamente implica que la conciencia sea causada por dicha actividad cerebral, puesto que la correlación no implica causalidad.

P. ¿Qué trucos o prácticas se usan en la psicología para que una persona pueda manejarlos a su antojo?

R. Las técnicas que usamos para controlarlos tienen relación con el hecho de introducir durante la vigilia elementos y observaciones que luego podamos repetir durante el sueño. Se trata de aprender a distinguir cuando estamos en el mundo real y cuando estamos en el mundo de los sueños. Por ejemplo, podemos preguntarnos a nosotros mismos, varias veces al día, si estamos dormidos o estamos despiertos. También podemos mirarnos los pies o manos a ver si están borrosos (así aparecen en los sueños), contarnos los dedos, apagar las luces, leer una página o mirar hacia un reloj. Otra de las herramientas es el uso de un diario de sueños. Además, podemos utilizar dispositivos que detectan la fase REM y emiten señales lumínicas durante la misma, advirtiéndonos de que estamos durmiendo. Entrenando con técnicas como estas, podemos aumentar la frecuencia en la que tenemos sueños lúcidos y aprender a trabajar con ellos.

[Soñar no es una pérdida de tiempo]

El manejo de los sueños lúcidos se puede entender como una útil herramienta que puede ser práctica por diversos motivos: desde el afrontamiento de patologías como el "estrés postraumático o las pesadillas", afirma Eguzquiza, hasta el simple "disfrute" de usar un área mucho más creativa del cerebro, "como es el campo de los sueños".

Además, estos sueños podrían, según el psicólogo, servir para "conocernos mejor a nosotros mismos a través de la interacción con las personas de nuestro sueño, para proyectarnos en ellos y preguntar por qué están ahí o qué representan. Algunos experimentos señalan que tendemos a soñar con contenidos que nuestra mente bloquea durante el día, como ya apuntaba el neurólogo Sigmund Freud. Y los sueños lúcidos podrían ser una manera de tener más información sobre nuestras inquietudes y deseos. Pero incluso podrían servir para practicar destrezas motoras durante el sueño, y luego aplicar esos aprendizajes a la vida real".