Grant Shapps, el nuevo ministro de Defensa de Reino Unido.

Grant Shapps, el nuevo ministro de Defensa de Reino Unido. Reuters

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Grant Shapps, el ‘asesino del Excel’ que ha tomado el mando de la cartera de Defensa en Reino Unido

El sucesor de Ben Wallace es conocido por calcular las probabilidades de que se desate una rebelión dentro del Partido Conservador.

1 septiembre, 2023 03:20

Cuando en octubre de 2022 la entonces primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, presentó un proyecto político que impactó en la línea de flotación de los mercados financieros, el diputado Grant Shapps comenzó a registrar en su móvil los comentarios que sus compañeros de bancada iban haciendo sobre el futuro de la líder tory

Este político conservador lo apuntaba todo en un Excel, calculando con precisión cuántos apoyos tenía y cuál era la probabilidad de que se desatase, como finalmente sucedió, una rebelión interna en el Partido Conservador. Esa, sin embargo, no era la primera vez que Shapps trazaba el destino político de uno de sus jefes. Se le acusó de encabezar el motín que derribó a Theresa May en 2019 y de convencer a Boris Johnson en verano de 2022 de que ya no había nada que hacer. Las cuentas no salían y él lo sabía. 

Su obsesión por hacer un seguimiento pormenorizado de las opiniones de los diputados para vaticinar la caída de ha sido tan constante durante toda su carrera que periódicos como el Times le bautizaron como "el asesino del Excel". Hoy, este calculador político se ha convertido en el nuevo ministro de Defensa de Reino Unido tras la dimisión de Ben Wallace, que llevaba en el cargo ni más ni menos que cuatro años.

El Secretario de Estado británico para la Seguridad Energética y Net Zero Grant Shapps visita Ucrania.

El Secretario de Estado británico para la Seguridad Energética y Net Zero Grant Shapps visita Ucrania. Reuters

Como Wallace, Shapps, de 54 años, ha sido una de las pocas figuras presentes en los sucesivos y breves Gobiernos conservadores de Boris Johnson, Liz Truss y Rishi Sunak, actual ocupante del número 10 de Downing Street. Este supone el quinto departamento que lidera en un único y convulso año.

No obstante, este economista y empresario nacido en el seno de una familia judía a las afueras de Londres, asume ahora de las carteras más importantes de un Ejecutivo en tiempos de guerra. Sobre todo porque Reino Unido es, solo por detrás de Estados Unidos, uno de los países que más apoyo ha brindado a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa. 

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A pesar de acumular ministerios (Interior, Transportes, Empresas y Energía), Shapps carece de experiencia militar, algo que muchos le han reprochado en las escasas horas que lleva al frente de Defensa. Entre otras cosas porque tendrá que afrontar numerosos retos, como el de mantener a Reino Unido a la cabeza de los esfuerzos internacionales para enviar armas pesadas al ejército de Kiev o el de mantener en forma a las Fuerzas Armadas británicas, cada vez más mermadas. 

El nombramiento de Shapps ha sido una sorpresa para muchos. Parece, sin embargo, que llevaba días cocinándose. Sin ir más lejos, hace apenas una semana, viajó como responsable de Energía a Ucrania, donde visitó una instalación energética dañada durante un ataque ruso a inicio de año. 

Astuto y mediático

A pesar de su inexperiencia, el político conservador tiene a su favor que, durante los peores momentos de Johnson, cuando e exmandatario estaba acorralado por numerosos escándalos que (como el partygate) precipitaron su dimisión, demostró una gran capacidad para salir airoso en cada comparecencia pública en la que trataba de defender a su polémico jefe.

Esa habilidad para escabullirse de los problemas, su carisma mediático y una imagen de tory moderado, le llevaron a aspirar al liderazgo del Partido Conservador tras el fin de la era Johnson. No obstante, al constatar que no contaba con los apoyos suficientes, Shapps se retiró y apoyó a Sunak, que inicialmente perdió las primarias ante Truss. 

De perfil heterodoxo, alejado de las élites de Oxford y Cambridge, Shapps ha destacado también por su astucia para ganarse la confianza de la mayoría de los líderes conservadores que han llegado al poder. Su carrera laboral arrancó en el mundo de la empresa, primero vendiendo fotocopias y, luego, como fundador de una empresa de marketing e impresión. Trató de disputar su primer escaño parlamentario en 1997, aunque no conseguió ser elegido hasta 2005. 

Previamente, en 1989, Shapps tuvo que superar un grave accidente con el coche en Estados Unidos que le dejó en coma durante una semana y un linfoma de Hodgkin en 1999 del que finalmente se curó. Luego, ya inmerso en el turbulento mundo de la política, David Cameron le confió algunos cargos de segunda línea y, más tarde, cuando se convirtió en primer en 2012, le puso al frente de un puesto administrativo, pero de gran responsabilidad.