Un soldado ruso bebiendo una supuesta bebida alcohólica en Ucrania.

Un soldado ruso bebiendo una supuesta bebida alcohólica en Ucrania. Servicio de inteligencia de Ucrania

Europa

La táctica de la Ucrania ocupada: envenenan a 20 soldados rusos en Melitópol y van 500 bajas

Los civiles de los territorios ocupados están envenenando la comida y la bebida que sirven a los rusos. Ya van más de 500 bajas rusas por este motivo.

28 abril, 2023 09:18

Como casi todo, ya lo inventaron los griegos. Cuenta la Ilíada el miedo de Odiseo a beber del río de Troya porque, decía, los griegos utilizaban serpientes muertas para envenenar el agua. De Homero a Ucrania, donde los territorios ocupados están envenenando la comida y las bebidas de los invasores como táctica de guerra. El último ejemplo, este lunes: 20 soldados rusos han muerto en Melitópol con comida intoxicada preparada por los habitantes de la ciudad.

"Los invasores continúan sufriendo bajas, incluso fuera de combate", se lee en el parte de este viernes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas. El informe dice que estas muertes se produjeron el 24 de abril "en una de las unidades" desplegadas por Rusia en Melitópol, en la provincia ucraniana de Zaporiyia, también parcialmente ocupada por rusos, al sureste de Ucrania.

Según el Estado Mayor ucraniano, el envenenamiento fue causado por "una sustancia desconocida". Pero lo cierto es que históricamente el envenenamiento ha sido utilizado como una táctica de defensa en los territorios ocupados. No hay que irse a Grecia, no hace falta viajar tan lejos en el tiempo. En Vietnam, los insurgentes locales estuvieron contaminando los suministros de agua de los soldados estadounidenses con Agente Naranja hasta principios de los 70.

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De forma parecida, desde que Rusia comenzase la guerra el 24 de febrero de 2022, medios ucranianos e internacionales han informado en varias ocasiones de casos de soldados rusos envenenados con comida que habían servido civiles ucranianos.

A los dos meses de la invasión, los servicios de inteligencia de Ucrania informaron de que dos soldados rusos murieron y docenas cayeron enfermos en Izium, cerca de Járkov, debido a unos bollos rellenos de chocolate... y de veneno. 

"Como resultado, dos invasores fueron asesinados al mismo tiempo, mientras que otros 28 soldados de la Tercera División de Fusileros Motorizados del Ejército de Rusia fueron trasladados a cuidados intensivos", escribió la Dirección Principal de Inteligencia.

Soldados rusos en zonas ocupadas.

Soldados rusos en zonas ocupadas. Archivo

Lo curioso es que este informe llegó cuando ya existían datos de que otros 500 soldados rusos habían sido hospitalizados tras ser intoxicadas sus bebidas alcohólicas. Rusia no se lo tomó con deportividad, como gafes del oficio de invadir a un país soberano, y calificó los incidentes como "pérdidas no relacionadas con el combate.

Envenenamientos de verano

El 20 de agosto el Ministerio de Defensa ruso acusó directamente a Ucrania de utilizar tácticas de guerra química. Dijo que había varios militares destinados en Zaporiyia habían tenido que ser ingresados en el hospital con signos de envenenamiento grave en julio. 

"Rusia está preparando pruebas que respalden los resultados de todos los análisis", comunicó el Ministerio, sin aclarar cuántas bajas habían sufrido por esta circunstancia. Las supuestas pruebas mostraron que la comida había introducido en sus cuerpos la toxina botulínica tipo B. Se trata de una neurotoxina que puede causar botulismo cuando se ingiere en productos alimentarios previamente contaminados. 

Lo cierto es que "el envenenamiento podría haber sido causado por carne de conserva caducada". No obstante, Ucrania no lo desmintió, como suele hacer, y las raciones en mal estado han sido denunciadas masivamente por las fuerzas de ocupación desde los primeros días de la guerra.

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Más tarde, en noviembre, el Ejército ruso fusiló a 28 romaníes en los territorios ocupados ucranianos. Alegaron que habían envenenado el vodka de toda una compañía de soldados.

El suceso se descubrió cuando Ucrania interceptó la llamada de un soldado ruso a su esposa. "¿Sabes el de caos está ocurriendo en los pueblos de por aquí? Hace poco, la Policía Militar mató a 28 gitanos. Los puso contra la pared y los disparó. El motivo es que habían envenenado a toda una compañía con vodka", decía el militar.

"Este asesinato es una verdadera tragedia para la comunidad gitana. Expresamos nuestras más sinceras condolencias a la familia y amigos de los asesinados, y también pedimos a quienes presenciaron esta tragedia que se presenten. El culpable debe ser condenado y castigado", dijo en un comunicado Chirikli, una organización romaní en Ucrania. El Ejército ruso se justificó diciendo que tan solo sobrevivieron 50 de los 96 soldados envenenados.

Táctica de defensa

Más allá de la mitología de Homero, sí que existen evidencias de que los griegos envenenaron los suministros de agua de sus enemigos. Durante la Primera Guerra Sagrada (s. VI a. C.), por ejemplo, contaminaron los pozos de Kirra, una ciudad sitiada cerca de Delfos. Táctica que no tardaron en apropiarse los romanos.

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Durante la Segunda Guerra Mundial, los grupos de resistencia en Europa utilizaron el envenenamiento como una forma de luchar contra las fuerzas nazis y sus colaboradores. Estos envenenamientos se llevaron a cabo mediante la contaminación de alimentos y bebidas en los cuarteles generales de los nazis y otros lugares estratégicos.

Uno de los casos más conocidos de envenenamiento durante la Segunda Guerra Mundial fue el envenenamiento de la sopa en el campo de prisioneros de guerra de Stalag Luft III en Polonia en 1944, que bien habría merecido una película de Billy Wilder.

Los prisioneros de guerra británicos y estadounidenses habían estado cavando un túnel para escapar del campo cuando fueron descubiertos por los nazis. En represalia, los nazis ejecutaron a 50 prisioneros de guerra y amenazaron con tomar medidas aún más drásticas. Como respuesta, los prisioneros organizaron un plan para envenenar la sopa de los nazis. Utilizaron una sustancia tóxica llamada tuberculina para y varios de ellos enfermaron gravemente.

Curiosamente, otro caso significativo tuvo lugar en Ucrania. Fue en Leópolis, cerca de Polonia, que actualmente todavía se resiste a ser ocupada por Rusia. Allí, en 1943, los miembros de la resistencia polaca utilizaron cianuro para contaminar el agua que los nazis bebían. Al menos 3.000 soldados y oficiales alemanes murieron o resultaron gravemente enfermos como resultado del envenenamiento.

La Historia recurre a avanzados tipos de ironías dramáticas. El envenenamiento ha sido uno de las formas predilectas por Vladímir Putin para sembrar el terror y su autoridad durante todos sus años de mandato.

En casos como el asesinato de Alexander Litvanenko, un exespía ruso intoxicado con polonio-210 en Londres, en 2006, su arte del envenamiento alcanzó cotas de sofisticación que enorgullecerían a Homero. Paradójicamente, ahora el veneno se convierte en un arma enemiga contra la que están teniendo difícil luchar en Ucrania.