España ya no es una unidad de destino en lo universal, qué va. España es un corral para que esa clase media aburrida canalice la frustración a base de memes. El parlamentarismo se fue en tromba por y para Twitter, y de ahí vamos sin escalas y directos a otras Navidades sin el pavo y con el moco. De Azaña a Cánovas, de Cánovas a Azaña, así ha sido, Mariano, este "rigodón" del miércoles 31. Rajoy convirtió la apatía por el resultado en un festival de ocurrencias, de chocarrerías de ésas que salen cuando vienen a servir el orujo en las bodas. Bien es cierto que, como escribió Gasparet, PI se las ponía a huevo al Estafermo.

De modo tal que Rajoy vino a defender lo suyo -ese otoño de togas que le viene- y la unidad de España así como con cuatro chistes de Juanito y dos ademanes de Cantinflas. Decir que eso es "brillantez" parlamentaria es atrevido, pero los heraldos de Soraya vinieron a vocear dicha apreciación desde el martes. Así fue pasando el miércoles, digo, con Azaña revivido por Domènech (el "berruguitas" a la distancia puede prestarse a todo, incluso al podemismo "barretino", que los muertos como Azaña son muy transverales en lo ideológico). O Iglesias con su dialéctica del puño; pero del puño entendido como símbolo y no como Bódalo.

Y luego la gracia, la gracia relativa de Rajoy de replicante apaleado en Cortes. Que no lo llamen ni indigno ni soso, que el hombre hace un esfuerzo por la Patria siendo agosto y habiendo Vuelta. Joan Tardà comparó a Rajoy con Cánovas del Castillo, y uno no comprende qué Historia ha leído Joan Tardà y por qué grita tanto este señor. Pero es que esto es un "picalagartos", y no una crónica de lo que aconteció en la trasera de Casa Manolo, ahí donde las croquetas y los ujieres. Yo me voy al detalle, y el detalle es ese morbo mío y de la profesión entera por un tamayazo por sorpresa, que -ay- se encargaron de desmentirme los "agitprop" del "antipedrosanchismo": "No habrá ese titular. Los socialistas votamos juntos".

El Congreso se convirtió en una romería sin santo, y la pregunta más recurrente vendría a ser la de cómo la taquigrafista transcribió "McGyver". Un rato antes del No, se vio a Oramas en bella, en Disney y en insular: con una vela canariona a Dios y otra al Diablo.

Lo cantó Pemán a la Feria de Jerez: "Lo de menos, quizás, es la venta/ Lo de más, es la gracia, el 'aqué'/y el hacer que no vuelvo y 'volvé'...".

Eso.