Soldados israelíes sobre un tanque en la frontera entre Israel y Gaza

Soldados israelíes sobre un tanque en la frontera entre Israel y Gaza Reuters

Oriente Próximo

Hamás pide ataques desde Cisjordania mientras Israel comienza el alto el fuego con el dedo en el gatillo

Israel aprovecha el retraso del alto el fuego para avanzar en Gaza City desde todas las direcciones. 

24 noviembre, 2023 13:09

"Reabastecerse de armas y prepararse para continuar", planea Israel. "Nuestros dedos seguirán en el gatillo", advierte Hamás. Con estas declaraciones mantenían ambos bandos la tensión del conflicto en las horas previas al alto el fuego pactado a partir de las 7 de la mañana de este viernes. Una tregua de cuatro días en los que las espadas seguirán en todo lo alto.

La tregua llega en un momento en el que Israel está ganando claramente la guerra y hay miedo a que estos cuatro días de parón permitan a los terroristas reagrupar fuerzas y lanzarse al contraataque.

Precisamente en esos términos se pronunciaba este jueves Abu Ubaida, portavoz de las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, el brazo armado de Hamás. En declaraciones recogidas por la cadena Al Jazeera, Ubaida animaba a sus militantes a "escalar" en las hostilidades contra Israel, aunque no mencionaba directamente Gaza sino que hacía referencia a "Cisjordania y demás frentes de resistencia". La realidad, al parecer, es distinta en Dubai y en Doha a la que se vive en el día a día de los territorios ocupados, donde el dominio israelí es inapelable.

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Y es que, por mucho que Hamás hable de "escaladas", está claro que su situación no invita a pensar en que eso sea posible. Sí puede ser un mensaje a Hezbolá, una petición de ayuda para que sus "hermanos" del Líbano, también patrocinados por Irán, se lancen a una ofensiva contra el norte de Israel que pueda provocar a su vez una intervención armada en torno a Jerusalén. Ahora bien, Hezbolá ya dejó claro en su momento que no quería saber nada de este conflicto y no parece que vaya a cambiar de opinión justo cuando peor le van las cosas a los palestinos.

Porque, de momento, la única "escalada" que vemos sobre el mapa es la israelí. Las IDF aprovecharon las veinticuatro horas de más que tardó Hamás en organizarse y firmar el acuerdo para continuar su avance en Gaza City, donde ya domina toda la zona oeste de la ciudad y buena parte del sur, con la excepción del barrio de Kuba. Controlada ya la universidad de Al Quds, sigue el objetivo de rodear el campamento de refugiados de Jabalia ofreciendo como única alternativa la huida hacia el este, es decir, hacia la frontera con Israel, donde los terroristas se encontrarían de frente con nuevas unidades del ejército judío.

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En esta línea, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmaba este jueves que el alto el fuego será un "respiro breve" e instó a los soldados a "organizarse, prepararse, investigar, reabastecerse de armas y prepararse para continuar". 

Negociaciones con retraso

El primer intercambio de rehenes por prisioneros no se dará hasta las cuatro de la tarde. Tan solo 13 de los 50 secuestrados por Hamás serán puestos en libertad por la organización terrorista después de un acuerdo cuyas negociaciones se han prolongado en el tiempo más de lo previsto. 

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En un principio, el alto el fuego debería haber comenzado el jueves, pero Hamás lo retrasó alegando "problemas administrativos". No es descartable que lo que los líderes estén negociando en Qatar no sea fácil de aplicar luego a nivel de subalternos sobre el terreno en Gaza. En otras palabras, es posible que a Hamás le haya costado un tiempo localizar a sus propios rehenes y convencer a sus captores de que tienen que liberarlos en los próximos cuatro días.

Por su parte, en Israel el acuerdo se ha vivido con una mezcla de opiniones encontradas: a pesar del alivio de saber que cincuenta de los suyos van a poder volver a casa con sus familias, no falta quien ve en el acuerdo una cesión intolerable a los terroristas. Netanyahu dijo que solo negociaría un alto el fuego en caso de que Hamás estuviera dispuesta a liberar a todos los rehenes capturados en la masacre del 7 de octubre. No ha sido el caso. Aparte, 

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Planes para después de la tregua

Una vez acabada la resistencia terrestre en Gaza City, llegará el momento de culminar la operación con dos acciones que pueden darse de forma simultánea: la limpia de los túneles bajo la capital y el avance hacia el sur, en concreto, hacia la localidad de Jan Yunis, la más poblada y más afín a Hamás de ese sector, y donde Israel piensa que los terroristas han podido trasladar a buena parte de los rehenes restantes, pues en Gaza City no aparecen por ningún lado.

La limpieza de túneles no parece que vaya a ser el peligrosísimo reto que se antojaba cuando Israel empezó su operación militar en la Franja. Aunque Hamás presume de haber construido hasta 500 kilómetros de laberintos bajo tierra y las imágenes nos muestran todo tipo de estancias bien comunicadas, lo cierto es que el mero hecho de que haya imágenes, es decir, que los soldados israelíes se sientan con la seguridad suficiente para meterse dentro y grabar cómo se "limpian" los pasillos, ya es muestra de que no sienten una amenaza inminente.

En ese sentido, Israel lleva días ya intentando demostrar hasta qué punto había toda una infraestructura destinada a albergar y proteger terroristas bajo el hospital Al Shifa y justificar así los bombardeos sobre el complejo sanitario. Nada ni nadie parece impedir tampoco su avance bajo tierra, mientras que, sobre el terreno, las autoridades militares procedieron este miércoles a la detención del doctor Muhammad Abu Salamiyah, director del centro, mientras intentaba huir rumbo al norte.

En cuanto a la operación en el sur, todo hace pensar que es inminente. Israel ya controla el Palacio de Justicia y sigue avanzando lentamente para aumentar la zona de seguridad que divide ambas partes de la franja. Sin esa "escalada" de la que hablaba Abu Ubaida que obligue a las IDF a atender otros frentes, es de entender que la resistencia de Hamás en el sur no será mucho mayor que la vista hasta ahora.